Dulce: Barbie, te ame desde que me vi reflejada en esas ventanas azules, se que tarde demasiado en demostrártelo, pero te ame – todo el sitio era silencio – Te amo y sé que nací para amarte, para ti, no hay nada que desee más que pasar el resto de mi vida a tu lado, Anahi Puente ¿quieres casarte conmigo?
Mis ojos se llenaron de lagrimas, la agitación de mi pecho no me dejaba reaccionar – Anahi hija levántate y respóndele – me animo el abuelo, me puse de pie acercándome hacia el barandal, la mire con emoción, con ganas de comérmela a besos y solo atine a asentir con la cabeza y grite con fuerza ¡si, si quiero! ¡te amo!
Dulce: para los que no escucharon me acaban de dar el sí – la gente estallo en aplausos y silbidos, ella se acerco extendiéndome la mano – vamos amor, ven aquí.
Anahi: amor, que traigo vestido – su mirada no me dio opción a mas excusas, me acerque lo suficiente para que ella con pericia me acomodara en la silla rodeando mi cintura, galopamos hacia el centro y ahí me coloco un anillo precioso de platino con un diamante azul, el resto de la escuadra nos rodeaba galopando cual carrusel.
Dulce: te amo Barbie.
Anahi: te amo "ojos negros".
Nos besamos, la multitud vitoreaba, silbaba, gritaban y me sentí apenada así que escurrí mi cabeza entre su cuello, ella me aprisiono con fuerza con la mano con la que sostenía la rienda, y con la otra se coloco de nuevo el sombrero y a una señal todas las chicas emprendieron el galope hacia las caballerizas y con agilidad Dulce guió a Yure en medio de ellas.
Una vez todas en las caballerizas, nos abrazaban y felicitaban cuando estuve frente a Carlota esta me miró con dulzura.
Carlota: te has quedado con la mujer de nuestra vida Any, hazla muy feliz, ¿me lo prometes?.
Anahi: te lo prometo Carlota – nos fundimos en un abrazo cómplice.
Dulce: ¡epaaaa! no pierdes el tiempo Carlota.
Carlota: jajajaja tú sabes que no, pero bueno te quedaste con el premio mayor, ¿será que me quedo con todos los reintegros y firmamos la pipa de la paz?
Dulce: toditos tuyos – dijo riendo y le abrazo, mi "ojos negros" no pudo ver la expresión llena de amor de su "rival" ante ese abrazo.
En ese momento llegaron Poncho, mi grillo y el resto de la familia, quienes nos abrazaron a ambas con emoción, partimos a la hacienda todos juntos a festejar con el pueblo entero nuestro compromiso matrimonial, una vez en casa me encontré con que había todavía más sorpresas, estaban ahí mis padres y Mariana.
Fernando: me da mucho gusto que estén con nosotros, Fernando Espinoza - se presentó extendiéndole la mano a mi padre quien respondiendo el saludo se presentó a su vez - Luis Puente es un placer conocerlo.
Procedieron las respectivas presentaciones de mis padres con toda la familia Espinoza, me tenía muy sorprendida lo cómodos y contentos que se les veía, una vez en el amplio salón todos sentados, Fernando se dirigió con solemnidad a mis padres.
Fernando: quiero, como se acostumbra aquí en México, pedirles formalmente la mano de su hija para mi hija, se que suena extraño, pero espero que al igual que a Gabriela y a un servidor, a ustedes lo único que les importe es la felicidad de su hija, nosotros sabemos que la felicidad de la nuestra está al lado de esta preciosa muchacha.
Luis: tiene usted toda la razón y estoy seguro de que hablo por Marina también – dijo mirando a mi madre - le entregamos con todo el amor y confianza a nuestra hija a Dulce.
Anahi: gracias papá.
Luis: gracias a ti hija, por tu valentía, por ese corazón tan grande que has demostrado siempre.
Marina: yo también quiero abrazaros a las dos – dijo mi madre mirando a Dulce – hazla muy feliz, me lo has prometido – le abrazó – te quiero mucho hija y lo único que me importa que es seas muy dichosa.
Mariana: hey mamá, déjame algo, que te las vas a acabar. Te quiero hermana, te quiero mucho – y tú pórtate bien con ella ¿eh? – abrazó a Dulce.
Dulce: te lo prometo cuñada.
ANAHI
Marcela: Amix tenemos mil ocho mil cosas por hacer todavía – dijo presurosa mi loca amiga.
Dulce: Marce ya está todo listo.
Marcela: no amigui falta checar tu ropa interior.
Dulce: ¿mi ropa interior? Estás loca Marce.
Marcela: nooo, no estoy loca, ósea como es que de luna de miel te vas a Vallarta, eso esta cero cool, no quiero pensar que llevas para tu noche de bodas.
Dulce: está bien "seso hueco" chaca lo que quieras.
Marcela: mínimo amigui, por que no estuvo nada padre que se te ocurriera enamorarte mientras yo tu amigui del alma estaba ahí postrada en una cama, ósea hellooo – me encantaba ver a mi amiga así, como siempre – amix insistes en ir de charra a tu boda, ósea nada que ver ¡eh!, está bien ser patriota el 16 de septiembre pero estamos en diciembre amix.
Dulce: eso no está a discusión Marce.
Marcela: okey, okey… pero no está nada padre.
Las horas se me hicieron eternas, Anahi, sus padres, Mariana y amigas, estaban en la casa de mis abuelos en la Ciudad de México, ahí sería la ceremonia civil que nos uniría en matrimonio, estaba ansiosa.
Ricardo: bueno niñas listas, llego la hora de irnos, apenas llegaremos con tiempo, te ves hermosa sister.
Dulce: gracias Bro.
Marcela: uff pues si te ves así híper ¡wooow!.
Dulce: vámonos ya.
Ricardo: que ansiedad la tuya sister.
Una vez en la casa mis nervios se intensificaron, hacia mucho frio, pleno diciembre y al aire libre, mi madre, mis abuelos, mi padre, Poncho, Maite, Pilar, todos se acercaron a mi intentando calmarme, pero mi ansiedad crecía a cada minuto, la Juez llego y todos tomaron su sitio, en el fondo del camino que se abría entre las sillas estratégicamente acomodadas, apareció como un ángel mi Barbie, ataviada en un vestido blanco de seda, solo verla sonreírme me devolvió la calma, durante la ceremonia me perdí en ella, detallándola, ansiando el momento de estar a solas con ella.