Capitulo 8 - Septima Parte

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DULCE

Ni la belleza de las angostas calles empedradas bordeadas de casitas de ensueño, o el paisaje marino de esa ciudad se comparaba a la de mi mujer, embebida en sus ojos azules, delicada piel rosada, boca pequeña, la armonía de su cuerpo, no podía dejar de mirarla y tocarla.

Caminamos sobre lo que se denomina el casco viejo según me explico mi barbie, decidimos comer en la terraza de un restaurant con vista al mar, de entrada tapas frías, paté casero con toque de arándanos, como plato principal Anahi ordeno lubina a la sal con patatas y verduras y yo medallones de solomillo ibérico en salsa de setas, peleo conmigo como aquella vez en Vallarta por no ordenar comida del mar, acompañamos con vino rioja crianza y de postre helado.

Dulce: Te amo Barbie- dije suspirando.

Anahi: Yo te adoro "ojos negros"

Con la mano sobre su cuello y mentón la bese, acariciando sus labios con los míos por largo rato antes de que las lenguas se encontraran enmarañándose en un muto deleite.

Caminamos por la playa tomadas de la mano besándonos continuamente, con caricias atrevidas y furtivas, volvimos a la habitación ávidas de deseo mutuo, nos entregamos de nuevo sin mesura alguna, tiernamente, salvajemente, llenas de amor.

ANAHI

Ninguna de las dos quería regresar a la realidad de Madrid, la reminiscencia de Vallarta fue casi exacta, con la afortunada salvedad de que no nos separaríamos, Pilar nos esperaba expectante, si no fuera porque se trata de la mujer de mi vida y mi mejor amiga me sentaría un poco celosa de la relación que han entablado entre ellas, después de beber unas cervezas y platicar entre risas llego el momento de la despedida, no quería dejarla ir, deseaba tenerla una vez más, pero no me quedo más remedio que soltarla, quedamos en que al día siguiente pasaría por mí al laboratorio para buscar muebles para el piso, ambas necesitábamos con urgencia que se mudara en cuanto se lo entregaran.

Cuatro meses de novias, hoy cumplimos cuatro meses de novias y ha sido increíble, fenomenal, sigo viviendo como en un sueño, desde que se ha mudado han sido contadas las noches que no hemos dormido juntas, no he dejado mi piso al que voy de vez en cuando porque ella no me ha pedido que me mude formalmente con ella, la sincronía con que hemos llevado nuestra relación es asombrosa, desde el primer día sin decírnoslo comprendimos que ambas deseábamos vivir esto lentamente, sin prisas, podría decir que me siento completamente segura de ella, de su fidelidad, pero eso no es del todo cierto, cuánta razón tenía Poncho, la atracción que ejerce Dulce sobre otras mujeres es abrumadora y aunque ella de verdad no mira a nadie si no a mí, no estoy suficientemente segura de que será así siempre, "la gente no cambia", " ella es lo que es", "mira nada mas la cantidad de tías que la atacan sin importar que estés a su lado", son frases que escucho con demasiada frecuencia y a momento merman mi seguridad en ella, pero luego me mira con ese par de panteras negras que Dios le dio por ojos y que conmigo parecen gatitos mimosos y todos mis temores se esfuman.

Anahi: "ojos negros", amor hoy voy con las chicas al mesón de siempre, ¿nos alcanzas allá? – la llame al móvil a sabiendas de que me diría que no, no le va muy bien estar en el mismo sitio que Tess, pero tenía la esperanza de que me dijera que sí.

Dulce: Barbie, no puedo bonita, tengo que sacar mucho trabajo pendiente, aprovecho hoy para eso, diviértete y pásalo bien con tu amigas. Yo estaré aquí en la oficina hasta que me llames y voy por ti, ¿va?

Anahi: vale… ¿te quedaras tu sola en la oficina o se quedara tu odiosa asistente contigo?

Dulce: mi amor, estará conmigo un rato y en cuanto no me sea necesaria se va, Te amo Barbie.

Anahi: y yo a ti "ojos Negros", pero no me quedo muy tranquila eh.

Dulce: jajajaja lo sé mi amor, ¿Cuánto me costara ganarme tu confianza por completo?

Anahi: En ti confío Dulce, pero en ella no... bueno vale amor, te llamo y vas por mí.

Dulce: si corazón espero tu llamada, diviértete con la arpía y tus amigas jajajajaja.

Nos pasamos una tarde muy agradable, hacía rato que no estábamos las cuatro juntas, mi relación con Dulce absorbía todo mi tiempo, no es por ella, es decir, siempre me ha hecho saber lo importante que es el que ambas conservemos nuestra individualidad y nos demos espacio, ha sido más por mí que me cuesta mucho pasar tiempo lejos de ella.

Ana: oye rica, cuéntate algo anda – su expresión de picardía me indicaba por donde iban los tiros.

Anahi: que quieres que os cuente.

Ana: pues ya sabemos que tienes por novia a una deidad… pero y en la cama… ¿cómo es?

Anahi: ¡no seas cotilla Ana!, eso es privado.

Teresa: eso me suena a que tu amor estará muy bueno pero en la cama no pasa nada.

Pilar: Te habías tardado Teresa, ¿sabes que analizando tu actitud he llegado a la conclusión de que, uno, estas enamorada de Silvia, dos, estas enamorada de Anahi, o tres, Dulce te pillo a primera vista y quieres enrollar a las otras dos para que te quede el camino libre.

Teresa: no digas *******.

Pilar: Tú deja de decir ******* guapa, porque das mucho que pensar.

Ana: joder ya basta chicas, volvamos a lo importante… anda Anahi dinos, es que no quieres hacerlo por lo que dice Tess.

Anahi: mi novia es una Diosa en todos lados, que les baste saber eso.

Se acercaba el momento de marcharnos, por lo que llame a Dulce, tras varios timbrazos me respondió un tanto agitada, eso me inquieto un poco, pero me calme rápidamente cuando con voz dulce me dijo que estaría por mí en cuestión de minutos.

Tequila y LimonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora