Capitulo 5 - Sexta Parte

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ANAHI

Desperté, sentirme aprisionada en esos brazos me hizo abrir los ojos para constatar que era ella la que me abrazaba, que era su respiración la que sentía en mi rostro, le miré por largo rato, extasiada en sus rasgos, en su respiración pausada, el aroma a salitre y la brisa marina me dieron ganas de salir a la terraza, con suavidad me desprendí de ese abrazo, me enrede en la sabana y me encamine hacia la barandilla, suspiré, a lo lejos se escuchaba un mariachi entonando unas letras que me estremecieron.

"Despacito, muy despacito se fue metiendo en mi corazón

Con mentiras y cariñitos la fui queriendo con mucho amor

Despacito, muy despacito crecía la llama de mi pasión

Y sabiendo que no era buena le di mi vida sin condición

Y hoy que quiero dejarla de amar no responden las fuerzas de mi alma

Ya no sé dónde voy acabar, pero yo ya no puedo olvidarla

Despacito, muy despacito, me dijo cosas que nunca oí

Me enseño lo que tantas veces con otros labios no comprendí

Pero todo, todo se acaba

La dicha grande también se va

Y nos deja nomas recuerdos, recuerdos de ella que no vendrán

Y hoy que quiero dejarla de amar no responden las fuerzas de mi alma

Ya no sé dónde voy acabar, pero yo ya no puedo olvidarla"

Aquellas frases me llegaron al alma y volví a sentir el temor atenazando mi corazón, saldría herida como me habían advertido, como yo misma sabía, pero lo que había pasado no lo cambiaba por nada, esta noche sentí que por primera vez en mi vida hice el amor, esta noche por primera vez supe lo que es amar de verdad, me entregue como nunca antes lo hice y sentí que ella se ha entregado a mí con la misma pasión, con la misma ternura. Sus brazos me rodearon, sacándome de mis pensamientos, besándome la mejilla, me volví encontrándola frente a mi completamente desnuda.

Anahi: jajajaja pero tú estás loca tía, que te pueden ver.

Dulce: hazme un espacio dentro de la sabana – me la quitó y la volvió a colocar encima de las dos, tirité al sentir el calor de su piel y su boca en la mía- ¿tienes frio mi amor?- pregunto con sus labios pegados a los míos, mi temblor al escuchar esas palabras se acrecentó.

Anahi: no – dije sin dejar de besarla.

Dulce: ¿no? –Se separo mirándome a los ojos con picardía – ¿entonces soy yo la que te provoco ese estremecimiento?

Anahi: engreída –le di un empujón quedando yo fuera de la sabana.

Ella termino por aventarla y me volvió a abrazar, besándome con más pasión nos fue llevando hasta recostarnos en uno de los camastros.

Dulce: ¿sabes? Esta mañana cuando llegue te imagine desnuda aquí mismito y te hacia cositas muy ricas.

Anahi: ah sí ¿qué cositas?

Dulce: ¿te las platico o te las hago? – me dijo metiendo su lengua en mi oreja provocando un gemido involuntario.

Anahi: no se, ¿puedes hacerlas y platicarlas a la vez?

Dulce: pues esta difícil, porque lo que imagine requiere de mucha lengua.

Hicimos el amor una y otra vez, nos saboreamos sin saciarnos, hasta que el cansancio de nuestros cuerpos termino por vencernos y nos quedamos dormidas. Desperté con el delicioso sabor de su se*xo en mi boca y la placentera sensación de su cuerpo pegado a mi espalda y sus brazos aprisionando mi vientre.

Dulce: no te levantes, no te muevas – me dijo al sentir la intención de mi cuerpo- quédate así conmigo -me apretó mas entre sus brazos.

Anahi: necesito ir al servicio - le dije acariciando sus brazos.

Dulce: hazte pipi aquí – me beso en la nuca.

Anahi: jajaja tu sí que estás loca tía.

Dulce: estoy loca por ti mi amor – me volvió hacia ella colocándose encima de mí, "mi amor" me estremezco al escuchar esas palabras, seguramente la intención de ella al pronunciarlas no es la misma con que las reciben mis oídos, pero amo escucharlas, me besa el cuello, la boca, los senos, sus manos me recorren toda de nuevo, las piernas se abren, friccionamos nuestras vulvas rozando clítoris contra clítoris, nuestros movimientos pasan de pausados a frenéticos, hasta que nos tensamos por el estallido de placer.

Anahi: cariño – me sorprendo ante esa palabra que pronuncia mi boca porque me sale del alma- en serio tengo que ir al baño.

Dulce: sale pues vete, abandóname – me hace un puchero que me hace tomarle la cara con ambas manos y besarla, doy un brinco y corro al servicio.

Escucho el teléfono de la habitación sonar y a ella responder.

Dulce: hola… si está conmigo, sale gracias Maite… no sé… te envió un mensaje ¿va? … yo tengo otros planes… pero no se ella… por eso te envió un mensaje en un momento.

La veo de pie en el marco de la puerta del servicio a través del espejo, me sonríe, adoro verla desnuda solo esa cascada de chocolate que cubre espalda, hombros, brazos hasta la cintura.

Dulce: era Maite, no sé si tendrás problema con eso, pero le dije que estábamos juntas, estaba preocupada por ti, le dijo a todos que seguías en la habitación, creo que tienes que comunicarte con Ricardo o tu hermana, para que los tranquilices…- me miró dubitativa, con expresión de no encontrar las palabras para decir lo que quería decir- también quería saber si los alcanzábamos, creo que quieren dar un paseo en yate, le dije que te preguntaría… pero a decir verdad a mi me gustaría que pasáramos el día tu y yo aparte.

Su mirada era muy diferente, me volví recargándome sobre el lavabo y estire la mano en ademan de que se acercara, al hacerlo me levanto hasta hacerme sentar sobre la superficie plana de éste quedando a su altura, se acomodo entre mis piernas, entrelace mis brazos alrededor de su cuello, ella me rodeo la cintura con los suyos, pegue mi frente a la suya.

Anahi: pues claro que prefiero que estemos solas tú y yo – le bese mordisqueándole los labios, ella me abrazo con más fuerza y por primera vez la escuche suspirar.

Dulce: tengo hambre ¿nos damos un baño rapidísimo para ir a desayunar fuera? – me dijo sonriente.

Anahi: vale pero antes hay que hacer llamadas, tu le avisáis a May y Poncho, y yo hablo con Ricardo y Mariana.

Dulce: ¿a May y Poncho? – me miro con cara de desconcierto y mi expresión fue la de alguien que ha dicho algo que no debió.

Anahi: bueno quise decir a May. Porque ella es mi amiga y a Poncho porque es el tuyo… y… pues eso – me hice una pelotas impresionantes desparramándola más todavía.

Dulce: jajajajajajajaja si mi amor intenta componerla – suspire al escuchar esas dos palabras otra vez.

Anahi: vale pues ya he metido la pata hasta el fondo, pero por favor podrías fingir que no estás enterada.

Dulce: sale, pero quiero detalles - hable a la habitación de Ricardo y Mariana y he preferido decir la verdad que estoy con Dulce y que pasare el día con ella, sé que no les ha hecho mucha gracia pero no me han dicho nada, Dulce le hablo a May diciéndole que hoy no les veríamos. Luego del baño "rapidísimo" que tomamos juntas fuimos a mi habitación a que me mudara de ropa y salimos sin rumbo fijo.

Tequila y LimonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora