Capitulo 6 - Sexta Parte

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ANAHI

Ni el tiempo, ni el dolor, ni el hecho de que ni siquiera me ha buscado han podido menguar este sentimiento que a pesar de todo es lo único que le da vida a este cuerpo, desde mi llegada han cambiado tantas cosas: México me empujo a desear ser libre en todos los aspectos de mi vida, me hizo fuerte, capaz de enfrentar lo que sea y por fin he salido del armario, mis padres no se lo han tomado muy bien como era de esperarse, con mi madre fue peor, eso se volvió una guerra de insultos y presiones diarias, de amenazas desde que me voy a ir directo al infierno hasta que me quedare sin madre; mi Papá lo ha ido asimilando mejor, a él solo le preocupa lo que los demás piensen y me suplica discreción; acabé por marcharme de casa para evitar disgustos y presiones, ahora comparto un piso con Pilar, amiga desde hace muchos años que esta chaladisima pero es más buena que el pan; a Mariana se le presentó una oportunidad muy buena, ganó una beca y se ha marchado a estudiar a Suiza y la distancia hizo lo suyo terminando por dar al traste con su relación, ¿por qué no me pasa a mi igual?¿porque la distancia no mengua siquiera un poquito lo que siento?, me he quedado sin lazo con mi amor y no es que Ricardo me la mencionara mucho, aunque nunca les dije exactamente lo que pasó quedo claro para él que su hermana no sentía nada por mí, pero aun así él era un vinculo que aunque me odio por sentirlo así, me quedaba con ella.

A Dios gracias tengo muchas cosas en que ocupar mi mente, estoy trabajando de medio tiempo en un laboratorio, mi independencia me ha costado renunciar a ciertos privilegios, entre el trabajo y la escuela tengo poco tiempo, de vez en cuando me voy con las chicas de marcha, mas forzada por Pilar y el resto que por qué me apetezca ¿y de chicas? han surgido algunas posibilidades pero por desgracia nadie me interesa, nadie me gusta, nadie es ella, aunque he conocido a una mujer unos tres años mayor que yo en el laboratorio, después de algunas salidas a almorzar en plan de compañeras me ha hecho saber directamente que tiene pretensiones conmigo, es agradable no puedo negarlo y guapísima, por lo menos eso dicen mis amigas, de verdad que eso de que el amor te vuelve ciega, sorda y bruta es tan cierto… ninguna otra mujer para mi es guapa, atractiva o deseable, ninguna me podría tocar como ella, ninguna tiene sus ojos… soy masoquista, me lo dice todo mundo y sé que es verdad, porque me muero por saber que ha sido de ella pero desde la primera vez que hable con May le pedí que no me la mencionara, decidida a olvidar como llegué eso era lo más razonable, pero la verdad es que ahora la razón para no atreverme a preguntar es mas por temor a la respuesta teniendo la certeza de cuál será … joder Anahi… pues que va a ser de su vida… está feliz, en esas tierras que ama, con su familia y rodeada de mujeres… no piensa en ti, seguro ya ni te recuerda. Sin embargo yo estoy aquí pensando en ella y escuchando esa canción que oí la primera vez que hicimos el amor, no es que no haya hecho el intento de olvidarla, de sacármela de dentro… he puesto mucha energía en eso, pero no puedo, como dice esta canción no me alcanzan las fuerzas del alma.

Pilar: Otra vez la misma canción, tía… pero que cansancio contigo – estaba llegando de improviso.

Anahi: pues nada… que soy masoquista, ¿no es lo que me repites hasta el cansancio?

Pilar: oye mujer… que a mí también me han pillado muchas veces, pero lo tuyo no parece amor, es más bien una enfermedad crónica, tía que deberías darle la vuelta a esa hoja ya joder…

Anahi: ojala pudiese Pilar, ojala fuese así de sencillo como solo tomar la decisión.

Pilar: es que de veras que no entiendo que te ha dado la mexicana para que sigas así…

Anahi: si la conocieras lo entenderías… uhhhmm se que tengo que olvidarla y seguir con mi vida pero no sé cómo hacer… incluso he llegado a plantearme la posibilidad de una relación con Silvia, pero…

Pilar: ni de coña… no hagas eso a menos que de verdad sientas que quieres estar con ella, que por lo menos te gusta, porque si lo haces solo para ver qué sucede terminarías por lastimar a la chica y enredada en una situación muy desagradable, atrapada quizá por el agradecimiento o por cualquier otro motivo que nada tenga que ver con deseo o amor.

Anahi: pero tú crees que Silvia sea tan mala opción.

Pilar: esta buena, atractiva, le va bien en el plano profesional, tiene todo lo que cualquier mujer que le gusten las chicas desearía, pero tu Anahi no dejas de pensar en otra y Silvia está demasiado colgadita por ti, se desvive en atenciones contigo, si inicias algo con ella en estas condiciones seguro que no funciona y conociéndote eres capaz de quedarte en una relación sin sentimiento alguno por tu parte solo porque la tía se porta bien contigo.

Anahi: pero bueno, tu ya te hiciste toda una historia, que solo fue una pregunta.

Pilar: venga ya, entonces déjate de chorradas y vamos al garito que ya nos esperan.

Anahi: que no me apetece tía, anda tu… y discúlpame con las chicas.

Pilar: mujer que te vas a quedar ahí hasta que te salgan telarañas… una cosa es que te diga que no te enrolles con Silvia y otra que te quedes tejiendo la mortaja, venga que quien quita y camelas algo, pasas un buen rato y luego te regresas a que ese tío te cante de nuevo la misma canción.

Anahi: de verdad tía que estoy cansada.

Pilar: no me jodas Anahi… que pareces una anciana… y esta vez no te estoy preguntando… ala que nos vamos.

Anahi: ¿esta vez? –puse cara de siempre es lo mismo.

Pilar: pues ésta y las que hagan falta.

No me ha quedado más remedio, que a Pilar no se le podía decir que no, no sé cómo no se cansa de mí, siempre es la misma escena, yo diciendo que no, ella tratando de convencerme y al final no me da opción.

Abrí mi armario buscando que ponerme, pasando de todo lo que veía casi automáticamente sentí en mis manos la suavidad de un vestido de tirantes de seda azul cielo, en segundos mi mente se anego de sensaciones que viví la última vez que use ese vestido, me llene de ella, de sus caricias, su piel y la mía como si fuesen una sola, avente la prenda refundiéndola lo más que pude, odiándome por ser tan gilipollas, aquí babeándome por la señorita y ella comiéndose a saber a quién a estas horas… bueno a esta hora en México están comiendo… jajajaja Anahi estas chalada. Acabé de vestirme y salimos rumbo al garito de costumbre a encontrarnos con Teresa y Ana.

Anahi: no me jodas Pilar, pero como me hacéis esto – dije al ver que las chicas estaban acompañadas por Silvia.

Pilar: no mujer que en esto yo no he tenido nada que ver, te lo juro, pero tampoco es para que te cabrees así, hombre ni que la chica fuera un adefesio insoportable.

Anahi: es que no estoy de ánimos de aguantarme galanteos, déjame volverme al piso anda.

Pilar: que no, que te quedas – me tomo del brazo prácticamente empujándome hacia la mesa.

Estoy muy consciente de mi estupidez pero no podía evitarla, Silvia me agradaba, es muy maja y debo reconocer que no fue hasta que me ha dicho sus intenciones para conmigo que su compañía me empezó a resultar desagradable… no, desagradable no es la palabra, me incomoda… me hace sentir mal… como si estuviera siendo infiel… si, si lo sé soy una imbécil, pero que le voy hacer si así me siento, además no quería que la chica pensara que tenía alguna posibilidad conmigo y aunque desde el principio se lo dejé muy claro ésta parecía no darse por enterada, no le he dicho nada sobre mis sentimientos por otra persona ni lo vivido en mis últimas vacaciones, dudo que no lo sepa porque mis queridas amigas son lo suficientemente cotillas para haberla enterado ya, llegamos a la mesa y nos saludamos, las chicas se hicieron a un lado y quede como seguramente lo tenían planeado a un lado de Silvia.

Tequila y LimonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora