Maite: Entonces no es amor de verdad.
Poncho: no, no Maite tu estas juzgando las cosas desde tu perspectiva, desde tu forma de vivir y sentir… y no es absoluta, es decir lo es para ti y para muchas mujeres, pero no para alguien como Dulce…
Maite: pues no te entiendo y no estoy de acuerdo contigo.
Anahi: la verdad yo tampoco –intervine más tranquila, con el mismo dolor alojado en el pecho, pero desenado darle una salida al comportamiento de Dulce.
Poncho: tratare de explicarme… Ustedes dos son mujeres muy bellas, hermosísimas y seguramente están acostumbradas a ser centro de atención, atraer miradas y galanteos de ambos sexos, ¿cierto?- ambas asentimos- pero dudo mucho que todos estos sean desmesurados, directos, que se les entreguen y se les pongan en bandeja, digo habrá alguna ocasión en que haya sido así, no lo dudo, pero ocasionalmente – volvimos a asentir- en mi caso y el muchos otros hombres que no somos mal parecidos, … mmm hablare en mi caso particular.. Si bien se que llamo la atención de las mujeres, nunca me he sentido asediado, alguna ocasión me ha pasado que se me han lanzado directamente, pero vuelvo a lo mismo esto ha sido ocasional.
Maite: a dónde vas con todo esto – con el entrecejo fruncido.
Poncho: perate tantito que llego al punto… bueno decía que para la gran mayoría de los humanos hombres o mujeres, inclusive los bellos físicamente, no es el común denominador que el sexo que te atrae te asedie, se te ofrezca con facilidad… pero hay personas especiales, que tienen un "no sé qué", que emanan algo que atraen, que son como miel para las abejas… Dulce es así, tiene algo desde siempre, desde que era una niña algo en ella era especialmente atrayente para todos y cuando se fue haciendo mujer y definió su gusto por las mujeres, estas se le ofrecían por montones, la seguían, la asediaban; de chavita incluso tuvo novias, digo a las que les dio ese lugar, pero con el tiempo fue modificando esa conducta, por que las mujeres se le ofrecían fácilmente y es muy difícil no sucumbir ante esa tentación. Si ya sé que ustedes dirán lo contrario, porque es muy difícil comprender una situación en la que no se está y porque son mujeres.
Maite: pues claro que eso no la justifica… además ¿Qué quieres decir con eso de que somos mujeres?- con expresión realmente ofendida.
Poncho: no te enojes mi morena, yo no la estoy justificando, simplemente trato de comprender lo que siente mi amiga y respondiendo a tu pregunta… sin generalizar porque hay excepciones claro, las mujeres y los hombres sienten y actúan de manera muy distinta… los hombres son mas… como decirlo… carnales, piensan en se*xo de una manera más cruda, menos romántica, no todos, habrá su excepciones como ya dije pero la mayoría de los hombres fantasean con el hecho de ser centro de atracción sexual para el se*xo que les atrae, heterosexuales u homosexuales quisiéramos provocar en el se*xo que nos interesa el deseo y atracción que provoca Lobo.
Maite: es decir que si a ti se te ofrecieran un montón de mujeres como le pasa a Dulce tú también caerías en la tentación.
Poncho: no es eso lo que quise decir, porque como nunca he estado en esa situación no sabría qué hacer, es decir, sí se me han lanzado chavas, pero no como a Dulce, lo que quise decir es que si me pasara algo como lo que le ocurre a ella no sé si resistiría la tentación, la única diferencia entre tú y yo es que yo lo reconozco amor tu no y no por qué no quieras, está en tu naturaleza rechazar la idea de plano, pero si estuvieras en la situación de que un hombre tipo Brad Pitt o el tipo este que te fascina Christian Bale o la otra chava que también te súper gusta Scarlett Johansson, se te acercaran y se te lanzaran, dime sinceramente ¿les vas a decir que no?.
Maite. Bueno ya entendí el punto… aunque sigo sin estar de acuerdo.
Anahi: yo también lo comprendí, pero no me vale, me deja en el mismo sitio… yo quiero pediros a los dos un gran favor, nunca le digáis a Dulce que no subí al avión y que le he visto con esa mujer, nunca le digáis lo que os he dicho esta noche, por favor no le reprochéis ni la interroguéis sobre nosotras… yo sabía desde el principio que las cosas terminarían así y no me arrepiento de lo vivido, ahora usare todas las fuerzas que posea para sacarme de dentro este sentimiento.
Estoy otra vez en este sitio donde estuve entre sus brazos por última vez, ahora con la plena conciencia de que esa fue la despedida, no imagine que un ser humano fuese capaz de derramar tantas lágrimas pero estas no cesan, Poncho me abraza con ternura me pide que le dé una oportunidad a su amiga, me asegura que ella va a ir a buscarme y que espera que cuando eso suceda me dé la oportunidad de escucharle, no digo nada, le hago una mueca que intenta ser una sonrisa, me abrazo a May, esta chica que en unas semanas se ha convertido en una gran amiga, no me dice nada, excepto que cuento con ella incondicionalmente y que espera que sigamos en contacto, le digo que siempre estaremos en contacto y que le espero en Madrid, les recuerdo la promesa de no decir a nadie lo que ha ocurrido. Los abrazo de nuevo a ambos por última vez.
El avión emprende el vuelo, hecho un último vistazo por la ventanilla, mi llanto se intensifica al saber que me estoy alejando de ella, mi corazón se encoge, traicionero a su propio dolor todo mi cuerpo empieza a extrañarla… recuerdo haberle dicho alguna vez a una amiga que lloraba amargamente por un amor, que debía guardar esas lagrimas para cuando muriera un ser querido… siempre tan analítica Anahi… ¿Por qué lloras de este modo?... es que me he muerto, me morí….