ChenLe era el chico perfecto para el mundo, educado, respetuoso, amable pero no lameculos, divertido, leal y caballero, tenía notas maravillosas, era bueno en casi todo lo que se proponía, sabía hacer todo y lo que no sabía hacer era porque no lo había intentado aún, era caritativo, buen amigo, hasta su perrita Laym le daba cariño corriendo a su encuentro cada vez que llegaba y meneaba la colita peludita y marrón feliz.
En su lugar el rubio no se consideraba perfecto aunque muchos trataban de vanagloriarlo, era un chico con problemas que guardaba las apariencias la mayoría de las veces y era un poco muy tosco si lo molestaban, ser dramático era parte crucial en su vida, le gustaba husmear en la vida de los demás y darles un empujoncito cada vez que creía que hacían algo mal, más que todo con sus amigos. Hablando de su círculo reducido de amistad, también tenía problemas para socializar con las personas en su instituto a parte de ellos cuatro aunque trató de hacerlo muchas veces pero es que casi todos parecían idiotas, no conocían a Stephen Curry, ¿no debería ser eso un pecado?
Para ChenLe lo era.
Con el tiempo aprendió a soportar a los idiotas y a echar bien el ojo cuando necesitaba información, no podía mantener amistades reales pero realmente no se quejaba, tenía una buena vida, buenos amigos y una buena familia. Todo lo que cualquiera podría desear, no tenía amor pero estaba tranquilo y ese era el mejor estado en que podía estar cualquier ser humano. Al menos para él.
Era un buen hijo, amigo, estudiante y buena persona, ¿Por qué razón si se esforzaba por ser la mejor versión de si mismo entonces el universo tuvo que hacerlo cruzarse con ese estúpido?
El chino gruñó empujando la puerta del club de periodismo con ganas y haciendo sobresaltar a su compañero Mark que al parecer redactaba algo cuando la misma chocó con la pared estruendosamente, el rubio lo miró curioso por encima de sus gafas redondas antes de acomodarlas correctamente sobre el puente de su nariz y dejar su lapiz tras su oreja.
—¿Qué pasa contigo?
—Me he encontrado al estúpido más grande del jodido mundo.
El menor se quejó arrojando su mochila al sillón que tenían en el pequeño salón y comenzó a caminar en círculos mientras le contaba el acontecimiento a Mark, el cómo se le había insinuado y lo miraba como si fuese un trozo de carne, lo describió como un idiota con la altura perfecta y un malditamente sexy piercing en su labio inferior, se quejó porque si lo hubiera conocido en otras instancias habría intentado algo con el castaño ya que era lo suficientemente bien parecido pero lo que tenía de apuesto lo tenía de descerebrado.
Mark escuchó todo atento mientras apoyaba su barbilla en sus manos, el cabello rubio caía luciendo desordenado sobre su frente pero se veía una parte de esta por como estaba acomodado, había quitado sus gafas y aclaró su garganta antes de hablar, el chino se mantenía de pie en medio del salón, con sus brazos cruzados y sus mejillas rojas de la cólera.
—En realidad no suena tanto como un mal tipo, sólo es un tipo que te vio y se le paró, no veo lo estúpido. DongHyuck se nos insinúa a todos seguido y no significa nada.
—¡DongHyuck no me mira como si quisiera tirarme a una mesa y follarme!
Defecto uno: era terriblemente dramático.
—Bien, ChenLe, el tipo es un idiota pero... ¿Ya pasó? No es que le esté restando importancia pero si habla así de ti y se te insinúa de esa forma sin siquiera saber tu nombre no parece alguien muy confiable o fiel, ¿cierto? Dudo que seas al único que le diga eso así que sólo necesitas relajarte, hay unos 400 alumnos en primer, segundo y último año, dudo que vuelvas a encontrártelo, por como hablas de él no lo habías visto antes así que no está en nuestro curso, probablemente ya mañana no recuerde esto, tú has lo mismo.
El mayor declaró volviendo a colocarse sus gafas antes de que ChenLe suspirara acercándose a su mochila y sacando los cartuchos de la impresora que necesitaban.
—Supongo que tienes razón... ¿Cuántas posibilidades hay de que vuelva a encontrarlo? Es muy poco probable, es la primera vez que me cruzo con él en la vida así que –suspiró para relajarse y restarle importancia, no había sido nada.
—Bien dicho, ahora coloquemos eso para irnos a clase, tenemos clase con el profesor Min y sabes lo mucho que te odia.
—El profesor Jeon debería bajarle el mal humor a base de mamadas, ¿tú qué piensas?
El menor rió colocando los cartuchos en su sitio, Mark sonrió mientras seguía tipeando cosas en la computadora.
—¿Sabes? DongHyuck y yo queríamos practicar nuestra fotografía y sentimos que necesitábamos un modelo, ¿crees que JeNo pueda ayudarnos?
Mark apretó sus labios en una línea sin despegar su vista de la laptop frente a él.
—¿Por qué sigues pidiéndome que hable con JeNo?
—Vivió contigo.
ChenLe murmuró incómodo, Mark y JeNo habían sido inseparables durante ese tiempo y un mes luego de la separación de sus padres... nada. Mark parecía no existir para JeNo ni JeNo para Mark a menos que fuese algo de vida o muerte.
—Sí, por dos años cuando teníamos catorce por la unión de nuestros padres, ya ellos se separaron hace un año y yo dejé de hablar con JeNo. Lo sabes.
—Oh vamos, si eran inseparables... no creo que te diga no a un favor.
—¿Por qué no se lo pide DongHyuck? Están saliendo por lo que he escuchado.
Mark sonó serio, casi había parecido una queja y ChenLe hubiese indagado más de no tener experiencia indagando en los problemas del rubio, nunca traía buenas consecuencias.
—DongHyuck no ha aceptado esos rumores.
—Tampoco los ha negado.
El canadiense rodó sus ojos y cerró la laptop hastiado, al menor no le gustaba ver a Mark estresado, eso nunca era bueno.
—Son las ocho, vamos a clase.
ChenLe asintió incómodo antes de colgarse su mochila y salir del brazo de Mark, esperaba que su amigo tuviese razón y no volviese a encontrarse con ese estúpido que era... jodidamente apuesto, fue un minuto lo que pudo charlar con él pero él era un adolescente, con hormonas como cualquier otro, y ese chico tenía un material para novio al que no le diría que no.
Qué mal que era un descerebrado, habría aceptado una cita con él.
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Los amigos de mi crush. 《JiChen》
Fanfiction"-¿Quieres meterte? -¿Entre tus piernas? Desde hace meses." Park JiSung no es necesariamente el chico más dulce del mundo (¿O si?) No tiene el mejor promedio, es simplemente uno de los delanteros en el equipo de fútbol de su instituto, para el mundo...