—¡¿Por qué Dios me hizo así, Laym?! –ChenLe gritó exasperado mientras veía a su perrita echada como peso muerto en su camita celeste, esa que descansaba en el rincón derecho de la pared frontal de la habitación. Había llegado hace un par de horas con Park JiSung tatuado en sus pensamientos, cosa que él no debía permitir si quería seguir manteniendo su bajo perfil y su mente en un estado de tranquilidad pura y absorbente.
Decidió, apenas su madre le avisó de la cancelación de su salida, que no dejaría que por ello su mente comenzara a hacer un psicoanálisis de un chico que no debía importarle. Odiaba que su madre cambiara los planes pero se convenció a sí mismo de que podría ignorar sus propios pensamientos.
No pensó que pudiesen existir tantas casualidades pero: voilá, las hubo.
La primera casualidad lo impactó como un balde de agua fría, se había dado una ducha con agua caliente, relajando sus músculos y sus pensamientos, planeando lo que haría el resto del día y distrayéndose mientras el olor a avena del jabón que usaba llegaba a su nariz. Estaba en un estado de completa calma al salir, concentrado en el artículo que Mark le había enviado sólo segundos después de salir del baño y en que debía revisarlo, por su distracción no prestó atención a la ropa que usaría y acabó tomando una camiseta naranja que ni siquiera recordaba que le pertenecia que tenía la palabra Hottie en negro encima del lateral izquierdo.
Se quedó estático al percatarse y que su mente reviviera el momento en que los labios rojos de JiSung dejaron escapar ese apodo por primera vez.
Sin embargo, como el adolescente decidido y de fuerte convicción que era, no cambió su camiseta, porque eso era una casualidad y Park JiSung no iba a alterar su vida de esa manera. Con eso como su mantra personal se enfocó en leer el artículo, este que era sobre los mejores alumnos de preparatoria en donde claro, por mera casualidad, Park ChaeYoung era mencionada junto a una pequeña carta de presentación. Formal y elegante, una chica brillante y con el mejor promedio de su aula.
ChenLe sólo podía pensar en cuando la vio discutir con JiSung, preguntándose si tendrían un parentesco o sólo se conocían desde la infancia y llevaban su amistad de esa manera. Mojó sus labios al pensarlo, parecían como hermanos incluso... Y cuando cayó en cuenta de que sí, Park volvía a ser dueño y señor de sus pensamientos cerró la laptop con hastío y deslizó sus manos desde su frente hasta llegar a desordenar su cabello. Lo que había sido hace unos veinte minutos, tiempo que usó para tratar de tranquilizarse para finalmente abandonar la idea y discutir con su perrita como expectadora, esta no entendía una palabra pero tenía toda su atención sobre él y su rabieta.
Por lo que continuó.
—No puede ser que yo en serio tenga curiosidad por ese... cretino mal hablado, ¡Es un cretino, Laym! –la perrita ladró ante su chillido y el exhaló entornando sus ojos —Exacto, un imbécil –su perrita giró su cabecita luciendo confundida —No me mires así, no importa que sea interesante, ni que me mate la curiosidad, ni que quiera correr a investigar sobre él porque su forma de huir no fue normal, no debo hacerlo y no lo haré.
Laym se echó sobre sus patitas delanteras mirándolo con sus ojos brillantes, el chico no pudo evitar apartar la mirada, se sentía juzgado y no tenía sentido, ¡Laym ni siquiera entendía lo que decía! Porque seguramente si ella entendiera la mitad de las cosas que ChenLe decía ya lo hubiese golpeado con un sartén por andar pensando de más en alguien indebido.
Porque eso era Park, alguien con quién ChenLe debía evitar juntarse si quería mantenerse cuerdo y que sus últimos dos años fuesen lo más tranquilos posibles.
—Ugh, gran imbécil, ¿Por qué no dejas mi mente?
Se quejó en voz baja apretando sus mejillas entre sus manos mientras retenía un grito, sentía las mejillas calentarse bajo sus palmas de sólo recordar su repentino cambio de actitud, como si algo hubiese cambiado en su mente, ¿Por qué tuvo que huir así? ¡¿Por qué él era así?! ¿Por qué no era un chico normal al que le picaba la curiosidad y en dos segundos se le olvidaban las cosas?! ¡Joder!
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Los amigos de mi crush. 《JiChen》
Fanfiction"-¿Quieres meterte? -¿Entre tus piernas? Desde hace meses." Park JiSung no es necesariamente el chico más dulce del mundo (¿O si?) No tiene el mejor promedio, es simplemente uno de los delanteros en el equipo de fútbol de su instituto, para el mundo...