Los amigos de mi crush. 《JiChen》

Extra #8

— Lugar indicado —

Las calles estaban solitarias, más en los suburbios que era donde se encontraba la casa del canadiense. Reposando en el asiento trasero del auto de DoYoung podía notar el frío que habitaba las calles vacías y los rayos que resplandecían en el cielo, podía sentir a Hendery pegado a su hombro una vez más mientras susurraba cosas sin sentido y él se encargaba de ignorar a la pareja que discutía frente a ellos tratando de entender sus balbuceos.

—Mi amor...

DoYoung comenzó pero la voz del moreno salió como una aguja listo para cortar lo que estuviese alrededor.

—No quiero esperar, quiero que me expliques ahora mismo que es el secreteo que te traes con Lisa y los miembros del equipo, ¿desde cuándo eres amigo de Lisa? Que yo sepa sólo conocías a JiSoo y Lisa no te agrada, ¿por qué ahora parece tu mejor amiga? Risitas por aquí y allá, has pasado más tiempo con ella que conmigo.

—Yyyy llegamos –el ebrio con voz pastosa dejó un beso sobre el cuello de Mark antes de apartarse y salir. Su novio lo tomó de la manga del saco antes de girarse a DongHyuck que se veía algo avergonzado de haber discutido con DoYoung frente a ellos.

—Gracias por traernos –el rubio sonrió dándole una mirada de apoyo a su amigo —Espero la noche termine bien para ustedes, nos vemos, chicos.

Con un par de sonrisas incómodas como respuesta el canadiense dio media vuelta para salir aún sin soltar el saco de su novio, el frío le enrojeció las mejillas y lo hizo abrazarse a sí mismo mientras escuchaba el auto partir a su espalda.

—Tienes frío. –Hendery murmuró restregando su ojo derecho antes de, con movimientos torpes, quitar su saco y pasarlo encima de los hombros de Mark. El mayor quiso quejarse por ello pero cuando tuvo los brazos ajenos envolviendo su cintura y atrayéndolo más cerca sólo pudo atinar a corresponder el abrazo. Estaban frente a su casa, habían quedado en que Hendery dormiría ahí ese día para no molestar a DoYoung consiguiendo que su madre estuviese de acuerdo, estuvo algo renuente al inicio de dejar dormir a Mark con su novio pero al final lo había aceptado, como si alguien pudiese decirle que no a Wong Hendery.

Claro, su madre no esperaba que apareciera con el menor borracho y realmente Mark no sabía cómo explicar la historia ya que incluso para él parecía increíble, por lo que su nueva tarea era llevar a Hendery al cuarto sin cruzarse con su madre y sin futuras charlas o problemas. Le había dado mucha agua a su novio, de modo que al ir constantemente al baño la borrachera pasara un poco pero Hendery seguía igual de afectado y sabía que en ese estado era imposible que pudiese fingir estar completamente lúcido frente a su madre.

—Tengo sueño, cariño...

Sonrió apenas y se alejó para tomar la mano de su adormilado novio quien, con el cabello desordenado, los ojos empequeñecidos y sus mejillas sonrojadas por el alcohol o el frío se veía increíblemente apuesto, agradecía que estuviese siendo un ebrio hablador –uno que no podía dejar de cuestionarse cosas sin sentido como si los pájaros se sentían mal por no tener brazos– porque si estuviese coqueteándole en ese estado no sabía su posible reacción. Lo arrastró con cautela hasta la puerta y se giró antes de abrir al escucharlo tararear.

—Babe, I'm your candy... –Mark puso un dedo sobre sus labios pidiendo silencio, ya las luces estaban apagadas pero eso no quería decir que su madre estaba dormida, tenía que ser cuidadoso.

—¿Qué cantas?

—Algo del pollo.

El rubio se sintió aún más confundido pero acabó por suspirar y tomar las mejillas ajenas.