Los amigos de mi crush. 《JiChen》

RenJun va a terminar enamorándose

ChenLe se arqueó de inmediato quedando de rodillas frente a JiSung mientras RenJun se levantó de un salto asustado por el sorpresivo inconveniente, la secretaria no era estúpida, joder, quedarse ahí sólo le dejaría unir puntos pero el rubio se había paralizado a penas una simple palabra escapó de los labios de Park. Podía sentir la mirada de RenJun fija en su nuca como un láser, debía ponerse en pie y ambos debían huir pero no podía ni siquiera pensar en cómo levantarse, su amigo miró al frente y pudo entender con sólo un quejido de su parte que el chino había entendido su reacción. Y seguro se había puesto peor.

Park JiSung, Na JaeMin y Lee JeNo estaban frente a ellos, JeNo sostenía a JaeMin mientras uno de los pies de Na estaba vendado, al parecer venían de tener educación física, faltaba poco para iniciara la última hora de clase y el menor sabía que con cada segundo que pasaba estaba más cerca de ser descubierto pero sus ojos sólo podían estar fijos en el castaño frente a él. Esos ojos filosos lo escanearon lentamente y joder, ¿por qué siempre parecía que quería comérselo? Ya comenzaba a asustarlo y la sonrisa coqueta que comenzó a crecer en los labios rojos por la chupeta en su mano estaba definitivamente moliendo su cerebro.

ChenLe se odió por tener la manía de fijarse en cada detalle en el momento en que sus ojos pasaron por el cuerpo ajeno detallando su apariencia. El alto estaba usando un short deportivo color vino como el de todos junto a una camiseta blanca que se ajustaba bastante bien a su cuerpo gracias al sudor, su cabello estaba mojado y la chupeta, como algo habitual, estaba en sus manos. Al parecer sí había conseguido un dulce, JiSung casi siempre tenía una chupeta o un caramelo cuando lo veía casualmente en su día a día.

Claro. Super casual.

Quiso preguntar qué mierda hacía ahí cuando la idea de que el mayor lo siguiera cruzó su mente pero declinó la idea al recordar a JaeMin que observaba todo confuso mientras se apoyaba en el azabache no expresivo, estuvo a punto de levantarse y huir hasta que JiSung lo evitó al ponerse en cuclillas frente a él, chupar profundamente el caramelo para luego sacar la chupeta de su boca dejando sus labios rojos y brillantes mientras sonreía para él.

—He pensado que estarías de rodillas frente a mí pero esta no es necesariamente la forma en que lo imaginé –el castaño pasó sus dedos delicadamente por su cabello como si estuviese recogiendo algún mechón suelto y pasándolo tras su oreja. Las mejillas del menor hirvieron tanto de rabia como de vergüenza al chocar su mirada con esos orbes oscuros. Maldito casi adulto que lo hacía sentir de esa forma tan estúpida cuando debería golpearlo —¿Quieres saber de qué forma nos imaginé?

—¡Eres un cerdo!

Chilló indignado y empujó al castaño por el pecho haciéndolo caer de espaldas por la sorpresa de su empuje, el alto sacudió su cabeza y observó los ojos enojados y las mejillas rojizas del más pequeño, sus ojos básicamente lo aniquilaron en ese instante. Rápidamente se colocó de pie siguiendo al menor que se había levantado y girado dispuesto a irse de ahí con la rabia como motor.

—ChenLe, yo, lo siento –el menor sintió su muñeca ser aprisionada tan delicadamente que por un segundo creyó que era su imaginación, pero no, ahí estaba Park JiSung rodeando su piel con ojos arrepentidos puestos sobre él. Estaba molesto, sorprendido y sentía unas ganas brutales de golpear al mayor, ¿en serio no pensaba lo que decía antes de hacerlo? Lo había rechazado mil veces por comentarios así pero el castaño parecía empeorar en vez de dejar de hacerlo —Hottie, soy un idiota...

—Deja de decirme así y acaba con este jueguito, Park JiSung, busca otro capricho y a mí déjame en paz.

El rubio se soltó dándose la vuelta y salió de la oficina sin pararse a pensar en que JiSung gritó que no era un capricho y las miradas que JaeMin y JeNo le dedicaron, además de que ignoró las preguntas insistentes de la secretaria mientras salía de ahí completamente solo ya que, en algún momento de su discusión RenJun simplemente había desaparecido. Salió con sus puños apretados y sin siquiera mirar atrás, su cuerpo temblaba y su corazón latía desesperado, eso no podía ser posible.