La semana de exámenes pasó tan rápido como llegó, hubo demasiada tensión y preocupación entre él y su grupo de amigos, tenían una rutina impuesta, saludo matutino, pruebas, estudiar en el recreo y comer algo liviano, pruebas, estudiar en el almuerzo, probablemente prueba y la libertad finalmente. Los tres primeros días siempre eran los peores ya que solían tener hasta tres pruebas en un mismo día lo cuál era pesadamente agotador pero los nueve habían podido sobrellevarlo.
Acostumbrarse a los nuevos integrantes de su grupo fue ridículamente sencillo, XiaoJun y él se apoyaban mutuamente en casi todo, JaeMin era un amor como JiSung había dicho y JeNo si era algo imbécil –o eso creía cada vez que tenía que salvar a XiaoJun de un mal momento– pero era gracioso y cuidaba mucho de JiSung, eso le gustaba.
Y JiSung era, bueno... era una caja de sorpresas.
Desde ese lunes en que había dejado un chocolate en sus manos no había dejado de sorprenderlo, era muy atento y algo atrevido pero comenzaba a creer que era parte de su encanto natural, que cualquiera podría caer por el alto. Al menos de eso trataba de convencerse cada vez que comenzaba a sentirse ansioso por verlo y nervioso cuando lo tenía cerca, trataba de que el alto no se diera cuenta porque estaba seguro de que en el momento en que JiSung notara lo que le hacía sentir, la batalla estaría completamente perdida, y ChenLe quería luchar un poco más. Conocerlo un poco más, entenderlo un poco más.
Y quizá enamorarse un poco, tal y como JiSung había dejado en claro al inicio de esa semana. Era gracioso, algo vulgar y le gustaba robarle el aliento al ser demasiado impredecible pero ChenLe comenzaba a volverse adicto a esa sensación, a no esperar nada y que JiSung hiciera o dijera algo que lo dejara sin palabras.
Con el término de la semana de exámenes también llegó su cumpleaños, que había empezado realmente bien. Despertó un poco más temprano con su madre sosteniendo un pastel y cantándole un feliz cumpleaños, ambos con ojos aguados pensando lo mismo. Lo extraño. Pero dando su mejor sonrisa para el otro porque a fin de cuentas, eran todo lo que tenían.
Laym en su lugar le dio mucho amor emocionada al ver las velas del pastel, fue la segunda y última por mucho rato ya que las felicitaciones de sus amigos llegaron conforme ellos llegaban al instituto. RenJun y DongHyuck siendo los primeros hicieron una pequeña carrera para declarar a un ganador, el más pequeño escabulléndose y metiéndole el pie a DongHyuck para hacerlo caer... cayendo en el proceso. Su mañana de cumpleaños comenzó con risas, una discusión absurda y dos de sus mejores amigos insultándose desde el suelo. Escuchó a RenJun decir algo en chino que le hizo soltar otra carcajada.
—No puede ser que sea tan idiota como para caer intentando hacerte caer, tienes una suerte de puta madre, DongHyuck.
—Escuche puta y más vale que no me lo estés diciendo a mí o esta puta limpiará tu cochina lengua con el pavimento.
RenJun le arrojó el chaleco con demasiada fuerza a la cara.
—¡No te insulte, idiota!
—¡¿Y cómo quieres que entienda?! Soy coreano y el chino es un shusheo loco, soy bonito, me gano al público, tengo una gran voz y éstas piernas, no puedo también saber chino, RenJun –DongHyuck entornó sus ojos antes de cruzar sus brazos —No se puede ser perfecto, así que deja de hablarme en shusheos, niño, me confundes.
—Son increíbles – ambos detuvieron su discusión levantándose al recordar que estaba allí, limpiaron sus pantalones y entregaron sus regalos con rapidez y un breve abrazo. A pesar de la emoción del inicio ahora el par lo miraba con cautela, esperando no incomodarlo con esto de su cumpleaños y el hecho de que no tener a su padre por segunda vez lo ponía demasiado sensible.
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Los amigos de mi crush. 《JiChen》
Fanfiction"-¿Quieres meterte? -¿Entre tus piernas? Desde hace meses." Park JiSung no es necesariamente el chico más dulce del mundo (¿O si?) No tiene el mejor promedio, es simplemente uno de los delanteros en el equipo de fútbol de su instituto, para el mundo...