Los amigos de mi crush. 《JiChen》

Paso 1: Presentación

XiaoJun soltó un suspiro mientras volvía a ver su reflejo en el espejo esa mañana fría del martes, desde que se había hecho la coleta había mirado su reflejo unas quince veces y en el último minuto ya llegaba cuatro.

Su cabello rubio estaba lo suficientemente largo como para recogerlo en una coletilla tal y como había hecho el día anterior. No sentía que se veía mal y a JeNo parecía haberle gustado por lo que mientras observaba su reflejo no pudo evitar suspirar indeciso en lo que daba un golpecito a la coleta y acomodaba sus lentes.

Probablemente su indecisión tenía que ver con que no era la clase de chico que hacía cosas para verse lindo e impresionar pero era JeNo, una parte de él adoraba cuando lo miraba de esa manera, como si no hubiese nada mejor que detallar todos los detalles en su persona. Y cuando Mark había hecho la coleta con su cabello JeNo le dedicó esa mirada a un nivel que no había conocido hasta la fecha, eso le gustaba mucho.

—¡JeNo llegó, XiaoJun!

Dejando atrás su idea al acobardarse por el aviso de una de sus madres quitó la coletilla de un movimiento importándole muy poco haber tirado de su cabello y tomó su mochila a toda prisa junto a su teléfono. Tenía tres mensajes de JeNo seguro avisando que llegaría antes que siempre.

—Justo hoy él decide ser puntual –susurró para sí mismo y acomodó su cabello lo mejor que pudo dejando inconscientemente la coletilla en su muñeca mientras bajaba los escalones a toda prisa. Se detuvo antes de llegar al último y alisó su uniforme asomándose para ver a su novio y sus madres tener una conversación, seguro le preguntaban cómo estaba y lo elogiaban como siempre. XiaoJun sabía que JeNo era hermoso pero a veces sentía que si sus madres lo seguían elogiando así se le subiría el ego y Dios, ¿Qué tal si se volvía tan presumido como JiSung? Seguro que a la semana lo mata.

Y ese día no solo se veía lindo, estaba excepcional con la americana sobre sus hombros y las manos en los bolsillos de la misma. Esa estúpida prenda lograba que cualquiera de ellos se viera masculino y grande, como si pudiesen protegerle de todo, con JeNo el efecto siempre resultaba ser más fuerte por obvias razones así que no pudo evitar sentirse nervioso, sonrió a medias y avanzó hasta su novio.

—Ya nos vamos~ –canturreó tomando la muñeca del azabache para arrastrarlo hasta la puerta—. Las quiero, volveré tarde ya que saldré con JeNo.

—Cuídanos al bebé, Jenito de amor.

Su novio sonrió avergonzado.

—Eso haré, no se preocupen –dando una reverencia el menor lo siguió afuera y entrelazó sus dedos cuando el viento sonrojó sus mejillas. A pesar de que el instituto no estaba necesariamente cerca podían llegar caminando juntos y así hablar un poco—. ¿Te regañaron?

—Por no haberme peleado –bromeó—. De haber sido suspendido ambas habrían estado preocupadas pero luego de explicar una posible excusa que tuviese relación con "ayudar a mis amigos" lo más seguro es que hubiesen estado tranquilas. Quizá hasta lo hubiesen celebrado, el que por fin saliera del caparazón, aun si no fuese de la mejor manera –rodó sus ojos y se pegó más a JeNo acariciando su piel con su pulgar—. Ellas pueden estar mostrando su lado amable y dulce a ti pero debes siempre tener presente que formaron mi personalidad –se señaló haciendo sonreír al azabache que lo veía interesado—. Y yo soy un peligro.

—Definitivamente eres un peligro para mí cordura –el menor admitió y alzó su mano para besar sus nudillos deteniéndose al mirar su muñeca, observó confundido la misma y giró su cabeza luciendo como un perrito. Y joder, quería que dejara de matarlo con cada pequeña acción—. ¿Y esto?

Mierda. Parpadeó lentamente al ver la coletilla y sintió sus orejas calentarse cuando trató de bajar su mano.

—Nada.