Cita inesperada

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Las 8:40, en viernes, día del baile de fin de período y XiaoJun estaba acostado sobre su cama, con el cabello mojado pegado a la frente y oliendo a limón por haberse duchado hace sólo unos minutos. Con un suspiro pasó un brazo tras su nuca pensando, estaba demasiado distraído, tanto por lo que JiSung haría esa noche como por lo feliz que estaba JeNo al despedirse, que sí, él quería que se divirtiera en el baile pero no por ello quería verlo brincar en un pie cuando no iban juntos luego de haber estado con cara de perrito regañado durante tanto rato.

No tenía sentido que se pusiera con esas cavilaciones pero no podía evitarlas, ni sentirse enfurruñado de pensar que JeNo, o había fingido estar mal porque no iba al baile (la menos probable), o había fingido que sí iría al baile cuando en realidad se encerraría toda la noche a jugar videojuegos como el obseso que era.

Casi podía imaginarlo acostado en su cama mientras juega y espera al llamado de JiSung, para fingir haber ido al baile o podría ser tan tajante de decir que no había ido porque, como había repetido días anteriores, no pensaba ir sin él.

Una sonrisa se le escapó y entornó sus ojos, él siendo parte de una historia de amor como protagonista, vaya sorpresa.

Sintió las gotas tibias bajar por su cuello por la reciente ducha mojar su almohada por lo que que, a pesar de la pereza que sentía, se estiró hasta tomar una toalla y empezó a secar su cabello con pesadez, sin prestar demasiada atención a lo que hacía, su mente específicamente concentrada en JeNo y en JiSung, los dos tipos que más problemas le habían traído en sólo unos meses. XiaoJun podía jurarlo, JaeMin era la mejor parte del combo.

JiSung estaba loco, perdidamente loco por Zhong ChenLe y lo que tenía planeado para ese día era la prueba mayor; cuando propuso hacerlo enojar, ya que de esa forma ChenLe no notaría lo que ocurría en su patio por estar pensando en matarlo, él mismo quiso asesinarlo a sangre fría. Pero luego de meditar la idea entendió que no era un completo desastre y que si JiSung se arriesgaba a hacerlo aunque que probablemente ChenLe no le hablara durante días, podía incluso ser una buena idea.

Eso, o se le estaba pegando la idiotez de JiSung.

Ay Diosito, por favor que no se le esté pegando su idiotez, él y JaeMin eran la esperanza de ese grupo. Se guardó una risa por sus pensamientos, quién diría que esos idiotas acabarían siendo sus mejores amigos, y JeNo, bueno, su futuro algo; más aún cuando en el pasado cambiaba de dirección si el hermano de Rosé y sus amigos venían por ahí. Ahora los tenía invadiendo su casa y les brindaba toda la ayuda y ánimo posibles para hacer algo como conquistar al difícil objetivo: Zhong ChenLe.

Pasó la toalla a su cuello, había sido un cambio para bien.

Escuchó toques en su puerta que lo hicieron romper la burbuja de pensamientos de un golpe, arrugó su nariz confundido, sus madres solían llamar después de los toques, ¿habría venido alguna de sus tias a visitar? Sabía que no podía ser ninguno de los chicos ya que por la hora seguro estaban en el baile y, en el caso de JeNo, seguro estaba preparándose para una partida antes de que JiSung lo llamara para realizar su plan. Rodó sus ojos al recordar sus últimas palabras.

《—Te aseguro que me divertiré como nunca hoy.》

¿Cómo pudo darse cuenta apenas ahora que JeNo en realidad no planeaba ir al baile? Era obvio que no pensaba ir sin él; ese hecho lo hizo sentirse orgulloso, contento y sólo un poquito enojado porque JeNo no le dijera la verdad.

—Gran idiota –murmuró para sí mismo, acomodó el gorro de su sudadera amarilla sobre su cabello y por detrás de sus orejas antes de abrir, sus pensamientos disipandose por completo por la vista. Parpadeó confundido ante quien lo recibió y acomodó bien sus lentes para asegurarse de que en serio veía al chico que se apoyaba con su hombro en el umbral de la puerta, y claro que estaba allí. Sus ojos curiosos sobre su atuendo y una sonrisa llegando a sus labios cuando no pudo controlar el sonrojo por estar usando un short negro en presencia del alto. XiaoJun cruzó sus brazos y arrugó el entrecejo ignorando el cambio de color en sus propias mejillas —¿No se supone que irías al baile?

Los amigos de mi crush. 《JiChen》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora