Montaña rusa de emociones

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Este capítulo está dedicado a: M_Chris_G, ken_es_gay y happimessun ♥♥♥♥

[* * *]

JiSung no estaba asustado por su charla con ChenLe. Nah, qué va.

Nah, qué va.

Nah, qué va...

Él estaba lo siguiente.

La pregunta del millón, ¿Cómo haría Park JiSung para librarse del odio hecho persona en que su bonito ChenLe se había convertido? Ni Dios podía responder.

Por ello estaba apoyado en el lavabo blanco del minúsculo baño, con las gotas frías de lluvia aún corriendo por su nuca y mojando el cuello de la camiseta blanca que, suponía, era de alguno de los padrinos de ChenLe al igual que el pantalón negro holgado que le llegaba a la pantorrilla. Su reflejo lo recibía con seriedad, y si pudiera moverse con mente propia probablemente estaría negando con decepción por lo que había hecho y por no asegurarse de revisar cómo estaría el clima. Su mente trataba de encontrar una salida aunque parecía inútil.

Debía explicarse, seguro que ChenLe no se enojaba taaaanto si le daba su explicación sincera, sin excusas: fui un idiota porque te quería sorprender, hottie pero ¿Cómo explicar cuando su mente estaba enredada como en ese momento? ¿Y si lo corría de la casa apenas el torreón de afuera acabase? Es que vaya mala suerte, si hubiese podido cantar la canción la noche tendría un final distinto... o de eso quería convencerse.

—Ya, Park, ni que fueras un cobarde –suspiró pasando sus manos por su rostro exasperado, asintió a su reflejó dándose algunos ánimos con la mirada aunque la verdad no confiaba mucho en el resultado de esa charla. Bajó la mirada hasta sus pantalones y chistó —Pareces que nos quedaremos llenos de soledad como la polla de JeNo, amiguito–

Dos toques en la puerta.

—¿Con quién hablas, JiSung?

—¡Nadie! –se apresuró a decir y abrió la puerta con avidez encontrándose con el menor de brazos cruzados, sus ojos escaneándolo desde el cabello mojado hasta los pies descalzos —Sólo pensaba en voz alta.

ChenLe asintió sin decir nada y se abrió paso al minúsculo cuarto de baño, cerró la puerta tras su espalda y dejó el secador negro pequeño que traía en manos sobre el lavabo.

—Siéntate –el menor señaló el váter y el alto obedeció de inmediato, en segundos tuvo una toalla sobre su cabeza que fue movida en diferentes direcciones por su acompañante para quitar el exceso de agua en su cabello.

Ahora comenzaba a sentirse una mierda.

Él había hecho a ChenLe suponer cosas horribles para hacerlo enojar y aún así el chino estaba cuidando de que no se enfermara al buscarle ropa y ahora secar su cabello, JiSung se merecía que lo hubiese dejado afuera por todo lo que le hizo suponer.

Bueno, la verdad no tanto pero él podía admitir haberse pasado de la raya y con toda la intención de hacerlo enojar...

ChenLe seguía con la mueca seria pero aún así secaba su cabello, JiSung relamió sus labios pensando, quizás el menor no estaba tan enojado como creía. Subió sus manos cauteloso hasta la cinturita ajena que era cubierta por ese acolchado pijama y mordió el piercing.

—ChenLe–

—No –el menor dio un golpecito a sus manos para que las apartara, sus mejillas comenzaron a tomar color y el ceño fruncido llegó a su rostro. Basta de espera, necesitaban hablar, JiSung no podía dejar que ChenLe siguiera molesto o triste durante más tiempo.

Los amigos de mi crush. 《JiChen》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora