Capítulo 45 ♡

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Admito que me equivoqué

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Admito que me equivoqué. ¿Okey? ¿Felices?

No debí besarlo en ese momento, ninguno estaba preparado para el caos que se desataría. Yo fui una tonta por confiarme en que estaba haciendo lo correcto y él... No, esta vez sí fue mi culpa totalmente.

Me sigue importando lo que la gente piense de mí, los comentarios de Olivia por aquel "romance secreto" (si se puede llamar así) que hace tiempo desarrollamos, y en especial, por más desesperante o absurdo que suene, me sigue interesando la visión que Ilay tiene de mí.

Porque es un idiota, pero ese idiota estuvo estancado en mi cabeza durante mucho tiempo.

Pude ver en sus ojos el desconcierto, al principio pensé que no le importaría, digo, sale con Savanna, ¿no? Pues la intriga lo obligó a permanecer parado allí, observándome todo el tiempo que le sostuve la mirada.

Para ser sincera, no tengo idea de lo que transmitían mis ojos. Ni siquiera entendía los sentimientos o lo que pasaba en el resto del lugar.

Hasta que Johann volteó y notó qué me tenía tan absorta. Su rostro luego del descubrimiento hizo revolver mi estómago. Él pensó que lo besé para darle celos a Ilay, no porque de verdad lo quería.

Quise explicárselo, mas la profesora entrando y los adolescentes enloqueciendo por lo que vieron desde la ventana, no dieron lugar para ninguna conversación.

—¿Por qué tanta revolución? —pregunta Chloe al llegar.

—No lo sé —miento volviendo a mis tareas.

Desde que Maia y Milan son algo oficial, ellos se sientan juntos en la esquina opuesta a la nuestra. Es extraño y un poco desquiciante sentarse junto a Chloe, pero es mejor que estar sola.

—¡Eso sí que es otra onda! —exclama Milan luego de que Olivia le cuente un secreto. Creo que ni tan secreto porque todos lo saben.

Ella lo golpea en el brazo por interrumpir el silencio que se comenzaba a crear. Sin embargo, a Johann no parece importarle demasiado. Sus manos están entrelazadas debajo de su mentón y sus ojos están fijos en un punto muerto. Luce pensativo. Eso da miedo.

¿Qué imagen tendrá de mí en este preciso instante? Quizás la de una resentida que quería demostrar que no le importa nada o la de una chica que se aprovecha de los sentimientos ajenos para usarlos a su favor. Probablemente tiene la misma imagen que tengo de Ilay.

Y mierda, me importa mucho más su pensamiento que él de los demás. ¿Es que eso está bien?

A la hora de que el segundo timbre suena, hago tiempo para quedarme aquí. Pienso que él querrá hablar conmigo, ¿no es así como suele resolver cada uno de sus problemas o inseguridades?

Pero no. En cambio, Olivia lo hace. Ella me arrastra a los baños de mujeres (que, raramente, están desocupados) y suspira. Tiene esa mirada de furia que pocas veces pude percibir de ella.

Sumergida en el arteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora