Lacey Bell huye de Johann como si fuera su asesino personal. Sin importar cuánto lo aparte, él regresa una y otra vez hacia ella por una razón ajena al resto: sus poderes mágicos.
Un día decide darle el beneficio de la duda y preguntar qué es lo que...
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AAAAAHHH Este es uno de mis capítulos favoritos, comenten si reconocen a la aparición estrella, necesito saberlo.
—¿Cuál creen que es el beso adecuado para una primera cita?
La interrogante de Maia me deja descolocada. Intento fingir que no mientras paso las perchas que están frente a mí. Esta vez sí me invitaron al centro comercial a comprar ropa y también traje dinero para gastar en ella. Es hora de que deje de ahorrar para cosas que ni yo sé. Ese colchón de dinero por si cualquier cosa sucedía ya se está perdiendo de tantas tiendas a las que entramos.
—El francés, obviamente —responde Chloe saliendo del probador con su vestido—. Escucha bien, hermosa, si no hay lengua, eso no es un beso.
—¿Alguna vez tuviste una cita?
—Claro que no, Mai, esas cosas son para gente que desea perder su tiempo. ¿Para qué charlar con una persona cuando está claro que eso es lo que menos quieren hacer? Si es que me entiendes —guiña un ojo desde el espejo hasta donde está ella.
—Es que no lo sé —suspira con frustración—. ¿Qué dices, Lacey? ¿Cómo debería besar un chico en la primera cita o cómo lo has hecho tú con Chad?
Simple. Nunca hubo beso.
—Eso —señala Chloe con un atisbo cínico—. ¿Cómo es el tipo de beso que le gusta a Lacey Bell? Jamás nos has dicho eso y ahora siento curiosidad. Ilumínanos.
¿Acaso hay más de dos tipos de besos? Yo sólo conozco el normal; así como patitos y el complicado; con movimientos de lenguas extraños que no pude experimentar hasta ahora.
Lo admito, estuve a menos de dos centímetros de besar a Ilay. Me arrepentí cuando sus ojos se cerraron y me di cuenta de que iba en serio, de que no estaba jugando cuando amenazaba con besarme. Me asusté y no me digan que no hubieran hecho lo mismo en mi lugar.
Por mi cabeza pasaba la idea de cuántas chicas le había tocado besar en su vida y el cómo notaría que era mi primer beso. ¿Qué si divulgaba esa información? No quería oír las burlas que me atacaron durante meses antes de estar con Chad.
—Pues, no tengo uno favorito. Con esto de estar enamorada cualquier contacto es emocionante y algo bonito de sentir—argumento con un falso cariño hacia mi novio—. Pero, ¿por qué tanta pregunta, cari? ¿Irás a una cita?
—Naaah —hace un ademán de manos para quitarle importancia y se concentra en las blusas que yo estaba mirando anteriormente—. Sólo estoy pensando en que quiero tener un novio y que debo estar preparada por si cualquiera me invita a salir. No quiero alejar a alguien en la primera cita por un beso incorrecto.
—Sigo pensando que tener novio te quita la libertad de besar a alguien más y tienes que poner mucho esfuerzo para que funcione. Mmm... no lo vale —declina la chica de ojos verdes volviendo a cerrar las cortinas y probarse otro vestido.
