CAPÍTULO 18
(Kylian)
Joder, joder y joder. Golpeo el volante una y mil veces. Estoy furioso. Las venas de mis manos sobresalen. No sé por qué coño he actuado así. Bueno sí que lo sé. Esa chica me gusta. Me atrae demasiado. Es diferente a las demás. No sé por qué mierda la he tratado de esa forma. ¿Tontería? ¿Cómo he podido decirle eso?
Fue un momento perfecto en el mirador, llevo días deseoso de besar esos labios tan carnosos y apetecibles que tiene y en cuanto lo hice recibiendo su respuesta besándome con las mismas ganas, me sentía en la gloria. No puedo hacerle ver lo que provoca en mí. Eso me hace débil. Si tanto dicen que es como yo, entonces jugará conmigo hasta que se aburra una vez que consiga lo que quiere. Yo lo he hecho mil veces. Además ella me confesó que le fue infiel al capullo ese, quien va encima detrás de ella.
Conmigo no va a conseguirlo, si ocurre algo será porque yo quiera, y siempre la dejare con ganas de más. Vendrá suplicándome como hacen todas pidiéndome más de lo que yo quiero darle. Continúo por la carretera a toda velocidad sonando a todo volumen la canción de "Personal Jesus" de Marilyn Manson, retumbando en mis oídos. Siento como la adrenalina recorre mi cuerpo y más piso el acelerador mientras continuo pensando en esta chica insufrible.
Fijo la mirada en el asiento del copiloto durante unos segundos y veo tirada en él mi camiseta, con la que ha pasado horas rozando su cuerpo y me odio por habérsela arrebato. Sé que le gusta mi ropa, ya me ha robado varias prendas puesto que a lo tonto no me las devuelve. Joder estaba preciosa esta mañana, la he observado durante horas como siseaba mientras parecía que soñaba algo. Su pelo cubría parte de mi almohada mientras sus brazos se situaban encogidos cerca de su estómago y sus muslos quedaban al descubierto por culpa de llevar solo mi camiseta encima.
No se ha movido en toda la noche después de su confesión, cosa que me pone aún más furioso. No soporto lo que me contó anoche y lo peor es que no sabe que lo contó. Cuando lo hizo aún estaba bajo los efectos del éxtasis y del alcohol. Después de todo lo que tomó no se ni como llegó a mi casa aun de pie. Recordando su cara al decirle que parecía una leona me hace relajarme un poco y hace aparecer en mi rostro una pequeña sonrisa, justo cuando mi móvil comienza a sonar.
Numero oculto aparece en la pantalla de mi móvil el cual saco con dificultad del bolsillo de mis vaqueros mientras continuo conduciendo. Ello me cabrea aún más, ya van cuatro llamadas en lo que lleva el día y no pienso cogerlo, se perfectamente de quien se trata. Lanzo mi móvil al asiento del copiloto junto a mi camiseta blanca a la vez que maldigo y suspiro soltando todo el aire de golpe.
Al aparcar en mi casa me quedo un rato más permaneciendo en el asiento y admito que no me apetece estar solo o pensaré demasiado en todo. Vuelvo a arrancar el motor y voy en dirección a casa de mi abuela, quien es la única persona en que confío y que conoce todo sobre mí.
- Hola... - le saludo cabizbajo sin poder esconder mi estado de animo.
- ¿Otra vez, hijo? – me pregunta apenas susurrando.
- Sí.
- ¿Estás seguro de que no quieres contestarle?
- Más que seguro, abuela. Hablemos de otra cosa por favor. Necesito distraerme.
- Tus padres me han llamado esta madrugada. Ya sabes, por el cambio de horario. Me han contado que están genial. Han recorrido todo el norte de Inglaterra.
- ¿Por la gira del grupo? – pregunto.
- No, esta vez se han permitido unas vacaciones. La gira está paralizada. Isabella tiene una fractura en la muñeca y no puede tocar la guitarra, de modo que se han dado unas pequeñas vacaciones. Cosa que a Ronald no le viene nada mal tampoco.
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CONFESIONES
Teen Fiction(COMPLETA) Zoe y Kylian, dos jóvenes que viven sin tener en cuenta las consecuencias que pueden traer sus actos. Pero cuando sus caminos se cruzan, ya nada vuelve a ser lo mismo. Demasiados secretos, demasiado que confesar. ¿Serán capaces de seguir...