CAPÍTULO 36
(Kylian)
- Llévatela de aquí – me pide Sabrina.
- Vamos fuera – digo arrastrándola conmigo ya que ella no reacciona.
Camino deprisa tirando de ella para alejarnos de esa casa con Lisa dentro. Otra vez ha ocurrido. Otra vez parece que Zoe no está aquí aunque su cuerpo sí. Su mente ha desaparecido Dios sabe dónde. Me asusta verla en ese estado. Entramos en la carretera y andamos un poco más despacio, aparte de seguir un poco ida también veo que esos zapatos no le dejan caminar más rápido. Me pongo a su altura para andar ambos a la misma velocidad y la observo. Su respiración es agitada. Sus pupilas están muy dilatadas y le tiemblan las manos.
- ¿Tienes frío? – le pregunto.
Sin decir ni una palabra, responde que sí, afirmando con su cabeza sin mirarme. Me quito la camisa de cuadros que llevo puesta encima de mi camiseta y se la pongo por los hombros a la vez que paralizo mis pies obligándole a ella a hacer lo mismo y la abrazo.
- Zoe vuelve, por favor – le susurro al oído.
Noto como sus manos suben por mi espalda y me aprietan con fuerza. Esa sensación me gusta. Me deja ver que está volviendo, aunque siga sin decir nada. Nos quedamos en esa posición unos segundos hasta que rompe el silencio.
- Lo siento – le escucho decir.
- ¿Qué? ¿Por qué? – pregunto algo confuso.
- Diría que nos he delatado ¿No crees?
- Eso no importa ahora, Zoe. Además creo que no podríamos ocultarlo por mucho tiempo. No puedo estar en la misma habitación que tú y no estar tocándote ¿Sabes? – le confieso – voy a acabar volviéndome loco.
- ¿Pero qué ocurre con tu hermano? – dice mirando a sus zapatos.
- No pensemos en ello ahora – le recomiendo – vamos, móntate en el coche.
Me cuesta deshacerme de sus brazos y me dirijo al asiento del conductor dejándola entrar en el del copiloto. Parece agotada, odio verla así, prefiero mil veces verla cabreada, gritándome e intentando pegarme.
Una vez que estamos en marcha observo como se fija en su puño manchado un poco de sangre.
- En la guantera hay toallitas, puedes limpiártelo.
Me hace caso y en unos segundos ya tiene sus nudillos limpios.
- ¿Por qué lo has hecho?
- ¿El qué?
- Dejarme que le pegara, podrías haberme apartado desde un primer momento, estabas a mi lado y has dejado pasar un rato hasta sujetarme y quitarme de encima de ella.
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CONFESIONES
Подростковая литература(COMPLETA) Zoe y Kylian, dos jóvenes que viven sin tener en cuenta las consecuencias que pueden traer sus actos. Pero cuando sus caminos se cruzan, ya nada vuelve a ser lo mismo. Demasiados secretos, demasiado que confesar. ¿Serán capaces de seguir...