CONFESIONES

CAPÍTULO 27

CAPÍTULO 27

(Zoe)

Después de tardar unas tres horas recogiendo y limpiando mi casa entre Mike, Sabrina y yo, todo quedó completamente perfecto. Nadie diría que la noche anterior hubo fiesta en casa. Por suerte no hubo desperfectos y nadie robo ni rompió nada valioso que sepamos. Mi dormitorio estaba en perfecto estado salvo por toda la ropa que Sabrina había esparcido por la habitación antes de dormirse. El jardín trasero fue lo más complicado de limpiar pero entre los tres no se nos ha dado mal.

Unas horas más tarde Mike salió de casa para reunirse con unos amigos y después de que Sabrina y yo nos contáramos todo lo que sucedió en la fiesta decidimos dar una vuelta por la ciudad buscando algún sitio donde tomar algo relajadas para continuar hablando del día anterior. Una vez más no le conté a Sabrina exactamente lo que pasó, ella cree que simplemente nos enrollamos. Por su parte, ella me contó para mi sorpresa que ni siquiera llego a hacer eso en la fiesta, simplemente se perdió entre grupos de chicos y chicas hablando de su futuro en la universidad, la verdad es que nunca lo habría imaginado.

Cuando me encontraba en la barra pidiendo un coctel sin alcohol mientras esperaba a Sabrina quien había entrado en el baño, no me imaginaba a quien acabaría encontrándome. Estaba en lo alto de un taburete con las piernas cruzadas colgando cuando note como alguien posaba su mano en mi hombro.

- ¡Vaya! Mira quién está aquí... - dice Dan con una sonrisa encantadora.

- ¡Hola! – saludo mostrándole mi mejor sonrisa.

- Me alegra encontrarte en más sitio que no sean fiestas universitarias – dice.

- Es cierto, me sorprende verte por aquí.

- Estás cañón con esa ropa... - dice haciéndome un repaso de abajo a arriba.

Mis piernas están cubiertas por unos vaqueros cortos, altos, de un tono oscuro y por dentro de ellos llevo una especie de bodi negro de tirantas finas muy ajustado. He tenido que usar un cinturón ancho para sujetarme un poco más los vaqueros y hoy he decidido ponerme mis botas de cordones de color negras. Mi cabello se ha secado al aire de modo que está un poco ondulado pero bastante abultado. Me halaga que me piropeen pero a la vez me hace sentir algo incómodo por no saber qué contestar o que cara poner.

- Gracias- digo con una sonrisa falsa.

- He venido con unos amigos, ven con nosotros.

- Estoy esperando a Sabrina, está en el baño – le explico.

- Pues que cuando salga se una a todos – sugiere y yo no puedo negarme.

Dan recoge con una sola mano dos botellines de cerveza mientras yo recojo de la barra mi coctel de frutas. Caminamos unos pasos uno al lado del otro hacia una parte del local y Dan coloca su brazo rodeando mis hombros a la vez que me piropea de nuevo.

- ¡Chicos, mirad a quién me he encontrado! – grita con una sonrisa en la boca.

Mi sonrisa falsa continúa reflejada en mi cara hasta que giro mi cabeza hacia el grupo de chicos sentados alrededor de la mesa alta y me encuentro a Kylian mirándome con los ojos muy abiertos como si hubiera visto a un alien. No parece muy contento de verme. Esta situación es de lo más extraña. Nada más verle creo que se me han iluminado los ojos pero al ver su reacción siento decepción. 

Noto que esto no va a acabar bien. Los gestos no son suficientes y me decido a hablar para fijarme en sus respuestas. Les saludo a todos en general con un simple "hola" recibiendo por respuesta saludos por parte de todos excepto por mi imbécil, quien ha girado la cara hacia la mesa. Al parecer su botellín es más interesante que yo ahora mismo. Esta situación empieza a cabrearme.