CAPÍTULO 31
(Zoe)
No quiero que se despegue de mí por nada del mundo pero ese maldito ruido me asusta. Al menos ahora no estoy sola pero es un sonido extraño que proviene del jardín y quiero saber de qué se trata. Odio tener que apartar su cuerpo del mío, cada vez que lo hago noto como si me faltara algo, me hace sentir fría. Necesito saber si hay alguien ahí fuera pero obviamente no pienso salir yo.
- ¿Puedes echar un vistazo? – le pregunto susurrando.
- Zoe, seguro que no es nada... - comienza a decir hasta que ve mi expresión de decepción – Está bien... - dice tras un suspiro – pero vienes conmigo.
- Obvio, no pienso quedarme aquí sola tampoco.
- Ponte detrás de mí – indica.
Voy pisándole los talones a Kylian mientras caminamos cruzando la cocina hacia la puerta que lleva al jardín trasero. Una vez que el chico de ojos grises sale al jardín a oscuras me pide que me quede donde estoy mientras él va a echar un vistazo al lateral de la casa, ya que hemos visto una especie de sombras extrañas moverse. Por una vez le hago caso y permanezco donde me ha dicho, justo al lado de la puerta de espaldas a la pared.
Antes de salir le ofrezco un bate de béisbol de mi hermano que guarda en un armario de la entrada. Kylian desaparece y yo intento moverme lo menos posible quedándome donde me ha pedido. No hemos encendido la luz de la cocina y está todo bastante oscuro, solo puedo ver lo que la media luna que hoy está en el cielo ilumina. Transcurren unos pocos minutos y Kylian no aparece por ningún lado.
Decido asomarme por la puerta de una forma silenciosa y escucho un fuerte golpe dejando un sonido de algo de metal. Susurro su nombre esperando una respuesta pero no tengo ninguna contestación. Por el susto vuelvo dentro y me coloco donde estaba antes. Observo como una sombra larga se acerca hacia dentro de la casa y mi corazón se acelera demasiado. Cuando noto un primer paso dentro de la cocina sin pensarlo le doy un golpe seco en la cara.
- Pero... ¿Qué coño...? – grita Kylian tocando con sus manos la zona donde le he golpeado.
- Dios, ¡lo siento! Pensé que eras un ladrón – le explico aun asustada.
- Joder muñeca, cuando quieres das fuerte...
- ¿Qué es lo que has visto?
- Zoe, tenías miedo de un puto gato callejero metido en el cubo de basura que tenéis en esa parte del jardín.
Creo que no puedo sentirme más estúpida que en este momento. Además de haberle golpeado la cara, me entero de que llevo horas asustada por un gato rebuscando en mi cubo de basura...
- Aun así seguiré cerrando con llave todas las puertas que dan a la calle – le informo.
- Créeme que si golpeas así a cualquier ladrón saldrá corriendo, tranquila.
Me hace gracia lo que dice porque significa que esta vez sí que le ha dolido mi golpe. Eso me enorgullece. Enciendo la luz de la cocina ya que tengo el interruptor justo al lado de mi cuerpo y al iluminarse la habitación me doy cuenta de que Kylian tiene algo de sangre en el labio. Mierda. Cada minuto que pasa lo empeoro más. Me acerco a él y me fijo mejor en su pequeña herida.
- Creo que deberías mirarte eso en el baño – le digo señalado su boca.
Sin decir nada le indico que me siga hasta la planta de arriba para ir al baño ya que yo nunca suelo entrar en el de abajo. Supongo que se trata de una manía. Esta vez es Kylian quien va pisándome los talones mientras subo cada escalón y me dirijo hacia el baño que hay al final del pasillo.
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CONFESIONES
Teen Fiction(COMPLETA) Zoe y Kylian, dos jóvenes que viven sin tener en cuenta las consecuencias que pueden traer sus actos. Pero cuando sus caminos se cruzan, ya nada vuelve a ser lo mismo. Demasiados secretos, demasiado que confesar. ¿Serán capaces de seguir...