CAPÍTULO 46

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CAPÍTULO 46

(Kylian)

Al despertarme y ver que Zoe no está a mi lado me asusto, hasta que recuerdo lo que me dijo antes de que me durmiera y por el leve sonido de la televisión que viene de la planta de abajo intuyo que está ahí. No me molesto en colocarme ni siquiera una camiseta por encima, hace calor, de modo que paso por el baño y después bajo en su busca.

- ¡¿Qué haces aquí?! – grita con el ceño fruncido.

- No pretenderás que me quede todo el día en esa cama sin ti...

- Kylian, el médico te ha mandado reposo.

Me acerco lentamente hacia ella hasta sentarme a su lado en el sofá.

- ¿Qué estás haciendo? – le pregunto al fijarme en un álbum de fotos que tiene colocado entre sus piernas.

- No voy a conseguir que hagas reposo ¿Cierto? – pregunta rindiéndose.

- Me temo que no – contesto intentando ocultar una sonrisa - ¿De dónde has sacado eso?

- De esa estantería – señala con su cabeza – no he podido contenerme, lo siento – dice algo avergonzada.

- ¿Por qué te gustan tanto las fotos? – pregunto mientras le quito lo que sujeta entre las manos y lo coloco de nuevo en su sitio llevándome conmigo otro distinto para ofrecérselo – Ese era muy aburrido, este te gustará más.

- Gracias – dice recogiendo con sus manos el nuevo álbum– Me gustan porque son recuerdos.

- Zoe, los verdaderos recuerdos no están en las fotos, están en el corazón – mis palabras provocan ese color rojizo de sus mejillas que tanto me gusta.

Mi chica permanece callada observando detenidamente cada una de mis fotos de cuando era pequeño mientras yo la observo a ella y me apunto una nota mental de no volver a dejarla sola. Me fijo en la zona donde la golpearon y por suerte apenas tiene nada, simplemente tiene una parte algo más oscura pero mañana ya no debería tener absolutamente nada. 

Por un momento todo lo que me contó anoche me viene a la mente haciendo que mi expresión cambie a tristeza. Imaginarme una Zoe pequeña sufriendo de esa manera sin culpa alguna me rompe el corazón. Sigo pensando en cada uno de los detalles que me confesó sobre su pasado y me hace estremecerme consiguiendo que incluso de golpe mi piel sienta un escalofrío.

- ¿Kylian? ¿Me oyes? – pregunta Zoe pasando su mano por delante de mis ojos.

- Sí, sí – respondo sonriente – dime.

- Te he preguntado que si me mandas las fotos que nos hicimos con tu móvil.

- Ah sí, mi móvil está encima de la mesa, cógelo.

Ella se inclina para cogerlo y me lo da para que se lo desbloquee utilizando la huella de mi pulgar y entra en la galería en busca de nuestras fotos juntos. La observo mientras lo hace y noto como se tensa al ver un alto número de fotos de chicas en fiestas. Me espero para ver si va a decirme algo pero simplemente se queda mirándolas todas sin meterse en cada una con cara de decepción, de modo que tengo que intervenir.

- Una vez más, no es lo que estás pensando – le digo – fíjate bien en todas y cada una de esas fotos.

Mi chica se mete en la primera que aparece en la galería, se trata de dos chicas rubias que admito que tienen un cuerpazo pero lo que a mí me interesa de la foto está detrás de ellas. Al ver que Zoe sigue sin percatarse utilizo dos de mi dedos para aumentar la foto justo hasta donde quiero. Ahora en la foto se ve a una Zoe divirtiéndose, bailando moviendo su pelo y con una sonrisa enorme. Abre otra foto y de nuevo aparece detrás de una pareja con uno de esos vasos rojos en la mano mirando hacia su amiga mientras la escucha contarle algo, sus mejillas están sonrosadas por el alcohol.

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