Las manecillas del reloj parecían no moverse, iban tan lento que sintió que había dormido por horas, cuando apenas si logró conciliar el sueño un par de minutos.
tic-toc, tic-toc, tic-toc.
Ese era el sonido que resonaba en su cabeza gracias al reloj viejo de pared que estaba en la sala.
Sus ojos estaban cansados, sentía que dormía pero no lo hacía en realidad, era otra de las noches en la que esperaba hasta tarde a su esposo. Movió sus dedos instintivamente al ritmo del reloj, para combinarlo con el pequeño golpeteo de las ramas a la ventana, como si hacer una melodía en su cabeza le fuese de ayuda.
En la oscuridad pudo ver las luces del auto llegando, pensó que era tiempo de cortar el pasto y un viejo recuerdo se cruzó en su mente.
Era un día de verano, JinYoung y él acababan de mudarse a aquella casa, parecía que mucho tiempo había pasado desde que alguien la habitó y como primer trabajo en casa decidieron cortar el pasto.
Pero como era costumbre, JaeBeom era quién realizaba la tarea mientras su esposo colocaba una silla de playa y disfrutaba de un jugo de naranja frío. Ambos soltaban bromas subidas de tono alentando a que en cuanto acabase de cortar el pasto con la pequeña podadora, que habían pedido prestada, tuviesen un momento íntimo.
La puerta se abrió y le dio la bienvenida a Jinyoung, sus ojos se conectaron por un momento y de inmediato Park apartó la vista, ignorándolo por completo para después sólo subir a la habitación que compartían.
JaeBeom se quedó un rato aun mirando a las escaleras, hundiéndose en el sofá, sólo tenía la mente y vista perdida en ese punto.
Cuando se dignó a moverse, encontró al menor mirándose al espejo, mirando su pecho y sus músculos que habían perdido solo un poco de masa corporal.
—¿No crees que me veo demasiado flácido?— preguntó.
La pregunta le tomó por sorpresa, se quedó un momento observando, la manera en que se movía de lado a lado tratando de lucir mejor en el espejo.
—Creo que de cualquier forma luces bien— admitió con una pequeña sonrisa, provocando que su esposo rodase los ojos.
De nuevo, no supo por qué pero pensó en las palabras de ese par, haciéndolo sentir inseguro de la nada..
—Voy a salir a correr en las mañanas— anunció, como si ya llevase más de un solo día pensando en esa posibilidad.
—¿Quieres que te acompañe?
—¿Quieres hacer ejercicio?
JinYoung conocía bien a su esposo, JaeBeom no era alguien propiamente que amase hacer ejercicio todo el tiempo, de hecho era preferente sino lo hacía, le gustaba cuidarse más respecto a su alimentación en dado caso que fuese necesario, porque según palabras de su esposo era alguien que además "flojo" para las actividades físicas, un tragón.
—Sí.
—Bien, si aguantas los cinco kilómetros, eres bienvenido.
¿Cinco kilómetros? Eso era demasiado para él, pero lo que fuese necesario para pasar tiempo junto con su esposo lo haría sin importar que.
ESTÁS LEYENDO
engáñame; jjp; markbeom [reescribiendo]
FanfictionLa relación de JaeBeom está en picada. Aún si lo niega constantemente sabe que su relación de más de cinco años se está viendo amenazada. Se casó con la ilusión de un final de cuento de hadas, pero ahora está envuelto en una lucha para mantener su...