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Era un sábado por la mañana, podía jurar que era demasiado temprano, al menos en su mente, cuando escuchó la puerta de su casa ser abierta. Aun con un increíble sueño se levantó a medias, tenía que ver quién era la persona que osaba entrar a su hogar, ya que, según él nadie tenía llaves, sus pies pesadamente se movieron, tratando de pensar en un plan de acción por si intentaban robarle, quizá tomar algo de la cocina o parecido no sería mala idea. Bajó con cuidado, tratando de ser silencioso pero la imagen que se topó frente a él fue inesperada, Jackson y JinYoung en su hogar, un sábado por la mañana.

Se quedó mudo, mientras los miraba moverse, buscando, al parecer artículos personales de Park, un horrible dolor en su corazón apareció, pero se mantuvo estable.

-¿JaeBum?- preguntó su ex-marido- disculpa no queríamos molestar...- rascó su cabeza, observándolo detenidamente, quizá un poco curioso por su cambio de apariencia. El mencionado se quedó ahí parado en las escaleras, sin saber exactamente qué hacer.

-Está bien.- apenas pudo decir.

-Solo vinimos por un par de cosas mías, ¿no es molestia que me las lleve?

-No.- observó cuidadoso a Wang el cual revisaba curioso algún álbum de fotos perteneciente de Park- llévate lo que necesites.

-Gracias...

Parecía que le iba bien, que estaba feliz y lleno, que había rejuvenecido un par de años, al menos eso pareció cuando su secretario se le pegó con una sonrisa gigante y comenzó a preguntarle cosas referentes a una foto. Resopló y optó por subir, no necesitaba que le restregaran en su cara su felicidad.

-JaeBum- le llamó cuando iba de vuelta a su habitación.

-¿sí?

-Me alegra que estés mejor.

Asintió queriendo casi queriendo gritarle ahí mismo, no lo hizo y en cambio le sonrió de manera melancólica y respondió un "me alegra que también lo estés tu".

Volver a dormir no era una gran idea, ya que se podían oír muchos ruidos provenientes de ese par y mirando la hora no era tan temprano como pensaba, así que decidió bajar para salir a desayunar o algo. Buscó entre sus cosas algo decente y optó por sólo ponérselo y salir.

Cuando estuvo a punto de bajar escuchó que tocaban la puerta de su casa, frunció el ceño y se preguntó quién más lo vendría a molestar, sin darle muchas vueltas al asunto bajo de nuevo y se topó con JinYoung abriéndole la puerta a Mark. Abrió los ojos desmesuradamente y corrió hasta ella, notando como JinYoung miraba sorprendido al menor.

-¡Mark!- saludó tomándolo de los hombros y moviéndolo a la salida.

-Yo...-apenas pronunció cuando vio como JaeBum cerró la puerta tras de ellos.

-¡Me alegra tanto verte!- habló, abrazándolo, quizá ya tenía con quién poder pasar su tiempo mientras su ex sacaba sus cosas.

Las mejillas del menor se colorearon, mientras aun en shock trataba de entender que pasaba, se quedó quieto y por instinto aspiro un poco de su aroma, tan suave y masculino.

¿Por qué había tenido esa reacción? Eso fue lo que pensó cuando se separó. JaeBum pareció reaccionar ante sus acciones, sintiendo el ambiente confundido.

-Yo... disculpa.- logró decir, sintiéndose de pronto apenado.

-No, no, no, está bien, no se preocupe.- talló su cuello, sonriéndole de manera tranquilizadora, tratando de bajar el rubor de sus mejillas.

-Llegaste en el momento indicado, sólo fue eso...- explicó.- ¿Quieres ir a desayunar algo? Yo invito.

Y así terminaron sentados en un restaurante pequeño, el cual JaeBum alardeaba que servía los mejores desayunos del lugar, y Mark no lo negó, sobre todo cuando tuvo su orden frente a él, un par de huevos, junto a una tostada y una tira de tocino simulando una carita sonriente.

-Lindo.- dijo cuándo lo obtuvo frente a él.

-El sabor es mejor.- respondió su profesor con una cálida sonrisa.- por cierto... ¿Por qué...?- comenzó a preguntar, queriendo saber el porqué de su visita inesperada

-Ah... Yo.- sus mejillas las sintió arder, porque realmente no tenía ninguna excusa, solo se había levantado de su cama con las ansias de verlo, pasó sus manos por su pantalón y sintió las llaves que estaban dentro de sus bolsillos, así recordando que aún no le devolvía la copia que le había facilitado BamBam para poder ir a verlo.- bueno, sus... llaves, ya sabe, cuando pasó todo eso, me quedé con las llaves... y no las había devuelto porque se me olvidó, y hoy las encontré... entonces...

JaeBum pareció entender sus razones, asintiendo, mientras lo decía. De inmediato el menor sacó la copia y se la extendió, su maestro las tomó, haciendo un pequeño contacto de su mano con la de Mark, haciendo que el menor deseara extender ese pequeño segundo.

-¿Sabes?- dijo después de algunos segundos- me alegra que hayas llegado.- sonrió, sintiéndose tonto por decirle eso a su alumno.

Mark no pudo evitar sonreír, deseando decirle algo de vuelta como "me alegra haber llegado", pero con su sonrisa supo que era suficiente como respuesta.

[...]

engáñame; jjp; markbeom [reescribiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora