engáñame; jjp; markbeom [reescribiendo]

programa para hombres solteros;

BamBam era un hombre visionario, al menos eso creía de sí, pero Mark creía que era un hombre bastante extraño.

Tenía unas ideas que podían parecen sacadas de películas de los noventas, aquellos filmes de los noventas que ya no eran vistos con regularidad, de esos donde habían transformaciones y hacían cosas que en realidad no sucedían en la vida real, pero Kunpimook era un hombre de sueños, y al parecer uno de sus sueños era hacer su vida una romcom.

Entró a la casa de JaeBeom con un sinfín de artículos, todos eran materiales para alguna especie de exposición, las manos las traía llena de diferentes cosas que Mark tuvo que levantarse del sofá y darle una mano, JaeBeom por su lado frunció el ceño, y observó paciente como se organizaba ese par, aún si los yesos acababan de abandonar su cuerpo, le era aún difícil darles movilidad, era algo tan raro que no sabía como moverse aún, por ello y porque sinceramente no quería ser mangoneado por su amigo se mantuvo en su lugar y solo observó como Mark tenía que soportar a ese hombre.

Un pequeño tripié, una pizarra y un par de cartas que anunciaban un plan por parte de Bhuwakul.

El título "nuevo soltero, nueva vida" adornaba una de las cartulinas, y con el título se podía resumir la presentación de más de media hora que les dio a los dos.

El plan era sencillo, JaeBeom debía volver a salir al mercado de solteros, para ello ebria asistí a citas a ciegas, descargar aplicaciones de la misma índole y lo principal para Kunpimook un cambio de etilo.

Tanto como Mark como JaeBeom podían notar ese entusiasmo en sus palabras cuando llegó al punto principal de su presentación, pero Lim no estaba convencido del todo ante tal estrategia.

-Bien, supongo que tengo que acceder a todo este plan sin queja alguna.

Su amigo ensanchó la sonrisa que ya tenía en los labios.

-Touche, no será tan malo, te gustará- notó la poca disposición del otro—, mira JaeBeom debes de continuar con tu vida, ¿no lo crees? O al menos demostrarle que puedes seguir adelante.

El otro rodó los ojos, no tenía la intención de ponerse a discutir en ese momento, quería estar tranquilo y terminar de ver la película que hace unos instantes estaba disfrutando en la comodidad de su sala.

-¿Por que piensas que no puedo seguir adelante?

-A eso no me refiero—, trató de encontrar las palabras correctas—, puede seguir, lo sé pero lo harás con tu vida de la misma manera y eso es deprimente.

-Actualizarme —soltó una carcajada—, si no soy un anciano BamBam.

-Pues lo pareces —refunfuñó —, ahora, con este plan puedes hacer muchas cosas, no ser como crecer musicalmente... ya sabes...

JaeBeom negó y rodó los ojos, no iba a caer en su juego.

—Eso ya es pasado Kunpimook.

-Sino fuera por aquel incidente...seguramente ahora serías un músico reconocido.

-Bien, bien, ya, cierra la boca y haz lo que quieras.

Mark presto atención a sus palabras sin entender de lo que hablaban, JaeBeom no parecía querer tocar más el tema y eso, por supuesto llamó toda su atención.

Era un tema sensible, era seguro, pero no quería preguntar, tenía miedo de hacerlo hablar de algo que no estaba cómodo, así que se mantuvo  calma, como solía hacerlo cuando se trataba de esos dos.

La idea siguió en su cabeza, y en su cabeza formó distintos escenarios relacionados al tema, Mark nunca pensó en JaeBeom dedicándose a otra cosa que no fuera ser maestro, ¿Acaso su ex-marido le había quitado alguno de sus sueños? Negó y volvió la vista a la presentación de BamBam.

Parecía emocionado, porque las ideas de su cabeza parecían no tener fin, incluso si su profesor decía que no, de la forma más agresiva y grosera que podía, Kunpimook encontraba la forma de tratar de convencerlo aunque no salía del todo bien, pero lo veía resignarse de alguna manera.

—No —JaeBeom de nuevo negó a otra de las propuestas.

—Tu no quieres hacer nada.

—pero dime, en que universo ir a un antro esta bien.

—Ni que tuvieras cincuenta.

Lim rodó los ojos, BamBam era así, siempre que le convenía algo lo sacaba a colación pero sino, no lo hacía, justo como su edad, algunas veces era un viejo, otras era lo bastante joven, no lo entendía, pero quizá el mismo estaba enfrascado en la idea de creer que era bastante grande para ciertas cosas.

Pensó en su estilo, en lo que hizo los últimos años después de casarse, con ropas holgadas y cómodas, sin prestar atención a verse mejor, y nunca lo pensó muchos pensaban que su estilo en sí era bueno, tal vez no debía hacer caso, ya que Kunpimook era un hombre de moda, por supuesto que para él lucía deplorable, y no lo culpaba, su estilo era muy extravagante comparado al suyo.

—No me voy a ir de aquí hasta que no aceptes hacerte algo.

—¿Dejarás de molestar si me haces un cambio de estilo?

Kunpimook saltó de alegría apenas escuchó una respuesta positiva, no iba a dejar que se arrepintiera.