engáñame; jjp; markbeom [reescribiendo]

sembler;

"Pensar en ti, es algo que odio, y de la misma manera algo que amo".

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YuGyeom estaba sentado en la misma mesa que Mark y YoungJae, estaban riendo, al menos ellos dos, porque Kim estaba preguntándose por décima vez que estaba sucediendo con todo el asunto del profesor y por primera vez agradeció la molesta presencia de Choi, observando como al menos lo distraía y animaba, haciéndolo reír con varías bromas que para él eran bastante simples y sin sentido, pero Mark era a veces demasiado simple, aunque siendo sincero el mismo hacía también ese tipo de bromas, quizá por el hecho de que Choi era quién las contaba le parecían sin sentido.

Sus ojos se posaron a mirar a todas las personas de la cafetería, tan tranquilas algunas otras apresuradas a comer, otras parlanchinas, entre otras cosas, sus ojos se vieron posados en el perfil de aquel estúpido profesor y los dos que hablaban cómodamente no lo pasaron desapercibido.

-Olvídalo Mark, por ahora.- pidió YoungJae, tratando de regresar a la conversación inicial.

-Realmente quiero golpearlo.- intervino Kim, mirando con odio al susodicho. 

-Gyeom...

-No me digas nada voy a...- Choi puso una mano sobre su muñeca, tomándolo por sorpresa.- Voy a golpearlo no me importa- continuó, levantándose de su asiento y quitando el agarre del otro, haciendo que los nervios de Mark se activasen.

-Oye...- intentó detenerlo.

-Esta bien, si vas tu se pondrá a la defensiva, yo lo investigaré ¿Esta bien?

-No creo que sea buena idea.- interpuso Choi.- es algo que ellos dos deben solucionar, no es tu asunto, ni mio, Mark sabrá cuando hablar con él, o en su defecto el profesor lo hará ¿Esta bien?

-Tiene razón Gyeom, deja las cosas así.

-Además dado el peor de los casos puedo terminar siendo el consuelo perfecto de Mark.- sonrió, haciendo que Mark lo mirase con burla.

-¿Ah si?- comenzó a reírse

-Claro, soy el prospecto perfecto de plato de segunda mesa.

-Oye no digas eso, eres perfecto como primer plato.- Choi lo observó y no pudo evitar soltar una carcajada por la forma tan tonta que sonaba lo que acababa de sonar.

Ambos se quedaron haciendo un par de bromas más respecto al tema, y Kim solo los obsevó de mala manera a ambos, molesto, aun más molesto que de costumbre.

-Debo irme, tengo clases de historia.- dijo después en forma de despedida.

-Uh, ¿El profesor Lee?

-Sí, y me odia ¿puedes creerlo? debo llegar a tiempo.- se levantó, e hizo un ademán con la mano, de lado a lado en forma de despedida, sonriendo tan alegre como siempre.

Apenas se fue y Kim no evitó soltar un bufido irritado.

-piidi tirminir siindi il cinsiili pirficti di Mirk.- arremedó frunciendo su rostro con desagrado, ganándose la atención completa de su amigo.

-¿Celoso?- se mofó, aun sabiendo que Kim no estaba interesado para nada.

-¿Celoso?- soltó una risa-¿Yo? claro que no, pero puedes verlo ahora, es como todos los demás, te dice me gustas, me gustas y velo al final... UGH- refunfuñó, apretando los puños.

-Yu...

-¡lo odio! ¡SE HACE EL INTERESANTE TRATANDO DE GANAR MI ATENCIÓN PERO EN CUANTO PUEDE SE PONE A COQUETEAR CONTIGO COMO IDIOTA!- explotó, dejando desconcertado al otro.

-YuGyeom...- trato de calmarlo.

-¡NADA DE YUGYEOM! 

-YuGyeom.- volvió a llamarlo, tratando de hacer señales discretas.

-¡Y YO QUE PENSABA  RECONSIDERARLO!

-YuGyeom.- repitió, un tanto nervioso.

-¿QUÉ?- lo miró y Tuan con una sonrisa nerviosa señalo ligeramente hacía su dirección.- YoungJae...

-Olvide mi teléfono...- escuchó la voz de Choi a sus espaldas, sintiéndose avergonzado, viendo como Mark bajaba la vista tratando de ocultar su sonrisa burlona y Kim enrogesiendose completamente.

Su suerte era realmente una joya, al menos eso sintió cuando Choi pasó y lo miró por un par de segundos sin decir nada y seguir su camino susurrando un ligero gracias, en definitiva el menor sintió que debían llamarle Kim mala suerte.

en cuanto se fue, Mark no pudo evitar sonreír, porque realmente ya se estaba dando por vencido con el asunto de juntarlos, pero al final Kim no era tan seco después de todo, aunque se preguntó cual era la razón por la cual lo estaba reconsiderando.

[...]