Après;

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"La culpa, solo es un efecto colateral del pecado".

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Su cabeza dolía como el jodido infierno, al igual que su cuerpo, abrió los ojos, siendo molestado por los rayos de luz que golpeaban con su cabeza, se incorporó lentamente, sintiendo su cuerpo desnudo y dándose cuenta que aquel lugar no era su hogar, cerró los ojos, rezando, pidiendo un poco de claridad.

-Buenos días, dormilón.- la voz de JinYoung hizo que sus ojos se abrieran desmesuradamente, encontrándolo solo con una bata puesta, trayendo el desayuno para dos.

Se quedó estático, con la boca abierta, empezando a obligarse a recordar, recordaba las botellas de alcohol, el viaje de regreso, pero lo demás simplemente era borroso, así que el pánico lo empezó a inundar.

-¿Que tienes? ¿Olvidaste que tuvimos sexo anoche?- se mofó con una risita cómplice.

-JinYoung, tienes pareja, yo tengo una, ¿Por qué dejaste que pasara?- el menor lo miró de manera cínica.

-¿No te gusto?

-¡No! Ni siquiera lo recuerdo.- escupió, comenzando a sentir vergüenza de su cuerpo desnudo, tapándolo inmediatamente.- ¡CARAJO! ¡CONFIÉ EN TI!

Comenzó a moverse rápidamente, en busca de su ropa, pensando solamente en volver a casa.

-Vamos Jae... no te pongas tal repulsivo, anoche estuviste de acuerdo.

-¡NI SIQUIERA VERGÜENZA TIENES!- le escupió.- ¿Y si Jackson se entera? ¿Ah? ¿Qué vas a hacer?

-¿Y si Mark se entera?- preguntó de vuelta, con una sonrisa, una sonrisa que JaeBum llegó a conocer en su juventud, cada que JinYoung tenía el arma para defenderse, tenía esa sonrisa torcida y retadora, hipócrita, oscura, cada que la veía sentía que no era él, justo como ahora.

-Mark no se va enterar, porque no paso nada.- respondió, colocándose los pantalones.

-¿No? Bueno, entonces Jackson no se enterará porque no pasó nada.- acordó, haciendo que el mayor se sintiese aun peor.

Se colocó a medias su camisa y salió casi corriendo de ahí, asqueado de la situación.

Más que nada, asqueado de si mismo.

Culpa.

pecado.

Ambos tomado de las manos, relacionados, jugueteando entre si, dicen que si no te sientes mal por haber hecho algo, entonces no es un pecado, pero, si sientes culpa, estuvo mal, llevándose entre los dedos el pecado.

En la vida solo existe un solo pecado: el robo.

Cuando matas a alguien, le robas a su familia, a sus hijos, a su pareja, le robas el derecho de tener a esa persona en sus vidas.

Cuando mientes, robas el derecho de la verdad.

JaeBum estaba robando, lo sabía, porque la culpa era palpable, estaba pecando, no sólo a alguna figura divina, sino a si mismo, a sus propios principios.

Le robaba el derecho de la confianza a Mark.

El derecho a la verdad.

El derecho de la fidelidad.

No debió.

Aquella persona que dejo en esa habitación de hotel no era el hombre del que una vez se enamoro perdidamente, o, quizá se había perdido tanto en sus sentimientos que nunca se dio cuenta de ello.

Somos ciegos, al nivel que deseemos.

Cuando amamos a alguien o algo, siempre tendrá justificación, como una relación tóxica, justificamos sus actos sin importar que tan malos sean, quizá eso había hecho todo ese tiempo.

Llegó a su casa, se metió a la ducha, y se quedó lavándose, como si ello pudiese quitar la suciedad que sentía, pero el jabón y agua no pueden limpiar la suciedad del alma y conciencia.

Apenas salió, tratando de arreglar su mente, optando por comer algo, pero en ese preciso momento escuchando que tocaban su puerta, no tenía ni siquiera preguntarse quién era, la imagen sonriente de su novio estaba ya en su cabeza.

Le abrió, sin mirarlo a los ojos, solo abriendo y dejándolo pasar, sin querer ver aquel rostro tan celestial, porque no era digno de ello.

-¿Estas bien?- preguntó curioso y apretando los labios, siguiendolo.

-Sí, sí.

-Sí es porque me fui, disculpa, no estabas en casa cuando me desperté, así que mejor fui a casa ya que no sabía a que hora regresarías.- Su profesor apretó los labios, Mark se estaba sintiendo culpable por algo que no tenía nada que ver.

-No, no, esta bien... sólo... me duele la cabeza.- inventó.

-Ya veo...- su rostro se frunció en preocupación.- supongo que quieres descansar...

-Sí.

-Espero que te haya ido bien con JinYoung.

-¿Qué?- el panico lo invadio.- ¿quién te dijo eso?- cuestionó, de manera ansiosa.

-Nadie.- respondió dándo un salto.- sólo lo supuse, te dije que tenías que hablar con él, y como no me avisaste sólo lo supuse

JaeBum se refregó el resto con las manos y negó.

-Ya veo, perdón, sólo...- se sentía como un maldito ansiado, nervioso tipo. Culpable mejor dicho.

-Esta bien.- le brindó una sonrisa.- si quieres hablarlo, lo hablaremos cuando te sientas más cómodo y puedas hacerlo.- ofreció

JaeBum quiso echarse a llorar, arrodillándose y pedirle perdón.

-De acuerdo, ¿Sabes? Tengo sueño, voy a ir a dormir.- respondió a cambio.

Mark asintió y solo lo vio subir a su habitación, viéndose preocupado por su novio, pensó que realmente se enfermó, porque hasta la manera en que lo trato había sido muy distante, como si no quisiera que se acercase, quizá realmente le dolía la cabeza o algo parecido, aunque no era la reacción que espera, JaeBum no se portaba de ese modo regularmente, ya lo había cuidado una vez, de hecho, había sido mucho más cariñoso, como si cuidase a un niño pequeño, llenandolo de mimos y besos, quizá, el dolor de cabeza era irritable, y lo ponía de ese modo, no lo pensó de nuevo y sólo se limitó a darle de comer a Milo e irse a casa, suponiendo que el día de hoy iba a descansar.

Después todo sería normal, se dijo con esperanzas, restandole importancia.

[...]

engáñame; jjp; markbeom [reescribiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora