animal de compagie;

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"Es nuestro. Compartamos y guardemos juntos estos recuerdos."

Sus pasos eran rápidos, quería que no lo alcanzara, pero era imposible porque adquiría la misma velocidad que sus pasos, así que la tarea se volvía mucho más difícil de lo que esperaba.

Se detuvo en seco.

-Deja de seguirme.- le ordenó, frunciendo su ceño, como si entendiese.- vete, anda, no tengo comida, vamos vete.- movió sus manos alejándolo, pero este simplemente no se movía.

El pequeño cachorro sacó la lengua, como si estuviese feliz, moviendo su cola y casi dando pequeños saltos mientras veía como el hombre seguía su camino tratando de alejarlo, pero el pequeño can se mantenía cerca de él.

JaeBum tuvo que dar muchas vueltas caminando, sin resultado alguno, y de mala gana atrayéndolo hasta su hogar, el cachorro se quedó afuera de su hogar, como si supiese que era prohibido entrar. Era esponjoso y pequeño, de color beige, o algo parecido, parecía que se había determinado el pequeño can de quedarse a su lado, y JaeBum no estaba feliz con ello, no le molestaban los perros, pero prefería los mininos mil y un veces más que un pequeño animal saltarín, de hecho, casi podría jurar que parecía más un conejo que un can.

Sus ojos se quedaron fijos a la ventana, esperando a que el animal se fuese siguiendo a alguien más, para su suerte el perro pareció ver a alguien más y desapareció de su campo de vista pero no por tanto tiempo como deseaba porque en menos de un minuto estaba de vuelta en su punto original y ahora alguien tocaba su puerta, y el cachorro estaba feliz de ello.

De mala gana se levantó y fue hasta su puerta topándose a Mark, el cual ahora estaba siendo asediado por el pequeño animal y el chico caía redondo a sus encantos macabros, haciendo que JaeBum tuviese un escalofrió.

-¿Es suyo?- preguntó el menor, el cual ya estaba acariciando al animal- es realmente lindo.- comentó, JaeBum frunció el ceño, mirando la imagen, el pequeño animal revoloteando feliz alrededor del chico y este sonriendo, soltando un par de risas.

-No, no ha dejado de seguirme.- miró de mala forma al cachorro.

-Quizá está enamorado de usted.- se mofó.- debería de conservarlo.

-No

-¿Por qué no?

-¿Por qué si?

-Porque no está mal tener una mascota.

-No planeo cuídalo.- respondió.

-Manténgalo aquí y yo o cuido.- Le miró curioso esperando una respuesta, JaeBum no parecía convencido así que se quedó callado analizando la situación.

-Vamos.- animó con una sonrisa.

-¿Y cómo planeas que se llame? ¿Eh?- su maestro pudo jurar que el rostro de Mark se iluminaba por completo cuando accedió de aquella forma tan peculiar.

-Mhm...- tomó al cachorro entre sus manos y lo miró, notando como el animal sacaba su lengua siendo señal de su felicidad.- ¡Milo!- anunció como si fuese la respuesta al examen final.

JaeBum asintió y los miró por otro par de segundos, preguntándose cómo había sido capaz de acceder.

-Ahora que lo pienso ese perro se parece a ti.- el can se quedó quieto y ambos lo observaron, haciendo que el hombre los mirase de manera extraña.

-¿a mí?- cuestionó el chico.

-Sí, a ti.- respondió de pronto un poco molesto.- ese perro es igual de obstinado que tú, apuesto que de cualquier modo ese perro se hubiese quedado por días afuera de mi casa esperando a que accediera.

Mark no pudo evitar reír, y su maestro no pudo evitar sonreír, admirando a lo que sería algo que compartirían ambos, algo propio.

[...]

engáñame; jjp; markbeom [reescribiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora