parce que;

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Superar a alguien es un proceso largo y tedioso, es una montaña rusa de altas y bajas, de sentimientos que se combinan sin parar, un día puedes estar sin pensar en esa persona, sintiéndote bien contigo mismo, pensando que lo estás haciendo bien y que el asunto no fue tan grave como pensaste, hasta el punto de burlarte de la otra parte, pero otro día solo hundirte en depresión, preguntándote una y otra vez que fue lo que hiciste mal, culparte, culparlo, sintiendo que la vida misma no tiene sentido, tratando de evitar que tu corazón sienta ese vacío, intentando no hundirte de manera fatal y al final nunca llegar a ningún lado.

JaeBum por mucho tiempo se sintió de ese modo, se sintió arriba y abajo, pero esos ojos curiosos y adorables se posaron en su camino, impidiendo que eso fuese algo preocupante, al punto de ser una depresión. Le tendió la mano sin esperar nada a cambios, lo hizo poco a poco pensar en ello con menos regularidad, esos pensamientos de culpa iban siendo suplantados por las palabras de ánimos que el menor le dio en todo ese tiempo.

Mark siempre procuraba decirle cosas que lo hicieran sentir mejor, le contó acerca del divorcio de sus padres, dónde su padre había dejado a su madre por otra mujer más joven, como aun siendo demasiado pequeño para entender completamente la situación no miró con precaución a su madre, a veces sintiendo culpa porque su madre llegó a tener un horrible ataque de depresión y explico todo el proceso que llevaron los dos, sobre todo el del menor, ya que fue el mismo quién lo vivió, sus sentimientos y como se había preocupado por JaeBum cuando pasó aquello. También lo hizo preguntarse de una manera más empírica si realmente seguía amando a JinYoung o sólo esos sentimientos eran causa de la costumbre, obteniendo como respuesta algo que no esperaba. A JaeBum le gustaba pensar con detenimiento las cosas, le gustaba analizar las cosas, más aun acerca de sus sentimientos y cuando una tarde el menor le planteó de manera discreta la posibilidad de aquello no dudó en analizarlo, obteniendo en sus propios pensamientos que realmente ese amor sólo era producto del tiempo, y todo lo que hizo fue un intento de no separarse de las costumbres que habían formado juntos.

En el momento en que lo supo se sintió mejor consigo mismo, quitándose de encima una carga pesada que tenía en la espalda, y le fue menos difícil aceptar los sentimientos que tenía por su alumno aquel día en que su amigo se lo planteó, aunque claro, tuvo que analizar la situación.

Antes de la fiesta de BamBam se propuso ser más consciente con respecto al chico y a sí mismo, atrapándose constantemente mirándolo o sonriendo por cualquier cosa que hacía, invitándolo a ser parte de las cosas que siempre considero que hacerlo solo era mejor, descubriendo un gusto por compartir exclusivo con Tuan, consiguiendo de manera sencilla la respuesta a aquella suposición: le gustaba y estaba feliz porque fuese él.

[...]

engáñame; jjp; markbeom [reescribiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora