engáñame; jjp; markbeom [reescribiendo]

été;

Las vacaciones habían empezado, dando la bienvenida a las temperaturas altas y tiempo de relajación, con ello el tiempo libre de JaeBum había aumentado, y el hombre ni siquiera sabía qué hacer con su vida, era un gran espacio en el vacío.

Movió su cabeza de lado a lado, estirando sus músculos, bajando las escaleras y pensando en que podía hacer el día de hoy, pensamientos divagaron, y sus manos fueron en busca de su teléfono moviendo los contactos de lado a lado. Su vista quedó fija en el contacto de su alumno y una sonrisa se posó en sus labios, tan inconsciente como al momento en que apretó el número y marcó, sin saber exactamente porqué, sin una excusa en mente.

-Bueno...- escuchó por la línea, ahí cayó en cuenta con lo que estaba haciendo.

-Hola...- saludó.

-¿Sucede algo... profesor?- cuestionó un poco tímido Mark, JaeBum no supo exactamente qué decir, ni siquiera tenía la razón de porqué había llamado, su mente rápidamente comenzó a tratar de pensar que decir.

Miró su casa, notando el gran sofá que había elegido Jinyoung y que por alguna extraña razón no había tirado a la basura, o al menos regresado al sofá que le gustaba, obteniendo rápidamente su excusa.

-¿Tienes algo de tiempo libre?- cuestionó.- necesito un poco de ayuda para hacer algunas cosas... sólo si quieres...

La línea quedo en un abrumador silencio, y el profesor inmediatamente comenzó a sentirse estúpido por haberlo llamado, tentándose a decir algo más tonto como que se había equivocado de número.

-Claro.- respondió y sintió como toda la presión se iba lejos.

Mark estaba nervioso, su cabeza daba vueltas y vueltas, sentía que la razón verdadera era hablar de aquel beso, aunque habían pasado un par de días y claro, posiblemente, estaba procesando toda la información, no lo culpaba, cualquiera se tomaría tiempo para pensarlo, hasta él lo había hecho, pero sólo para recordarse que no había sido algo irreal.

Su sorpresa fue ver que realmente harían lo que JaeBum le dijo por teléfono, añadiéndo la presencia de BamBam a pesar de que pensaba que iba a ser un momento para dos, aunque no le molestaba para nada, porque realmente le agradaba.

-¿Te dio la fiebre de la primavera?- cuestionó BamBam, mientras empezaba a librar el espacio para pasar el pesado sofá.

-Estamos en verano.- corrigió el mayor.

-Bien ¿tienes fiebre de verano?- volvió a preguntar haciendo que Mark y su profesor soltasen una risa.

-Sólo quiero deshacerme del sofá... me trae muchos recuerdos, sobre todo el hecho de la deuda en mi tarjeta de crédito.- respondió, haciendo que los otros dos soltasen una ligera sonrisa.

JaeBum estaba feliz de una manera inesperada, ya que por los impulsos extraños que tenía el día de hoy pudo por fin deshacerse de aquel mueble, el apoyo de ambos fue de bastante ayuda, porque el sofá era demasiado pesado para todos y aun cargándolo los tres resultaba difícil de llevar.

Al terminar de realizar tan cansada tarea, los tres se sentaron en el sofá rustico que tanto amaba el mayor.

-Realmente si vuelves a llamarme para algo así voy a decirte que te jodas.- habló BamBam mientras movía sus músculos para tratar de relajarlos.

-Fue divertido.- admitió Mark.- sobre todo cuando casi te aplastamos con el.

-Ni me lo recuerdes fue horrible.- chilló.

Mark soltó una gran risa y JaeBum se quedó callado observando como comenzaban a bromear entre los dos, por alguna extraña razón miró directamente a las facciones del menor, sobre todo a sus labios, la forma en que se curvaban, luciendo jugosos y bonitos, negó al instante y se levantó del sofá de manera inmediata.

-¿Quieren algo de tomar?- ofreció, dirigiéndose en automatico a la cocina, Mark se quedó mirándolo negando al mismo tiempo, mientras que BamBam sin problema alguno pedía una limonada. Ambos se quedaron en sus lugares, regresando a la plática y Mark volteando una que otra vez a la dirección de su mayor, porque amaba verlo en la cocina, quizá era una maña con las imágenes mentales que después podía crear sin problema.

-Eres demasiado obvio.- habló por lo bajo, observando que JaeBum no fuese capaz de oírlos.

-¿Qué?

-Te gusta.- habló mirando sus uñas despreocupadamente.- descuida guardaré tu secreto, sólo por un rato. Sonrió descaradamente y el menor lo observó con la boca abierta.

-Espera...- trató de detenerlo cuando notó que se acercaba a él.- no le digas nada por favor.- rogó, tomándolo del brazo y casi hincándose ante él, sus ojos suplicantes hicieron reír a BamBam.

-No lo diré.- se mofó.- tranquila nena, tu secreto está bien guardado, pero si se entera no es por mí, será porque eres demasiado obvio.

Al final Mark le sonrió y lo soltó, aunque internamente se estaba regañando mentalmente.

[...]