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Pasta.

No, seguramente era algo más sencillo.

Ramen.

Si posiblemente, porque JaeBum hace parecer todo como si fuese de la alta cocina, mientras se mueve de lado a lada, Mark se recuesta en el sofá de manera estratégica para poder posar su vista curiosa y enamorada en él.

Era un día soleado y llamativo, relajado, de aquellos días perfectos de primavera, un poco fríos al inicio y luego llenos de calor, aquellos días de primavera que se acababan y comenzaban a darle la bienvenida al otoño. El clima templado saboreándose a tener una tarde relajada, era perfecto, casi antojándose a ser una escena de alguna película.

-¿Entonces mañana no iras a la escuela?- preguntó desde lo lejos, mientras aun estaba concentrado en sus deberes.

-Umh... Seguramente, debo hacer papeleo aun.

-Quiero llevarte.

-Debes trabajar.

-Voy a llevarte- afirmo, provocando que una sonrisa saliese en los labios del menor.

-Pero...

-Solo tengo una clase, no te preocupes por ello- le resto importancia, haciendo que Mark soltase una risa.

-Bien.- accedió, al tiempo que rodaba sobre el mismo sofá para que su vista golpease con el techo, cerró los ojos, percibiendo el suave aroma de su comida, siendo interrumpido de pronto por el sonido del timbre, sacando a ambos de contexto.

-¿Quieres...?- preguntó de pronto al tiempo que se levantaba del sofá.

-Por favor.- accedió, agradeciendo de tener ahí mismo a su novio.

El menor dio un salto y se aproximó a la puerta, topándose con el rostro del ex esposo de su novio. Ambos se miraron confundidos, dejando un largo silencio de por medio.

-Mark... ¿Qué...?- apenas pronuncio, acercándose y quedándose igual que los otros dos.

-JaeBum, pensé que no sería malo venir a visitarte.-habló rápidamente JinYoung. Fingió de pronto que el menor no existía, haciéndolo a un lado de golpe.

-Yo... creo que ahora no...

-Esta bien, los dejaré solos.- intervino Tuan, regalandole una sonrisa a su novio, este quiso negarse pero vio como el menor se apresuraba a salir.

Sin dudarlo lo tomó del brazo antes de que saliera, exigiéndole una explicación con los ojos, Mark no era tonto, sabía que debía existir en algún momento aquella platica entre ellos dos y hacer que se retrasara más iba a ser estúpido e infantil, y era mejor que lo hablasen en ese momento.

-Necesitan hablar.- fue la respuesta que le dio, haciendo que este se encogiera de hombros.

El castaño planeaba solo irse sin más, no espero que el otro fuese quién buscara darle un casto beso en los labios, Mark lo aceptó y sin malas intenciones lo regreso de vuelta, porque resistirse a no besar sus labios era casi un pecado para si mismo, así que sólo lo beso un poco más, sin mirar al otro, ni nada por el estilo, sólo despidiéndose de su persona especial.

Cuando el menor se fue JinYoung miraba a JaeBum con una ceja alzada.

-Debería fingir no estar sorprendido.- habló de manera sarcástica.

-¿Vienes a molestar con eso o a hablar?- rodó los ojos, dirigiéndose al sofá siendo seguido por su ex.

-Es menor de edad.

-Tiene veinte.

-La mayoría de edad es a los veintiuno.

-En poco tiempo cumplirá los veintiuno.

-Tienes casi treinta.

-Tu igual.

-Pero...

-Bien.- optó por no seguir con el tema.- ¿De que es lo que vienes a hablar?

-Ah.- su tonó molesto de la nada se apagó, siendo cambiando por uno triste y preocupado.- sobre eso...

JaeBum lo observó con cuidado, tratando ser ser frío y calculador con sus palabras y acciones, gritándose mentalmente que debía imponer una linea entre ellos y no simplemente dejar que el otro cayese sobre sus brazos llorando.

-Es Jackson.

JinYoung sintió un alivió el poder hablar libremente de como se sentía, regresandole una sensación cálida en su pecho, aquella que solo las palabras de su ex esposo le brindaban, sintiéndose totalmente estúpido, porque lo había dejado irse de su lado.

Ahora ambos estaba en silencio, sin mirarse a los ojos, cada uno meditando.

-¿Crees... que podríamos volver a lo de antes...?- preguntó el menor de ambos sin mirarlo a los ojos, cautelosamente.

JaeBum alzó la vista, mirando la pose inocente de su ex, y lo pensó. No debió hacerlo, porque las cosas nunca podían volver a ser como lo eran antes.

-Escucha, creo que debes irte.- no respondió, y sólo se limitó a correrlo, sin saber que estaba activando las esperanzas del otro.- Tengo cosas que hacer.

JinYoung de la nada pensó en que todos eramos seres humanos y todos cometíamos errores, por ende todos debíamos ser perdonados ¿O no?

Todos tenían una segunda oportunidad.

[...]

engáñame; jjp; markbeom [reescribiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora