oportunidad;

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Mark era demasiado tímido, nunca daba el primer paso, esperaba paciente a qué la otra parte hiciera su trabajo y él aceptaría feliz, ese su modo operandi y por lo regular no tenían fallas en él, no le afectaba si no lo querían y tampoco le molestaba lo contrario.

Estaba abierto a todo tipo de posibilidades.

Aunque hoy era un día distinto a los demás, por primera vez daría el primer paso gracias a su profesor, porque ¿Qué era lo peor que podía pasar?, Solo debía acercarse y hablar con él, decirle lo que quería no pasaba nada si lo rechazaba, no pasaría nada si lo aceptaba.

Apretó sus puños, tomó una gran bocanada de aire, repitiendo esa acción relajante un par de veces, quería calmar la ansiedad y su corazón que latía como loco, como si hubiese corrido cinco kilómetros sin descanso alguno.

No pasará nada si me rechaza, Repitió en su mente, una y otra vez.

—¿De verdad quieres hacerlo? —Mark asintió.

—Quien diría que tendrías las agallas de hacerlo—comentó Kim mientras metía las manos en sus bolsillos y buscaba en ellos algo para relajar a su amigo.

Tomó un chicle que encontró cautivo, lo pasó a manos de su amigo y espero a que esté lo metiera en su boca, de ese modo podría calmarse un poco, quizá así no parecería un loco, no estaban en temporada de exámenes pero Mark lucía como si fuese a reprobar los finales.

—¿Quieres que me quede? —preguntó, incluso si tenía algunos pendientes prefería quedarse a lado de su amigo.

El otro negó en respuesta y añadió:

—Estaré bien.

YuGyeom le dio unas palmadas en su hombro como despedida, tendría suerte si no se paralizaba y se quedaba estático frente de él al punto de no poder articular ni una sola palabra.

—Suerte.

Luego se fue, debía ver cómo iba a pasar esa materia que tendía de un hilo.

Mark mientras avanzaba intentaba darse ánimos, caminó con seguridad, al menos los dos primeros metros, hasta que lo tuvo casi frente a él, ahí todo el valor que reunió desapareció de golpe.

Quizá fue una mala idea, lo mejor era irse y pensar mejor en su plan antes de animarse a dar un paso. Giró sobre su eje, con la intención de regresar y contarle a su amigo lo malo que fue su plan, pero no contó que Choi YoungJae lo había notado.

—¡Mark! —se acercó a él.

El mencionado detuvo sus pasos y regreso para toparse con esa sonrisa que tanto le gustaba.

—Hola —apenas pudo decir.

—Hola— sonrió con una leve risa—, ¿Buscas algo?

Mark balbuceó un poco antes de poder responder, ¿Cómo existía alguien tan bello como YoungJae? No era justo.

Desde su sonrisa, hasta su voz, forma de caminar, hablar e interactuar era todo un deleite para él.

—yo… —no sabía que decir—, eh, si, bueno, en realidad, yo, ya sabes, yo…

YoungJae se mantuvo atento, con esa sonrisa amable que tanto le gustaba a Tuan.

—yo buscaba… ya sabes, te buscaba.

Choi ensanchó su sonrisa, como si él desde el inicio supiera que lo hizo.

—¿En que soy de ayuda?—cuestionó.

Mark abrió la boca, tenía la intención de responder pero los nervios no lo dejaban ni pensar con claridad. Estaba tan nervioso, que olvidó las palabras exactas que en su mente repitió sin parar de camino a su facultad.

—Yo, bueno…— sus ojos se movieron llenos de nervios— si, eh...

Se regañó, era tan idiota para estás situaciones.

Cerró los ojos, lleno de frustración, necesitaba decirlo, decirlo de una buena vez por todas. Su propia presión a si, causó que esas palabras salieran de golpe, tan inesperadas que él mismo se sorprendió de decirlo.

— Sal conmigo.

YoungJae a primera instancia se sorprendió, pero en menos de un segundo soltó una risa enternecido por su acto y asintió.

—Está bien, salgamos— accedió sin problema alguno— ¿tienes alguna idea en mente o...?

—Sinceramente no creí llegar tan lejos.— sus propios pensamientos salieron de su cabeza.

Estaba sorprendido de su propio valor al decirlo, ya que pensó que saldría peor, que no podría ni articular algo y terminaría inventando algún problema con el maestro Lim solo para librarse de la situación penosa.

—¿Por qué no vamos a comer algo y después vamos al cine?— ofreció el mayor, sin abandonar ese gesto enternecido.

—Suena bien.

Era perfecto, para Mark era todo como un sueño, el chico que le gustaba aceptó salir con él y por primera vez tuvo el valor de dar el primer paso, incluso si fue torpe su manera de hacerlo, dentro de sí se sentía orgulloso, quizá en un par de horas ese sentimiento satisfactorio cambiaría por vergüenza, pero no iba pensar mucho en ello, porque salida con el increíble Choi YoungJae.

Después le agradecería a su maestro de música.

engáñame; jjp; markbeom [reescribiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora