JUNTO A TI -rosekook-

Capitulo 28

POV Jungkook

¿Porque dije eso?

Ay no lo sé Jungkook, tal vez por qué eres un imbecil.

No podía de dejar de dar vueltas en mi habitación. Ver los ojos de Rosé llenos de... ¿De qué? ¿Tristeza? ¿Desilusión?

—¡Ahg!— tome mi cabello con las dos manos y lo jale. Estaba enojado conmigo mismo. Estoy lastimando a Lisa... estoy lastimando a Rosé.

Golpeó la silla de mi escritorio con mi pie y esta cae al suelo.  Me siento a lado de esta hundiendo mi cabeza en mis rodillas. Escucho como la puerta de mi habitación es abierta. Levantó la vista, encontrándome a un Yoongi adormilado.

Era poco más de media noche, y yo seguía despierto pensando en lo que había dicho.

—¿Estás bien? Se escuchan tus gritos hasta mi habitación— el observa alrededor con atención. Todo mi cuarto está hecho un asco, así que no me sorprende que Yoongi me mirara como si estuviera loco.

—Si, estoy bien, vuelve a dormir— contesto levantándome del suelo y limpiando mi trasero, de la inexistente suciedad. Yoongi duda un poco, pero decide quedarse.

El termina de entrar en mi habitación, y cierra la puerta detrás de él. Camina hacia la silla de mi escritorio, la levanta, y se sienta en ella. Yoongi señala con la mirada que me siente en la cama, frente a él.

—Vamos, sé que estas mal ¿Qué pasó?

—No estoy mal, estoy bien, ya puedes irte a dormir— dije molesto. El solo me miro. Solo eso, me vio fijamente, y después de unos segundos levantó una ceja.

—No me voy a ir de aquí hasta que me cuentes que te tiene mal, y no necesito detalles— espere un tiempo. Hasta que supe que el en realidad no se iba a ir hasta que le contara todo.

Y se lo conté.

Absolutamente. Todo.

Desde que era lo que había sucedido hace tiempo en el parque de atracciones, hasta lo que me acababa de pasar. Le conté... hasta como me sentía alrededor de Rosé.

—¿Y porque carajos dijiste eso si sientes eso por Rosé?— me reprochó Yoongi.

—¡No lo sé! ¿Okey? Creo... Creo que fue la presión del momento, la presión que sentí al verme obligado al decirle algo a Lisa— El me miro con los ojos entrecerrados.

—Esa no es excusa. ¿Y qué piensas hacer?— me preguntó.

—¿Te digo la verdad Suga? No lo sé, no sé qué voy a hacer— recargue los codos en mis rodillas, y hundí mi rostro en mis manos. —Creo que voy a seguir con es...

—¡Ni se te ocurra seguirle mintiendo a Lisa! ¿Y si se enamora de ti? Eso solo empeoraría las cosas.

—¿Y qué quieres que haga?— lo mire. El estaba serio. Se había quedado sin palabras, ni el sabría qué hacer en una situación así.

Yoongi se levantó de la silla y camino hacia la puerta. —Mira no lo sé, lo único que te digo, es que soluciones esto si no quieres ver sufrir a dos chicas por tu culpa— y sin más, salió de mi habitación.

—Si claro, para ti es fácil decirlo— murmuré para mí solo.

Flashback

Rosé entró por la puerta del estudio, pasó su vista de Lisa a mí y viceversa. Sus ojos se detuvieron en mis brazos, los cuales se encontraban alrededor del cuerpo de Lisa.

—Yo he... Creo que estoy interrumpiendo algo— dijo empezando a dar media vuelta para irse.

—No no, Jungkook y yo ya habíamos terminado de hablar— contestó Lisa separándose de mi, entrelazando nuestras manos y regalándome una sonrisa, la cual no le devolví, al no poder alejar mi vista de Rosé.

—¿Enserio? Y ustedes... ¿Ya son...?— preguntó Rosé. No tengo idea de si fue mi imaginación o escuche mal, pero se me hizo escuchar cómo se le quebraba la voz a mitad de pregunta.

—Oh no, es muy pronto para eso— contesté. Vi que Lisa perdió un poco aquel brillo de sus ojos.

—Oh— dijo Rosé jugando con sus manos.

Dios Jungkook... ¿En qué estabas pensando al hacer tremenda estupidez?

Ese era el problema, no estaba pensando.

Y ahora por mi culpa, estaba lastimando a dos increíbles chicas.

—Si bueno ya no les quito más su tiempo, deben de estar ocupados con la canción... Adiós— Lisa separo nuestras manos, y me dio un beso en la mejilla, después ella camino hacia Rosé y le dio un abrazo y salió.

Rosé estaba evitando mi mirada, volteando a cualquier lado que no fueran mis ojos.

—Así que te gusta Lisa...— me dijo ella después de unos segundos en silencio.

No, no me gusta... Ella no me gusta.

—Si...— Respondí. ¡¿Qué acaso estas tonto?!

—Oh, ustedes... Ustedes hacen una linda pareja— contestó. Ella acercó su dedo índice, y se limpió una pequeña lagrima.

Lo que me pregunto es... ¿Porque llora si ella no siente nada por mi?

Me quedé callado. No podía decirle que gracias, porque no éramos una pareja.

—Yo... Mejor me voy— ella se dirigió hacia su mochila, pero al pasar por mi lado, yo la tome de su antebrazo derecho, deteniéndola.

—Rosé ¿Estás bien?— pregunte con el ceño fruncido. Verla así... Me... Dolía.

—Si, ¿porque no debería de estarlo?— me regalo una sonrisa. Pero esa sonrisa no llegaba a sus ojos.

Me quede un momento así, tomándola del brazo, teniéndola cerca. No podía soltarla, no quería. Ella de un momento a otro, con su mano izquierda quito mi mano alejándola de ella. Caminó hacia su mochila y después salió.

Dejándome solo en aquel estudio.

Y sin despedirse de mí, como todos los días hace.