Capitulo 44

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POV Rosé

Estos últimos días pasaron muy lento. Jungkook y yo casi no hablábamos, y eso me duele. Al parecer el no le dijo nada al CEO sobre nosotros, y tampoco hizo el intento de hacerlo.

Cada vez que el CEO nos mandaba hablar para charlar sobre la colaboración, yo le daba una mirada a Jungkook para que dijera algo, pero el no hacía nada...

Absolutamente nada.

¿Que no quiera que las demás personas sepan de nosotros?

¿Que acaso no quiere estar conmigo?

¿Que estemos juntos?

los días pasaron y casi terminábamos la coreografía, pero lo paramos por la gira de Jungkook.

Antes hicimos una sesión de fotos en el que no nos miramos, ni hablamos.

Las semanas pasaron y Jungkook se fue. No lo vería en unos meses, y tengo que aceptar que me ponía triste. Ni siquiera nos despedimos como yo creí que lo haríamos.

(...)

Ya tres meses sin verlo.

¿El estará pensando en mi? ¿Me extraña como yo lo extraño?

Me levante de mi cama. Decidí que saldría a correr, tenía que despejar mi mente de todo esto. Así que me puse unas mallas deportivas y una sudadera, me recogí el cabello en una coleta alta, y salí del apartamento.

Corrí unos cuantos kilómetros, y cuando creí que ya era suficiente, decidí regresar. Abrí la perilla de la puerta y la giré, entre y me dirigí al baño.

Puse música, ya que no me gusta ducharme sin ella, y ya con todo listo, ahora si me bañe.

Cuando termine me volteé hacia donde según yo había puesto mi ropa, pero estaba vacío.

Diablos, la olvidé en mi habitación.

—¡Lisa!— Grité. Pero nadie respondió

—¡Jennie!—volví a gritar, pero seguía en silencio.

—¿Jisoo?— nada, ni un sonido.

¿A donde se fueron? ¿Y sin mi?

Okey, creo que voy a tener que salir yo sola.

Me enrede la toalla al cuerpo cubriendo todo mi torso hasta la mitad de mis muslos. Rápidamente mi cabello mojado cubrió toda mi espalda.

Tome mi ropa sucia, pero antes de ir a mi cuarto, fui y la metí a la lavadora.

Mi cabello seguía muy mojado, y dejaba detrás de mi un camino de agua. Cuando ya iba a entrar a mi habitación, escuché un ruido en la sala.

—Auch— fruncí el ceño y me regresé para ver quien estaba aquí.

Ahi, en el suelo, con una mano sobandose una rodilla, se encontraba Lisa. Me lleve una mano al pecho exageradamente.

—Lisa, casi me matas de un susto— ella río un poco y después se levantó.

—Si bueno, no soy yo la que anda dejando el suelo mojado— sonreí avergonzada.

—Espera tantito, deja me pongo ropa— ella asintió con la cabeza y fue y se sentó en el sofá, me fui directamente a mi habitación y me vestí lo más rápido que pude. Empezaba a hacer calor, y me encantaba.

Me vestí con unos shorts cortos y una blusa de manga larga negra, de tela ligera, porque todavía estaba fresco en las noches. Me puse mis vans negras y salí, hoy iba a ser un día tranquilo, nos dieron tres días libres comenzando hoy.

—¿Donde están Jisoo y Jennie?— pregunté a Lisa al llegar a la sala. Quito la vista del televisor y me miró.

—Se fueron a desayunar, iba a ir con ellas, pero me acordé de ti y no quise dejarte sola—  le sonreí en modo de agradecimiento, y después le di un suave golpe en el brazo.

—Por casi olvidarte de mi— ella hizo como si le hubiera pegado muy fuerte, pero después se rio.

—oh por cierto, te manda a hablar el CEO— dijo volviendo su vista al televisor.

¿Hoy? ¿En mi día libre?

—¿No nos había dado día libre?

—Si, pero al parecer es importante— bufé y me levante del sofá. Lisa rio de mi reacción sin despegar los ojos de la televisión.

Ayyyy, que flojera, yo ya tenía planeado mi día tranquilo, el cual se acaba de ir a la basura.

Lisa me dijo que me acompañaría porque no se quería quedar sola. Las dos salimos del apartamento, y en unos minutos llegamos a YG. Bajamos de la camioneta, y nos dirigimos hacia la oficina del CEO, pero antes de tocar, Lisa me para.

—Espera, el me dijo que no estaría en su oficina.

¿A no?

—¿Dónde va a estar entonces?— ella me hizo una señal con su mano y caminamos tantito más hasta llegar a la puerta donde siempre nos esperan cuando tenemos alguna junta o algo por el estilo.

Toque dos veces y entre. Lo primero que noté, fue que no estábamos solos. El CEO de Big Hit también se encontraba ahí, y claro que no podía pasar en alto la presencia de la otra persona.

Jungkook.

Se veía... Diferente. Tenía el cabello más largo, y no sé si es mi imaginación, o por no haberlo visto por tres meses, pero se veía más atractivo.

El me volteó a ver, y no supe distinguir lo que había en su mirada.

—¡Justo a tiempo!— oí gritar al CEO.

Deshice el contacto visual con el y miré al CEO. Sonreí y me fui a sentar dos asientos aparte de Jungkook.

—¡Hay por favor Chaeyoung, siéntate más cerca!— volvió a hablar. Yo miré los dos asientos vacíos y nada más me moví al siguiente, dejando solo uno entre Jungkook y yo.

Lo dejaron pasar y el CEO siguió con lo que nos iba a decir.

—Bueno, ya que estamos todos, les diré el porque están aquí— empezó —Jungkook se que llegaste hace unos días y sigues cansado, pero tenemos que terminar la coreografía.

¿Jungkook...llegó hace días?

Lo miré con una ceja levantada, el me vio y después volvió a mirar al CEO.

Siguió hablando de otras cosas de las que no puse atención, hasta que termino y se despidió de nosotros, saliendo de la sala.

—Así que chicos, los quiero ver mañana a medio día en la sala de ensayos— salí de ahí en cuanto termino de hablar.

Escuche unos pasos detrás de mi, para después sentir como me tomaban el antebrazo, dándome la vuelta, para toparme con Jungkook.

—Rosé, espera.

—¿Que quieres?

El me miró con el ceño fruncido.

—Yo... eh...— no sabía que decir. Se había quedado sin palabras.

—Tú nada Jungkook... ¿porque no me dijiste que habías vuelto?— una lagrima rebelde se me escapó, pero rápidamente la limpié de mi ojo.

El no dijo ni una palabra. Negué con la cabeza y sonreí dolida.

—Claro, es lo que creí— lo vi una vez más a los ojos. Me giré y caminé hacia el ascensor. Tratando de salir de ahí, antes de que me rompiera a llorar.

JUNTO A TI  -rosekook-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora