•CAPÍTULO 48•

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-Narra Mateo.

Alisson subió a cambiarse, bajó y dijo que se iba, y así fue, no me dio ni tiempo a despedirme que ya se había ido.

Pasó la hora de comer, estuve llamándola, mandándola mensajes, pero nada, no me respondía ni me daba bola.

Espero que no llegue tarde porque quedamos en ir a las 7 al cementerio a lo de mi familia.

Las horas pasaban y pasaban, ya eran las 7 y Alisson no aparecía, me estoy empezando a enojar, ¿qué tiene tan importante?

Dijo que iba a estar para mi, este día es muy importante en mi vida.

De repente me sonó el cel, era ella.

Mateo: ya era hora Alisson, ¿dónde verga estás?
Alisson: lo siento no puedo ir.
Mateo: ¿cómo que no podés venir?
Alisson: si Mateo disculpame, no puedo acompañarte al cementerio.
Mateo: ¿posta? Llevo todo el día esperándote Alisson, sos lo peor, no volvás  a esta casa - corté.

Posta que bronca, ni explicaciones me da, no se ha molestado ni en pensar una excusa, solo me dije que no viene y ya está, me parece increíble todo esto.

Me ha fallado y dudo que pueda perdonarla algo así, en este día no me puede hacer esto.

Me cambié y fui yo solo al cementerio, estuve ahí un rato, hablándole a las tumbas de mi familia, se empezó a hacer medio tarde, ya eran como las 11 de la noche, empezó a llover así que decidí irme a casa.

Llegué a casa casi a las 00, llovía muy fuerte, había tormenta, entré, me bañé y me senté en el sofá.

Mientras miré el cel, ella estaba en línea, ¿la hablo? Capaz ya no estoy tan enojado.

Sonó el timbre.

Abrí, era ella, estaba empapada, mojada.

Mateo: te dije que no vinieras mas acá.
Alisson: dejame coger una campera - susurró con la voz quebrada.
Mateo: pasá - me hice para un lado y ella entró, tenía las manos llenas de sangre, como si hubiera golpeado algo.

Mateo: pasá - me hice para un lado y ella entró, tenía las manos llenas de sangre, como si hubiera golpeado algo

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Alisson: oye Mateo, posta lo siento, por no haber ido - me miró.
Mateo: ¿cual es tu excusa?
Alisson: estaba en el hospital con mi mamá.
Mateo: ¿y las manos? ¿Pegaste a algo?
Alisson: si, me puse mal por como me hablaste.
Mateo: entendeme, habíamos quedado para ir al cementerio, me lo prometiste.
Alisson: lo sé pero tenía que ir al hospital.
Mateo: ¿y bien? ¿Qué ha pasado taaaan importante?

Alisson me miró a los ojos.

𝒕 𝒐 𝒓 𝒎 𝒆 𝒏 𝒕 𝒂  /  truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora