X. Cap 23

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Josh tuvo que realizar una operación en la tarde, pero por pensar en Tyler hizo mal todo. Desde  ir con la bata al revés hasta la incisión en el lugar equivocado.

— Josh, es una incisión cutánea. —la voz de Jason resonó en la sala — ¿Qué haces?

El ceñudo rostro del castaño se había estado atravesando en su camino desde que ingresó a la sala. Al principio pensó que solo se trataba de una más de las rencillas que no terminaban de ajustar, pero cuando notó el bisturí que sujetaba, cerca del rostro del paciente, lo soltó de inmediato. 

— Encárgate. 

Jason tomó el bisturí que Josh le ofrecía y tomó el mando de inmediato, no era el único afectado con esto, sus compañeros estaban igual de enfadados que él. En el  internado de médicos, un enfermero no podía realizar una incisión, mucho
menos echar a un médico de la sala. Todos tenían algo que decir pero nadie se atrevió a hacerlo, el resto del procedimiento se dio con la ausencia del mayor. 

En la sala Debby lo esperaba hojeando una revista, cómoda en su haber, no esperaba ver a su prometido, quince minutos después de haber ingresado a la sala de cirugía salir iracundo a la sala de central. 

— Josh. —se acercó con rapidez. — ¿Qué pasó?

A la mirada distraída del chico ella empezó a llenarlo de besos.

— Deb, para, aquí no. 

La castaña se extraño: — ¿Qué?

— Estamos en el hospital, hay pacientes mirando. 

— Josh no hay nadie. 

Era verdad lo que ella decía.

De todos modos no pudo: — No estoy con ánimos. 

Lo malo de estar comprometido es que no puedes huir, realmente no puedes. 

— Bien, entonces vamos a casa. —dijo la castaña, preocupada ahora por su comportamiento. Josh era testarudo y hasta podía ser iracundo y grosero, pero cuando era asi con ella, cuando tenía ese comportamiento algo tenía que estar pasando para no querer besar a la mujer con la que compartiría el resto de su vida. 

— No te preocupes, no pasa nada. —trató de persuadirla. — Además tengo que volver a la cirugía. 

Tan pronto como lo dijo, un grupo de enfermeros empezó a travesar el pasillo, entre ellos, Jason se abrió camino con un bisturí en manos. 

— Ahorrate la bromita. —Josh le quitó el instrumento de manos, retornando la atención hacía su prometida. 

Jason también dirigió su atención a ella: — Debby, que agradable visita. 

— Viene a visitarme a mí. —la atrajo Josh.

— Está bien, no quiero interrumpirlos. Debby estás hermosa, espero verte más seguido por aquí. Josh, solo quería decirte que todo salió bien la cirugía, bien hecho.

La castaña sonrió con ternura y abrazo a su prometido del cuello, sintiéndose orgullosa de lo que escuchaba empezó a llenarlo de besos que a Josh deformaron, tanto que vio a su compañero reir y descubrió su intención. 

— Idiota. — le susurró. 

*-*-*-*-*-*-*

Molestar a Josh era entretenido y si podía ponerlo en aprietos con su prometida, no iba a desaprovechar la oportunidad. Jason era muy intuitivo, una cualidad poco común entre los que lo rodeaban y de la que le gustaba aprovecharse lógicamente.

No sé consideraba un villano de todos modos, Josh era un mal compañero burlándose todo el tiempo de su superioridad por su carrera, no era su amigo desde luego pero le gustaba molestarlo... por Debby. 

Debby era su razón de molestar día a día al pelirosa, claro que la actitudde este también ayudaba,  pero la verdadera razón para buscarle siempre la contraría al futuro doctor, era la muchacha castaña que Josh besaba todos los días.

Debby, su amiga de toda la vida, su compañera de kinder, su cita del baile de graduación, la chica que le aconsejo estudiar medicina porque valoraba mucho sus dotes de ayuda. 

En poco que ocultar y mucho por sentir, estaba enamorado de la risueña desde que tenía memoria. Y Josh se la había quitado.

— Hola Jason. —Tyler lo saludo con un efusivo abrazo tras la puerta. Sin notarlo, y como el campus estaba muy cerca llegó rápido al edificio de sus amigos.

Frecuentemente pensaba en apuñar al pelirosa con algúna razón que descubriera, para alejarlo de la castaña antes de que la arrastre a la locura de casarse.

— ¿Qué te pasó? Estás decaído. —le dijo al menor, quién con tan solo medio sonreír mostraba todo su vacío

— Creí que no se me notaba.

— ¿Pasó algo? —pregunto curioso por su salud.

— Nada estoy igual.

A veces deseaba descubrir algo del pelirosa para atormentarlo sin piedad.

— ¿Te volvieron a dejar solo, Tyler?

El menor se miró los pies y luego a su amigo .— Dijeron que regresarían pronto pero ya van dos horas y no los veo cerca.

— Trae tu celular. Te invito a comer vamos.

Josh era la piedra en su zapato y tenía que buscar como derrotar esa barrera inmensa que estaba construyendo contra la castaña y sus sentimientos.

— ¿Sabes que puedes contarme, verdad Tyler? —le custionó Jason.

Si descubría la kriptonita de Josh se la arrojaría en la cabeza.

*-*-*-*-*-*-*-*-

— No tengo jaqueca, ya te dije.

Se quejaba Josh, recostado sobre la costosa sabana polaca que adornaba la cama de su prometida.

— No seas testarudo. —decia la ella, masajeando cada vez con mayor  profundidad, el cuero cabelludo de su futuro esposo. — ¡Sonia, trae calmantes!

— Debby, no me mediques, soy doctor.
— Estudiante de medicina. —corrigio ella.

No podía contra la risueña. Tomó su mano, vio preocupación en su rostro  y al fin entre tanta confusión, se  sintió con intención de besarla.

La amaba después de todo. ¿Verdad?

— Estoy bien. —mintio buscando en derredor alguna excusa y la encontró. — Es sólo que ésta casa es muy grande y me duele la cabeza.

La castaña tomó el vaso que le ofrecía su criada y hundió la pastilla en esta.

Josh estaba bebiendo  del vaso cuando ella preguntó.

— ¿Entonces extrañas a Tyler.?

— ¿! Qué!?

*-*-*-*-*-*-*

— ¿Me guardias un secreto? — preguntó Tyler a Jason y éste asintió, estába distraído jugando con la pajilla de su refresco pero no ignoro más a su nuevo amigo.

— Cuéntame.

Tyler bajó la mirada a sus manos: — Estoy avergonzado.

— ¿Por qué?

— Yo...

— Tyler.

— Besé a alguien prohibido.

Chico de Alquiler // JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora