x Cap. 51

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Tyler llegó hacía él y se quedo mirándolo. El banquete para la ceremonia se servía en tres mesas conjuntas, los manteles con bordado de flores rosa y los cubiertos con servilletas descansaban junto a las canastas de bocaditos. El cielo estaba cubierto de lamparillas sujetas a cuerdas de impresión entre las plataformas  hundidas sobre la arena. Si, la ceremonia daría lugar en la playa, porque los novios eran amantes de lo frágil. Bueno, uno más que el otro.

—Todo estará bien —dijo Tyler con seguridad—. Ella va a estar aquí pronto.

Josh, quién no podía hablar porque la garganta la tenía seca, buscó la mano del más joven y la estrujó con fuerza. Le apoderaba la ansiedad, y la puerta de ingreso que la joven no atravesaba. Los separaron hace cinco horas, lo que tardaría ella en alistarse, él se puso el traje en quince minutos.

—No te vayas, Tyler. Quédate esta noche.

Los invitados ingresaban al lugar. Una zona cercada con telas blancas sujetas a dos plataformas transportables que la empresa de decoración había instalado desde temprano, la escalerilla al podio, de blanco y rosa todo, hasta el micrófono, que era idea de Debby pues quería proclamar sus votos fuertes y claro. Todos acomodándose en las sillas de madera con lasos de moño en la espalda. Todos felices y tan arreglados para lucir increíblemente bien en las fotografías. 

—No me puedo quedar hoy. Es tu noche de bodas.

—Pero estoy asustado, asustado de qué pase eso con compromiso.

—De qué pase, ¿qué?

—Eso... Hacer el amor con una persona

—¿Eso que se hace en la cama? —le preguntó Tyler— ¿No es lo mismo?

Josh no se lo tomó con buen ánimo.

—Hacer el amor es algo más importante, pero por qué lo estoy hablando contigo, tú solo has sido violado hasta hoy.

Los ojos del más joven se crisparon al instante, como si una bala lo atravesara con dolor, eso pensó Josh cuando lo vio, resuelto en la gravedad de la ligereza de sus comentarios. 

Esperaba una maldición, que empezará a lanzarle mierda. Algo como harían Pete o Patrick, sus mejores amigos, a quienes recordó no hubo enviado las tarjetas de la ceremonia. Pero Tyler no era como ellos, y no procesaba aún después de mil cuchillos no romperse a llorar como si le hubieran lastimado por primera vez.

—Tyler, no quería decir eso. Tú... es que tampoco hay otra cosa para decirte ¿No? Yo, bueno siento si soné muy duro.

Tyler succionó su labio inferior y mientras empezaba a temblar. Lo escupió, con ira, con asco, con rencor, y con razón. Por qué tenía que tratar de humillarlo todo el tiempo, esto aunque sea, eran en mínimo parte de todo lo que Josh le había humillado hasta ese momento.

—¿Por qué crees que hacerme llorar, te hará dejar de ser una mierda de persona? —le dijo

Y salió corriendo.


*********

Josh dejó el auto estacionado en una calle desconocida, no sabía dónde estaba, no sabía por dónde empezar a buscar. Dejo su maleta en el suelo y empezó a hacer lo único que tenía en mente. Empezó a gritar el nombre del Tyler. El lugar era el vecindario colindante al puente dónde Tyler trató de terminar con su vida la última vez, si no había ido a ese lugar en primera instancia fue porque temió que al verlo esto le motivara a arrojarse de una vez.

¿Por qué tenía que ser tan idiota?

Es cierto que la ceremonia lo tenía nervioso. Con la repentina llegada de la madre de Debby y los preparativos de la boda, en dos semanas tenían todo listo, y él, que siempre se sintió convencido de querer unir su vida al de la castaña ahora miraba la boda como un lejano recordatorio de sus promesas, pero tenía que hacerlo. Primero encontraría a Tyler y volvería a tiempo.

Chico de Alquiler // JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora