X Cap. 26

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Resignado, el pelirosa se dirigió a la pista de baile para buscar al único invitado que continuaba activo en la sala. Lo encontró deambulando entre la multitud, activo, a diferencia de las personas de la fiesta que empezaban a marcharse.

— Tyler. —lo llamó a gritos desde la barra más cercana que encontró. — ¡Vámonos!

El chiquillo agitaba los brazos en alto, dando pequeños saltos y murmurando quién sabe qué cosas a las personas que se cruzaban con él.

Se detuvo a observarlo un rato, sus movimientos extrovertidos y la sonrisa solo podían ser efecto de las drogas. Pensó en llamar a Pete para que pasara a recogerlo pero al ver una vez más el estado del menor optó por otro idea.

Capturó a Tyler del hombro que por poco se le resbala. La chaqueta de su amigo le quedaba enorme, el físico del castaño era minúsculo y tuvo que rebuscar dentro del cuero para encontrarle las manos. — Nos vamos.

Pensaba usar el auto para dejar a Tyler en el campus donde compartía con Pete y su hermano, si este último no se encontraba ahí lo haría al amanecer, de todas maneras Tyler no lo notaría por su estado, con suerte recordaría dónde estuvo la noche anterior. Aquello le dio una idea.

— Ty. — lo tocó del hombro. — ¿Quieres venir conmigo?

El menor lo miró y no sabía sí a quién miraba era a otro chico ó un alien, lo que le resultó divertidísimo. Empezó a acercar sus frías manos al rostro borroso que trataba de descubrir, no distinguía nada, palpo la zona hasta tocar una superficie cartilosa y cerró el puño.

— Deja mi nariz.

— ¿Es una nariz? —preguntó. En efecto tenía su nariz entre manos pero no la distinguía.

Josh se aprovechó de su cercanía para robarle un beso pero el menor lo apartó con brusquedad.

— No me beses. 

Josh lo hizo otra vez. Lo tomó de la cintura atrayéndolo hacia su asiento, era muy fácil movilizarlo en su estado, Tyler no era consciente de nada de lo que ocurría en esos momentos, no sabía con quién estaba, no veía nada con claridad, todo estaba borroso.

— Quiero irme. — alejó la mano del extraño de su cuerpo. — No me toques.

El pelirosa no concedía a sus pedidos, si Tyler ponía una mano sobre su boca para alejarlo él le besaba los dedos y si lo apartaba con las manos sobre el pecho, lo apretaba contra él, capturando con facilidad sus labios.

Lo vió muy vulnerable, lo tenía tan fácil que se aprovechó de eso.

— Esta bien, esta bien. —dejo de besarlo. —Te llevaré tú casa ¿quieres?

—  ¿A mi casa? —se preguntó el menor extrañado. No sabía que seguía viviendo en su casa. — ¿Tú conoces mi casa?

La risa de Josh fue irreconocible. — Si, te llevo, vamos.

Tyler se limpió los labios con el dorso de la mano. Tras unos parpadeos solo miraba rosa.

— Si. —se acomodo mejor. — Llévame a casa por favor.

No pudo ser consciente de nada. No pudo toda la noche. 



*-*-*-*-*-*

Pete dejó el aire salir de sus pulmones, su cuerpo cayó agotado sobre un par de voluminosos pechos que pegajosos apartó de su cara. Estaba exhausto, no manejaría hasta el campus, tampoco iría a casa de sus padres, no sabía muy donde estaba pero hace rato que había dejado la fiesta donde se encontraban los demás.  Sintió unos masajes sobre su miembro pero apartó las afiladas manos que lo tocaban, esta era la tercera ronda y realmente estaba agotado, había follado con un chico en el baño antes de chocarse con la rubia amante que estaba desnuda junto a él.

— Tengo que recoger a Tyler. —murmuró agotado.

Las afiladas manos subieron a través de su espalda, sigilosas, lentas, y llegaron a su cabello donde los dedos se hundieron entre las cebras.

— No te vayas, quedate a jugar un poco más.

— No. — balbuceo apenas coherente. — Tengo que ir por él.

— Él no te está esperando. —se burló la mujer. — Nadie te está esperando.

La risa de la mujer hizo a su cabeza girar, quería ir por Tyler pero sus piernas no lo levantaban, quería llamar a su hermano para que lo recoja pero no sabia donde estaba su teléfono, quería decirle que se vaya a casa, que se meta a la cama luego de una baño y se quite todo ese olor a alcohol que traía consigo, quería que se meta a la cama con el cabello mojado porque le gustaba poner su nariz sobre su cabeza y hundirse con familiaridad mientras el pequeño cuerpo se adaptaba a él como una pieza de rompecabezas.

— Ten cuidado pequeñito.

Pete sabía lo que Tyler había ingerido y sabía lo que podía pasar, pero no hizo nada. 



*-*-*-*

— Bajame, bajame no quiero.

Unas fuertes manos sujetaban sus piernas, estaba sentado sobre alguien y no sabía cómo, solo cerró los ojos en el auto que viajaba y ahora sentía que alguien trataba de desnudarlo. Estaba en un lugar amplio, tenía frió. 

Abrió los ojos con fuerza, todo estaba borroso a su alrededor, alguien lo estaba tocando y eso no estaba bien. 

—¡No quiero! —grito. 

¿Por qué su cuerpo se sacudía? ¿Que tenía entre las manos?

Trató de bajar, porque estaba seguro que estaba sobre algo, todo el  movimiento hacía a sus orejas zumbar, le dolían los labios se sintió con mucho frió. 

— ¿Dónde estoy?

No podía respirar, no veía nada, no podía dejar de oír a su corazón latir con fuerza ni a sus oídos zumbarle tan fuerte, quería votar algo del estomago. 

— Esta bien bien, hiciste un buen trabajo. 

¿Quién hablaba? — pensó. 

Había un extraño con él, alguien en alguna parte de ese esponjoso lugar, lo recostó junto a él sobre una cama.

Para Tyler todo era muy confuso, se giró como pudo para tratar a descubrir quién era el otro hombre pero veía todo demasiado borroso, lo único que recordaría el día siguiente fue que alguien le pidió darle la espada y al cumplir sintió un dolor indescriptible.

— Tengo quince. —empezó a decir. — Tengo quince, señor. —balbuceó antes de empezar a llorar.

Chico de Alquiler // JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora