Chico de Alquiler // Joshler

X Cap. 44

El día entero fue agotador, no solo tenía que cuidar sus palabras cada que abría la boca, Jasson realmente estaba hambriento y cansado por no poder dormir bien durante toda la semana. Habia robado horas a su tiempo libre para pasar tiempo con Tyler, estudiando su comportamiento como se lo había prometido a Josh, pero hasta ahora no había podido conseguir la información que necesitaba.

— ¿Te deja salir fuera de la casa?

Tyler estaba eligiendo un libro en la biblioteca de la casa. Habían muchas historietas en la parte inferior al alcance de cualquiera pero Tyler no quería leer sobre superhéroes hoy, Josh los tenía en tal mal estado que pensaba que irían a romperse si los tomaba, además no le gustaba tocar las cosas de Josh.

— No debo salir.

— ¿Por qué?

— Lo sabes, si Pete me ve podría ser peligroso.

Llegar hasta el estante superior le costó pisar una silla con libros gruesos de soporte, era difícil aún considerandose más alto que cualquier otro adolescente de su edad, tal vez por eso siempre daba la impresión de ser unos años mayor.

— ¿Te incómoda si pregunto dónde estan tus verdaderos padres?

— Mamá se volvió a casar después de que papá murió, tiene otra familia ahora, y yo me deshice de mi.

— Debió ser duro.

— ¿Ser rechazado por mi madre?

— Que tu padre muriera. No fue justo. —dijo Jasson.

— Era muy pequeño cuando los perdí no los conocía bien. No recuerdo si me amaban o siempre estuvieron enojados porque naciera... —al momento que trataba de alcanzar el libro con la portada colorida, piso en falso intentando llegar mas lejos, y resbaló.

Jasson se llevó un gran susto pero el susto no fue peor que las amenazas que llegaron por parte de Josh, quién pasaba junto al librero justo en ese momento. Atrapó a Tyler al momento que caía, para suerte del más joven.

— lo-lo siento, lo siento, fue mi culpa. —trataba de intervenir el más joven, la discusión cada vez se tornaba más peligrosa, si se iban de manos no habría nada que hacer. — pa-paren.

Josh empujó a Jasson.

— No me vas a dar órdenes en mi casa.

— Tú me contrataste para cuidarlo y eso hago, esto solo fue un accidente. Vuelve a tu turno.

—¿Cómo se que no se va matar si me voy?

Tyler le tomó del brazo pidiendo que se cayara. Eventualmente Josh lo hizo, solo luego de pedirle a Jasson, con mayor formalidad, que cubra su turno con la asistencia de otro médico.

— No te preocupes por hoy, yo me quedo.

No le gustaba perder los turnos en el hospital, casi siempre era difícil evadir a los supervisores y la agencia social siempre estaba encima de los de nueva planta. Pero medidas de fuerza mayor lo requerían hoy en casa.

— Tyler ven aquí. — llamó Josh.

— Jasson no tiene la culpa, yo me resbale.

—Después hablamos de eso—. Josh no había nada sobre el incidente en el que los vío cambiándose en el cuarto de Debby, aún guardaba esa artillería para otro momento. Lo que sí, pasaba es que había vuelto a desconfiar de ambos, más no era el momento de lidear ese tema. 

Josh dijo: — Quiero que sepas que hoy hable con la madre de Debby, ella y su madre han estado viajando mucho todos estos días pero ya tienen todo lo que buscaban, Debby volverá en tres días, vamos bien por ahora ¿Sigamos así, esta bien? Ire a recogerla el sábado, hablaré con ella durante todo el camino y ella entenderá.

— ¿Y si se enfada?

— No se va enfadar, se va poner eufórica, Debby te ama.

—.... —viró los ojos, hasta ahora notando que aún todo era un desastre de libros regados por el suelo.

— No como me ama a mi claro.

Tyler se inclinó a recoger un par de libros, los colocaría uno por uno en su lugar, había sido torpe al creer que un silla poco fiable lo mantendría a salvo. — ¿Y cómo te ama a ti? Todos amamos igual.

— Es diferente. —empezó a recoger los libros también el otro. — Ella me ama para siempre, a ti solo por compasión, sin ofender.

— No encuentro la diferencia. —uno a uno los libros estaban volviendo a su estante, Tyler llevo la silla hacía el salón principal, le pertenecía a la mesa de cuatro que descansaba solitaria.

Josh le seguía los pasos hojeando una novela que tenía en manos.

— ¿Tú has amado a alguien, Tyler?

— Siempre me preguntas lo mismo, te burlas, sabes que nadie me ha querido para algo más que un revolcon.

— Que sensible.... yo solo preguntaba. Creí que te habías enamorado de Pete por eso le eras exclusivo, y lo amabas en secretos, esas mierdas gays.

La conversación no estaba siendo buena antes de que alguno digiera algo que no quería, Tyler tomo el orden y subió hacía la habitación que ocupaba, sin embargo Josh le pisó los talones casi corriendo tras de él.

—¿Tyler, y si no eres gay? ¿Lo has pensado? ¿Tal vez te gustan las mujeres?

Subía más rápido, escalón por escalón, más rápido.

— ¿Te alquilaste a una mujer antes? ¿se lo hiciste tú o ella a ti? ¿Sabes cómo hacérselo a una mujer?

En el interior de la habitación fue inútil tratar de ser sensato, Tyler le cerró la puerta en la cara cuando el otro trataba de seguirlo.

— Hasta mañana, Josh.

El joven se quedó de pie asombrado ¿Qué había pasado? lo único que hizo fue conversar, no quería ser inconsistente e ingresar de todos modos cuando claramente alguien gritaba por privación al interior de esas cuatro paredes, aunque tenía las claves en las manos, Josh decidió retroceder.

— ¿Y, besar a una mujer? —la pregunta salió de sus labios. —¿Tampoco, verdad?

El silencio fue más parlanchin que las palabras y la respuesta se escucho bien.

— Yo tampoco he besado a nadie fuera de mi linea de elección sexual. —dijo Josh.

Se retiraba cuando Tyler abrió la puerta, asomó la cabeza y le dijo:

— Tú me besaste.

— No, tú me besaste a mí.

— Me alquilaste dos veces. —le recordó el menor.

— Recuerda bien, en esas dos veces no nos besamos. Fue cuando fuimos por ti a la universidad que saliste como un animalito asustado del cuarto de los hermanos Stump, te metiste a mi auto y me besaste.

— ¡Yo no te bese, fuiste tú!

— Pero te gusto.

— Si, pero no fui .... yo.

Josh sonrió ampliamente satisfecho con la respuesta, aún le faltaban ideas para castigar la confianza que Tyler había quebrado ese día que lo vío con Jasson en el cuarto de pintura, pero ya se le ocurriría algo, por ahora incomodarlo era la mejor carta para empezar a jugar. Mientras el adolescente lo miraba espantado tratando de hablar él se alejo de su vista bajando las escaleras.