X. Cap 24

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— ¿Por qué estoy aquí?

La castaña sonrió con cuidado al iracundo hombre que terminaba de beber su cerveza lejos de ella.

— Porque fue tu idea. —rio Debby.

Los desnudos brazos del hombre tiemblan con intención. — Venga hazlo de una vez que estoy congelándome.

— ¿Estás listo? —pregunta ella a la distancia.

La camioneta blanca de Josh está estacionada sobre la zona apartada de la arena, en el estacionamiento a la orilla de la Playa Central.

— Por favor, hazlo ya.

Lo pedía con intención. Hace dos horas, este feliz compromiso descansaba recostado sobre el amplioso sillón blanco en la comodidad de su hogar, mirando una película cuando a Josh se le ocurrió una estúpida idea.

Las castaña bajó del auto, estaba vestida igual que él, en traje de baño, sin embargo y si era posible, temblaba más que el pelirrojo.

— Va funcionar. —se dijo para sí mismo. — Va funcionar porque nos amamos.

Aguardo por ella con una gran sonrisa.

Hace semanas que no estaba del todo tranquilo y la culpa arremetía contra él. Los preparativos para la boda estaban bien, había probado más de quince sabores diferentes para el glaseado en una semana, se probó decenas de trajes y escribió aburrido una lista de sus amigos más cercanos esperaba verlos en la ceremonia. Como si no faltara menos, la compañía de Jason en sus prácticas de quirófano aumentaron. El castaño fue añadido a su lista y se odiaron desde el primer segundo.

— Estoy muy sorprendida de que me convencieras. —le dice ella, llegando junto a él.

— Es algo que tenemos que hacer.

— Creí que esperaríamos a la luna de miel....

Él también lo creía pero ya no podía esperar. Últimamente estaba sintiéndose muy culpable con ella y no fue porque hiciera algo, sino porque pensaba que de no hacerlo la primera vez con ella se iría corriendo para hacerlo con alguien más.

Josh la rodeó de la cintura, su piel estaba tan fría como la suya. — Es que eres muy especial para mí, y no quiero ponerle fecha a amarte.

Estaba aterrado.

— Que romántico. —sonrió. — Tú eres el amor de mi vida, no necesitamos fecha para hacernos especiales, Josh.

Ella estaba ilusionada, él empezaba a dudar, algo no estaba bien. Josh podía ser culpado de todo; de ser un engreído, de ser un presumido, un mal amigo, una persona infiel y hasta un mal profesional cuando ponía por sobre los pacientes las disputas con sus compañeras, pero sabía una cosa. Josh sabía que amaba a la castaña y que eso era lo único que tenía. 

— Quiero que seamos el primer momento del otro. —dijo Josh.  Ella escondió el rostro en su pecho.

Debby tenía un secreto.

— Quiero ser la primera para ti y que tú seas el primero para mí.

Y Josh tenía su mismo secreto.

— Promete que será para siempre. —le pidió ella acercándose a sus labios.

Ninguno cerró los ojos, ambos se encontraron, la luna no estaba llena pero el cielo estaba salpicado de puntitos blancos y la arena los recibió cómplice del encuentro de sus cuerpos, mientras la desnudez del contrario aprendió a reconocer al otro y el sonido de su voz, dejaron de crear palabras para convertirse en un coro unánime que los elevó hasta lo más alto en la complicidad del otro. Hicieron el amor esa noche. Fue la primera vez de ambos.

Chico de Alquiler // JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora