Chico de Alquiler // Joshler

X Cap. 42

Ver a Josh como su hermano mayor estaba muy lejos de lograrse, pero Tyler no podía negar que realmente la idea le daba cierta seguridad. No había tenido familia desde hace años, su papá lo abandono asi que no tenía muchos recuerdos, la única imagen paterna que tuvo fue un Dios ajeno al que habia olvidado rezarle hace años. Tal vez podía simpatizar con la idea, siempre y cuando Josh ocupará también su papel. No quería decepcionare otra vez.

— ¡El desayuno mierda!

Tampoco es como si una buena acción cambiara a una persona.

La noche anterior se había quedado dormido entre los cuentos imaginando todo menos que finales felices, el frio no metió la mano bajo las sábanas pero los fantasmas de sus pesadillas le mostraron horribles rostros que buscaban tocarlo con sus sudorosas manos.

Un escalofrío le recorrió las piernas y se avergonzó de inmediato. La razón valerosa le hizo caminar fuera de la habitación y bajó las escaleras corriendo.

— Buenos dias, tú desayuno esta servido.

Contarle a Josh que había tenido pesadillas llego a su mente pero lo apartó con rapidez. Preguntó si él desayunaría también a lo que llegó la siguiente respuesta.

— Lo haré en el trabajo, voy retrasado. Quería dejarte la llave de la casa, y algunas indicaciones que salvarán tu vida. Primero: hay comida en el refrigerador, calienta la que necesites en el microondas; Segundo: el televisor y el ordenador que están en la sala están para tu uso, ya borre el historial para que no te asustes. ¿Tienes aún el celular que Debby te regalo? bien, entonces la tercera regla es que contestes mis llamadas.

El desayuno estaba frío la leche aún no se descongelaba, y la fritura era rancia, más no detalló.

— Entiendo, gracias.

Josh vaciló en darle un beso en la cabeza pero no lo hizo, salió de la cocina éro luego volvió a entrar.

— Promete que no vas a huir.

La verdad, si se lo preguntaban, Tyler pensó que Josh se quedaría con él en casa,  que preguntaría cómo fue vivir todos estos meses en el bar, él tenía mucho por contar, pensaba que de no sacarlo todo la suciedad se quería ahí dentro.

— ¿Vas a responder?

— Si, yo no me iré lo prometo. 

Josh jugaba a ser el hermano mayor en casa pero apenas dejó a Tyler subió a su auto como si huyera de un fantasma. Estaba solo, solo al fin frente al volante con la libertad de pensar.

— Estoy enfermo, soy un enfermo. — golpeó su volante.

Realmente pensaba que lo era. Josh no se consideraba una buena persona, talentoso si, pero no lo suficiente para tranquilizar su pesada conciencia.

No había rastro de Debby tampoco, pudo llamar a casa de sus padres pero no se atrevió, esperó la llamada de la castaña toda la noche dando vueltas sobre la cama, estuvo tentado de enviarle un mensaje de texto y contarle todo lo sucedido pero se quedo dormido.

Estaciono el auto al llegar. Un par de residentes le siguieron los talones desde que ingresó al hospital, se deshizo de las inquietantes señoritas cuando un compañero se planto frente a él.

— Llega tarde, doctor. Tenemos un herido de bala en gravedad en el número 23...

Josh se rehusó a tomar el portafolio de metal.

— Tengo que hablar contigo. 

— Doctor el paciente espera.

— El paciente puede esperar al próximo doctor, la bala sigue enterrada. Necesito hablar contigo Jasson.