Solía ser impulsivo de niño. Una vez, cuando tenía solo diez años rompí el teléfono de mi padre mientras, perezoso, intentaba alcanzar el control remoto del televisor. Patrick, solía jugar mucho en mi casa por ese entonces, era más permisivo que Pete y por eso era mi mejor amigo entonces. Patrick sabía sobre lo del teléfono que rompí y recuerdo que mi temor por ocultarselo a mi padre fue muy grande que tuve que amenazar a mi amigo para confiar en su palabra de que no me delatara.
— Si mi papá se entera, te quedas solo por el resto de tu vida. Nadie querrá ser tu amigo y te llamaré cerdo gordo.
Solía ser un maldito infeliz desde pequeño y ahora que observo al chico de diesisiete años con varias partes del rostro cubiertas. Descubro jamás he dejado de ser ese chiquillo colérico y denigrador.
— Déjenme solo. Yo estoy a cargo.
El grupo de enfermeras se retiró en silencio. Hace un par de meses inicié en un internado de cuatro horas por tres días a la semana como parte del voluntariado. Me gusta la labor. Y me gusta más aprender a dar órdenes, mi razón de ser.
Observó el rostro del adolescente lo suficiente para hartarme de él.
Tengo la culpa de su estado, al parecer la cachetada que me dio su amiga rubia, así lo confirma. Pero... ¿Qué he hecho yo?
— Así hasta pareces inocente.
Josh vestía una bata blanca de doctor, los últimos meses ocupaba el turno compartido con un colega ya graduado y como residente se ocupa de los pacientes que salen de situación crítica.
— Pobre niño.
Se permite quitar el estetoscopio del cuello, aún no se hace inseparable del distintivo como sus demás colegas. Observa al paciente por un rato antes de inclinarse para empezar a hacer su trabajo.
— Signos vitales. —revisa las observaciones que había hecho el médico anterior. — Estables.
Levanta el cabello de la frente del menor buscando signos de sudoración y anota aquello junto a lo demás.
Siempre hay pequeñas observaciones que los demás doctores pasaban por alto; como la sudoración luego de un accidente o contacto violento, esto es indicativo de un ejercicio muscular luego de las fisuras, por lo que el diagnóstico que ante él se revelaba ahora, es que después de haber sido violentada la víctima ha hecho movimientos musculares, como caminar o correr.
— ¿De quién huías, Tyler?
Coloca el estetoscopio sobre la piel del menor y un movimiento involuntario sobresalta al inconsciente.
— ¿Estás despierto?
Poco a poco el paciente abre los ojos. Tyler empieza a observarlo en silencio. Desde que le pusieron la bata médica había despertado pero no se permitió abrir los ojos mientras las enfermeras lo desvestían, se sentía avergonzado de los colores en su cuerpo.
Al no llegar respuesta Josh siguió su trabajo, anotó las observaciones con las que difería de lo diagnosticado, las enfermeras habían hecho ya su trabajo. Tenía que leer el diagnóstico ante su paciente.
— Te pegó fuerte ¿Qué hiciste? ¿No sé la chupaste como le gusta?
No sé equivocaba al estar tan silencioso, Josh no era alguien en quién podía confiar. Las últimas semanas lo había recordado como un buen tipo, pero desde que se había enterado que vivía en la casa de Pete no dejaba de ofenderlo por lo que sea.
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Chico de Alquiler // Joshler
FanfictionLa vida de Tyler esta llena de lagrimas y Josh esta rodeado de muchos reflectores.