Chico de Alquiler // Joshler

X. Cap 46

— ¿Me odias? —preguntó Tyler. 

La cocina se había incendiado al nivel de dejar quemadas las estufas, del horno se desprendria un olor insoportable por el que ambos ahora se encontraban en sentados sobre el ultimo peldaño de la escalera, el uno junto al otro en silencio. Tyler pensaba en que hacer o decir para que Josh no lo eche a patadas de su casa y morir en calle, por su parte Josh solo pensaba en lo horrible que había quedado la parte del piso donde se oscureció con los restos de plástico quemado que serían imposibles de quitar, por lo que tenía que quitar todo el piso de la cocina, lo que significaba buscar otro piso para que el salón combinará y eso implicaba que de repetirse el color en alguno de los otros cuartos de la casa habrían que cambiarse también, era un gran trabajo y lo peor. 

— Debby. —la mencionó Josh con tristeza. — Ella amaba ese color de tapiz Vintage que combina con sus mesitas. 

Las lagrimas de Tyler ya se habían secado, pero aún no podía preocuparse por él mismo. 

— Josh, por favor. —pidió con desesperó. — Discúlpame, no quise que esto sucediera, por favor, por favor perdón. 

Lo que iba ser arreglar ese desorden sin alertar a sus padres de lo que había sucedido y contarle a la castaña esta noche sería un teatro de cuatro horas, la pobre no podría dormir por la preocupación. 

— ....

— Josh dí algo. 

Pudo ser peor, pudo quedarse dormido por más tiempo y de haber estado solo Tyler en la cocina habría, con seguridad, hecho explotar la casa. 

— No fue tu culpa. —Josh pasó el brazo por los hombros del menor y lo acerco un poco a una respetable distancia, aún tenía los brazos sentidos. — Fue un accidente. 

Es curioso como catalogamos de accidente, algo que claramente se pudo haber evitado. .Si Josh hubiera admitido que Tyler no sabía cocinar y que tenía la suficiente hambre como para hacerlo él solo, nada de esto hubiera sucedido, el 67% de los incendios sucede por estos casos, porque la amargura de otro permite que estas desgracias pases solo porque él que tenía que hacer algo no lo hizo. 

— Estas temblando.  

Josh notó mientras sujetaba a Tyler, que el menor estaba temblando como una gelatina hipando y muy frió aún vestido con el pijama grande que le había prestado. 

— Tengo miedo. —admitió el asustado. 

— ¿De qué?

— De ser un peligro aquí, casi te mato. 

Le abrazó con más fuerza. Si, Tyler, realmente estaba asustado, él también entendió que debía estarlo, pudo haberse quemado el brazo luchando contra el abrazador fuego que solo crecí alimentándose de lo que alcanzaba, pero en algún momento cuando luchaba por no ahogarse llego el exintor a sus manos y quién lo traía era ese muchachito que ahora se estaba encendiendo en sus brazos. 

— Eres el único que puede decir eso, "casi te mato" y ser para quién casi matas, muy inocente. 

— Pero es la verdad soy muy idiota. 

— No lo eres. 

— Por favor culparme, soy culpable, si quieres te pago mañana iré a buscar trabajo ahora mismo. 

Josh miro su cabeza con ternura, solo podía ver su cabeza porque su rostro estaba escondido sobre su hombre, podía sentir su mejilla aplastada sobre su hombro y la humedad de sus lagrimas que volvían a caer mojarle la piel. 

— No se sientas culpable por lo material yo tengo mucho dinero. 

— No es por lo que queme, es porque casi te quemo a ti. 

Cuando el humo fue despejado volvieron al primer piso. Josh iba al frente con Tyler enroscado en su brazo izquierdo caminando de a pacitos justo detrás de él, respiraba hondo como si tratará de guardarse un poco de oxigeno para si. Al ingresar a la cocina aún existia ese enorme monstruo de humo que amenazaba por comerselo todo, Josh tuvo que ir por la aspiradora, tenía una idea que Tyler no pudo entender.

Cuando Josh se fue se quedo de pie, solo en el enorme desastre que había causado. 

— Ya tranquilo. —oyó que el mayor había retornado. — Mejor ve afuera a esperar, esto puede ser peligroso. 

— ¿Otra vez?

— No, es solo que te puedes asfixiar y lo digo enserio. 

Tyler le miró con terror estaba aún disgustado con sigo mismo por su estupidez pero no quería que la cobardía se quedará en su vida para siempre. Se armó de valor para permanecer de pie, solido como una roca. Josh no dijo nada más. 

No había ventanas en la cocina y esto podía ser perjudicial en momentos como estos pero para Josh la idea que se le había ocurrido era perfecta. 

— Tápate la boca. —le ordeno. — Y si puedes no respires hasta que yo te diga. 

Tyler lo hizo, pero no pudo evitar sentir algo alarmante en el estomago, el sabor le recorrió los brazos y se sintió incomodó. Había escuchado muchas veces esa petición y casi siempre le provocaba vómitos durante el tiempo que soportaba. 

— Listo. 

Josh lo miró extrañado y rodó los ojos, no esperaba que diga nada por su seguridad, de todos modos Tyler ahora tenía las manos sobre su boca y con seguridad ya no iba a decir más. 

Accionar el botón en reversa no fue la buena idea que pensó que era, todo el polvo que se había guardado para sí el aparato, salió expulsado sobre la cocina. 

— Mala idea. 

Josh pudo solo reir pues ahora no solo su cocina estaba echa un desastre, sino también él estaba cubierto de pelusas de piso y polvo en la pulcra tela que vestía. 

— Mierda, Tyler mírame estoy jodido

La gracia abandonó su rostro cuando al girar en busca de Tyler lo hayó en la esquina de una columna de la quemada cocina  de pie y  quieto  con las manos cubriendo su boca y un semi erección que podía notarse por sus pantalones. Al principio creyó que era obra de su mente enferma que sexualizaba al niño incluso solo por tomar agua, pero esto estaba pasando realmente y lejos de resultarle pavoroso, se encontró incomodo ante la situación y se preocupo gravemente cuando al acercarse noto que Tyler no había estado respirando. 

— ¡Tyler! —gritó y al fin al chico quito sus manos de su boco. Tomó bocadas enormes de aire y poco a poco pudo recuperar el equilibrio. 

Josh lo ayudo a llegar al salón principal, juraba que Tyler esta por desmayarse. 

— Tyler, tyler. —josh trataba de hablarle. — ¿Estas bien? ¿qué tienes? ¿qué te sucede, Tyler?

Pero todo fue en vano en menos de lo que esperaba el chico se resbalo de sus brazos.