X Cap. 12

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— Confiesa. —sonrió Debby.

La castaña ocupaba un sillón frente a su joven invitado. Tyler había expresado su agradecimiento y fue muy sincero con sus palabras. 

Las líneas de expresión del rostro de la mujer se suavizaron, una sonrisa inocente empezó a adornar sus mejillas:

— Lo siento, no quise ser grocera. —extiende los brazos a la distancia pero se retrae. — Porfavor no nos denuncies por traerte a casa sin tu consentimiento. Es decir, si quieres hacerlo está bien estás en tu derecho, fue casi un secuestro. Pero en nuestra defensa, te encontramos solo, inconsciente en medio de una autopista. Disculpamos por no llevarte a un hospital, los foráneos nos espantaron y venir aquí resultaba más seguro. Josh te reviso, es Doctor, dijo que sólo habías caído inconsciente producto del impacto.

Tyler la escuchaba atento, era importante que Debby narre como sucedieron las cosas, sin embargo lo único que se repetía en su mente era: en nuestra defensa, discúlpanos, ¿Por qué hablaba por él? ¿Por qué lo incluía? Él sabía perfectamente que Josh no quiso ayudarlo. Si hizo lo que decía, fue por ella no por él.

— Josh te diagnosticó un severo desmayo e intuimos que habías resbalado. —hizo una pausa. —  Ambos sabemos que no luces como un chico despistado. Si hay algo que te está sucediendo, por favor acepta nuestra ayuda.

El menor se permitió mirarla a los ojos. Respiró profundo, y recordó que era Debby a quién tenía enfrente. Quería ser sincero.

— No soy bueno en ésto. —empezó a decir. Miró el suelo, los desnudos pies de Debby le generaron confianza . — Yo... no quiero ser un problema, no podría aprovecharme más.

Ella no dejó de sonreír. Tyler le proyectaba una inocencia extraña, sus palabras siempre eran muy cuidadosas pero su forma de relacionarse con los demás era torpe, con un desinterés alarmante.

— Entonces cuéntame. —dijo más interesada. — ¿Qué pasó?

No le gustaba hablar con extraños, si pudiera decirlo no tendría que mentir a las miradas expectantes.

No podía confiar en nadie.

— Fui a la casa de mis padres. —dijo al fin.

Ella esperó.

— ¿Los que viven en Holanda? —preguntó.

Tyler forzó una sonrisa. — Teníamos una casa aquí.

— ¿Y era linda?

— Muy linda.

El rostro de la mujer lo buscó pero sus destellantes ojos lo intimidaron tanto que él volvió a huir de su mirada.

Abandonó su lugar para sentarse junto a él. — Cuéntame qué pasó Tyler, no voy a juzgar.

A veces somos nuestro propio escudo. No elegimos lo que sale de nuestra boca, pero elegimos cómo decirlo. Y casi siempre lo moldeamos.

— Vivía con mis padres, hasta que uno de ellos enfermó y tuvieron que mudarse a Holanda para seguir el costoso tratamiento, me dejaron aquí.

Debby estudio lo que escuchaba:

— Entonces ¿No eres hermano de Pete?

— No

— ¿Por qué estuviste alojado en su casa? ¿Eres amigo de la familia? Eres muy joven para eso disculpa que lo diga.

— No somos amigos. No conozco a su familia. Él solo me hace favores que después yo intento pagar.

Y añadió con rapidez, preocupado por la curiosidad de la mujer.

Chico de Alquiler // JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora