X Cap. 16

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— Quédate quieto. 

— Debby me veo ridiculo, por favor quitame esto. 

— ¡Luces precioso!

La castaña sujetaba el lienzo en la mano izquierda y en la derecha un pincel pequeño con tintes claros en las cebras. 

—  Además, dijiste que te aburrías mucho en casa. 

El sombrero resbaló cubriendo su rostro: — Yo solo quería que me enseñes a usar un teléfono celular.

— Eres muy joven para eso. —reprocha la mujer. — Yo estoy en contra de los padres que dejan jugar a los niños pequeños con móviles, es muy peligroso ¿No han leído acaso sobre la radiación? ¿los peligros del contacto magnético de su material? Estoy alarmada.

Una par de escolares, que no dejaban de mirarlo de que ingresó, empezaron a reír cada vez más fuerte. Todo le resultaba incómodo, la segunda semana supuso sería la más fácil, se había familiarizado con la casa, eso pudo hacerlo, pero le gustaba conversar con Debby y ese había sido su error. 

— Ajusta tu corbata un poco. —pidió Debby. Al hacerlo, obtuvo una sonrisa de su parte. — Gracias.

Al parecer Debby no perdía el tiempo solo adaptando preparativos de la boda, también lo perdía creando preparativos para que la boda rompa con la estética de lo convencional. Y que mejor forma que retratando a los novios el mismo día de la boda. 

— Pintaré un cuadro de la llegada, el recorrido por el altar, el sí acepto, y cuando ¡lance el buque! —soltó un gritito de festejo. 

Las risas incrementaban pero Debby parecía no oirlos y si los oía, seguro pensaba que reían con ella. Tyler estaba avergonzado, no estaban haciendo nada ilegal ni explícito, portaba un traje oscuro de corbata larga, un esmoquin que Debby había comprado como prueba, como añadidura Debby le pidió que se ponga un sombrero Trilby del mismo color. No le avergonzaba vestirse así pero se sentía muy ridiculo, estaba en frente de todos los estudiantes de la clases de pintura de Debby, junto a él dos modelos femeninas portaban trajes de novia. Era un retrato matrimonial y lo avergonzaba que Debby lo hubiera postulado de modelo cuando en la sala había hombres mayores, con mejor porte, él se veía reflejado en los grandes espejos como un niño pequeño con la ropa de su padre.

— Tengo frió. 

Un shhhh colectivo se expandió en el aula y Debby recordó un anécdota que hizo a todos gruñir pero empezó a narrar con alegre sonrisa, sin dejar de mirar a Tyler, como si estuvieran en casa platicando como a diario mientras Debby regaba los jardines. 

*-*-*-* 

Al llegar a casa Debby fue recibida con un beso y Tyler con una mirada de sorpresa que se camuflaba entre una risa burlona y una mirada de pena. 

— ¿Comieron?

— Si, amor. 

Josh había regresado a almorzar a casa otra vez, era la tercera vez esta semana, Debby estaba preocupada por eso, había intentado convencerlo de ir al hospital con una pequeña lonchera que compro, pero Josh se había negado con seriedad y Tyler había reído sin querer. 

— Lindo sombrero. —dijo Josh, cuando Debby había salido del comedor con el celular en la oreja. 

Tyler se lo quitó de inmediato y siguió bebiendo del jugo con una pajilla.

— Hoy pintamos un cuadro.

— ¿Que pintaste tú?

— Yo fui el modelo. 

Josh lo observó de pies a cabeza, se detuvo en su rostro y ahí se quedó mirando hasta incomodarlo. 

— ¿Qué? —preguntó el menor. 

— Eres el esposo más joven que alguien pudiera retratar.

— Ridiculo. 

— Esta bien. —Josh se puso de pie, y llegó hasta Tyler revisando que Debby no se mantuviera cerca, le habló al oído. — Eres el chiquillo vestido de esposo más caliente que alguien pudiera retratar y me estas provocando un orgasmo con ese traje. 

Debby ingreso al momento que Josh retomaba la posición en su lugar. 

— ¿No se ve lindo? —pregunto Debby. 

Josh buscó la mirada de Tyler y al fin, luego de intentar por semanas, había conseguido ruborizarse. 

— Se ve precioso. Si fuera un niño lo adoptariamos. 



*-*-*-*-*

Debby recibió una llamada de sus padres y tenía que viajar de inmediato, asuntos de la novia dijo cuando Josh trató de colarse a esa invitación. Lo aceptó, podía dejarla partir con la promesa de que volvería al día siguiente y se lo contara. 

— Portate bien. —advirtió Debby. La castaña estaba al volante de su auto, Josh desde la ventana empezaba a desaparecer por el vidrio. 

— Lo haré. 

Bajo la luna otra vez: — Te lo advierto, si lo tratas mal, me enteraré, no me lo dirá él. Me lo dirá su comportamiento. 

— Tranquila cuando regreses, lo encuentras muy feliz. 

Debby empezaba a encender el auto mientras Josh se alejaba cuando oyó que su prometido preguntaba algo más. 

— ¿El traje que lleva puesto, es importante?

— No. —respondió. — Puede quedarselo o tirarlo. 

Chico de Alquiler // JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora