X. Cap. 21

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Existen pocas razones para ser expulsado de un centro de prácticas profesionales, una de ellas es evadir la asistencia al centro laboral y la otra, que tiene grabado en su mente todo prácticante, es: negarse a hacer lo que te pide un superior.

— Suture.

El pelirosa sonrió con ironía mientras se picaba una oreja con la lapicera oscura que tenía entre manos.

— ¿Quién, yo? Si suturar es para  enfermeros.

El veterano médico que dirigía la clase, espero algún cambio en su desición, aún el rostro del alumno no mermó su actitud burlona.

Dirigiéndose al sur y ajustandose las gafas en el trayecto, el veterano indicó a otro estudiante.

— Jasson, haga una demostración.

La sonrisa de Josh creció. Inclinándose levemente contra respaldo de su asiento, estiró una pierna desintencional que por poco hizo tropezar a su compañero.

Un par de compañeros tuvieron que controlar al castaño, quién por su temperamento, intento reaccionar contra el bromista.

— No te mataría intentar hacer algo por una vez en tu vida. —señaló el castaño.

— Intentar hacer algo es tu vocación. — se defendió el pelirosa.

Rebuscando entre sus pertenencias, Jasson el estudiante de enfermería quién también cursaba prácticas con el grupo del veterano médico. Fue el elegido para llevar a cabo el ejercicio de sutura a modo de ejemplo.

—  Eso es, ponte tus guantes enfermerito.

— Al menos yo me los pongo solo.

Aquello solo lo motivo: — Que yo sea un futuro médico no merme tus sueños. Podrás ponerme los guantes muy pronto.

Tan pronto como sus miradas renegaron de la otra, una camilla de prácticas ingresó al salón de prácticas, Josh fue uno de los primeros alumnos en saludar entusiasmado a las enfermeras, mientras se mofaba por lo bajo con sus amigos, lo que para Jasson no pasó desapercibido. Nunca pasaba desapercibido la mofa que recibían por parte de los estudiantes de medicina que se graduarian como médicos. Nada podría superar esa enorme brecha.

— Entreguen los trabajos grupales.

Jasson miró a Josh. Y el pelirosa exclamó: — Mierda.


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Sin Pete en el departamento y con un Patrick masturbándose en su habitación, la mejor forma que Tyler encontró para pasar el rato fue entregarse a la televisión.

— Pura basura. —decia solitario.

Los programas de televisión no terminaban de convencerlo, nunca tuvo suficiente tiempo como para perderlo en trivialidades.

En la poca intimidad que le quedaba se permitió pensar en las pelicularidades Debby, la vida peligrosa de Jenna y aunque lo reprimiera, no pudo evitar pensar en Josh.

Con Josh solo tenía malos recuerdos, disfrazados de buenas intenciones que solo conducían a denigrarlo. No sé imagino antes ser despreciado con tanta mofa como lo hacía él. Que tonto le parecía Josh, solo bromeaba de sus abusos ¿Enserio pensaba que eso era divertido?

Tyler solo era un adolescente, debería estar en la escuela y no en un departamento de universitarios, esperando a que su verdugo llegará a cobrarse con él, el precio de su estadía.

— Estúpido. —se reprimió. — Nadie va entender.

Ojalá decirlo en voz alta causará los efectos que esperaba. Más no lo consiguió.

Chico de Alquiler // JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora