Hay un joven de pie bajo el semáforo adyacente, la tenue luz que lo cubre es demasiado débil para ocultarlo y el congelado viento que sopla distingue las facciones débiles del hombre, su aspecto inofensivo, quedando al descubierto observado a la distancia.
— ¿Es él? —pregunta un pelirosa encogido tras el volante del auto.
El pelirosa se llama Josh, y aunque lo intenta, no aleja la mirada del joven castaño que aguarda de pie bajo el semáforo. Pronto, su amigo Pete se inclina a él, la musculosa de calaveras y el aro en su nariz cubren su visión.
— Es él. —señala el de cabello oscuro: — Es increíble chupándola, tienes que creerme. — Pete se muerde los labios antes de acomodarse los pantalones.
— No lo sé, se ve muy joven. —insiste el pelirosa.
Su auto está estacionado a unas cuadras del corredor abandonado. Es un Audi blanco, amplio y con neumáticos nuevos. En ese pequeño compartimento un vehículo como éste no pasara desapercibido y ellos lo saben.
— No seas gallina. Ese chico es un mago, te lo hace sin quitárselo de la boca. —rie su amigo. — Creo que no necesita ni respirar.
El pelirosa continúa observando desinteresado al menor, es muy delgado para él, además, ante sus ojos luce como un niño que acaba de huir de la escuela. No debe ser tan joven pero ante su negativa Josh está dispuesto a encontrarle todos los contras al castaño. No luce tan bueno.
Su amigo no sé rinde. Continúa tratando de convencerlo— Hasta Patrick puede dar fe de lo bueno que es el chico. Pat cuéntale.
Patrick es un muchacho de anteojos, algo robusto y con estilo old emo. El rubio los acompaña al interior del vehículo, temeroso, fue el primero en negarse a participar en esto y enojado aleja a su delineado amigo. Sé niega a colaborar: — Callate Peet.
Los oye pelear. Rie. Ya ha sido mucho por hoy, su cumpleaños está por terminar y está perdiendo el tiempo con sus amigos desde hace horas. No va alquilar un chico por horas, no le interesa en lo más mínimo irse a la cama con un completo desconocido. Josh toma en manos el volante.
— Olvídalo Peet. Mis padres deben estar preocupados y Debby debe estar en casa muy enojada.
Sin esperar conciliación alguna, Josh pisa el acelerador. Encendido el auto, girada la llave y sujetado el timón, las luces iluminan al menor quién observa el vehículo alejarse. Su rostro jovial lo descubre y Josh lo observa también. El más joven retrocede cuando el auto gira acercandose. En un lugar tan reducido un auto como este podría arrollarlo si se descuida.
Tyler no es de acercarse a un lugar sin ser llamado. A su corta edad contaba con mucha experiencia en las calles. Se mantuvo todo esté tiempo reacio al comportamiento de los tripulantes porque ninguno trato de comunicarse con él.
Decide apartarse un poco. Pero algo lo detiene.
— ¡Hey Tyler! —un chico saca la cabeza del vehículo. Reconoce de inmediato su rostro. Es Pete, uno de los clientes que nunca se cansa. — Volveré por ti, pequeño.
Cómo si hubiera visto un fantasma, el castaño retrocede hasta chocar contra la pared, asustado, viéndose acorralado hipertensiona temeroso ante los golpes que recuerda ha recibido por parte de ese tipo, no otra vez, no. Sin pensárselo mas, empieza a correr.
— Vamos siguelo. —dice Peet. Llegó de los asientos traseros, impulsándose sobre Patrick sin cuidado alguno, hacia el pelirosa. —¡Acelera, Josh!
Josh está por negarse pero su amigo ya ha tomado el timón de sus manos. Un giro a la derecha de pronto y al interior del vehículo los tres tripulantes caen sobre los mismos.
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Chico de Alquiler // Joshler
FanfictionLa vida de Tyler esta llena de lagrimas y Josh esta rodeado de muchos reflectores.