x. Cap. 5

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La fecha de la boda era aún lejana, habían proyectado la ceremonia a catorce meses procedentes desde el presente. Josh tenía que culminar la universidad primero, la carrera le había privado de los mejores veranos de su vida y aunque las fiestas, y la vida social habían sido abundantes,  no eran suficientes para devolver todo lo que a menudo citaba como sus años perdidos.

— ¿Qué te parece un pastel de la Snitch dorada? —preguntó Debby. Su largo cabello picaba el rostro de su acompañante.

— Si.. es lindo... —se oyó un balbuceó.

— ¡Josh!

El somnoliento pelirosa pego un salto de la cama y se lastimó la cadera en el intento.

— ¿Qué mierda hago en esta posición? —se preguntó.

— Te quedaste dormido después del sexo. Que devilucho eres.

Josh empezó a distinguir a su alrededor el escenario, se encontraba de cabeza y las piernas estaban contra la pared, dirigidas al techo. Debby se encontraba igual, junto a él, el cabello que no le estaba picando tocaba el suelo, pues sus cabezas se mantenían en la línea borde del colchón.

— Vaciaste mi sangre. Mi pobre cabeza. —se quejó el hombre tratando de recuperar la compostura.

La castaña empezó a reír, sus largas piernas buscaron las de su prometido y se acarició a él con movimientos lentos.

— Estoy emocionada. —dijo de pronto.

Josh busco el rostro de la mujer, se inclinó a besarla. — Estoy emocionado también y muy ansioso por convertirme en tu esposo.

Así empezó la mañana para quienes se amaban, lleno de besos y caricias, con sonrisas cómplices y comodidad en la intimidad. Algo habían buscado durante toda su adolescencia y era la compañía de un compañero, ahora ambos lo habían encontrado.

— Te amo. —se confesaron al mismo tiempo que recordaban que eran el uno para el otro.

En otra habitación, a miles de kilómetros de su hogar seguro. Otra pareja compartía la cama pero por razones totalmente diferentes que el amor y la protección.

— ¿A dónde iremos?

— No lo sé.

— ¿Ya tienes toda tu ropa?

— Si pero ¿a dónde vamos?

— ¡No lo sé, Tyler! —grita la rubia.

La mochila del muchacho cae de sus manos y retrocede asustado.

— Lo siento pequeño pero tenemos que irnos lo mas pronto posible. Charly está furioso por la deuda.

— Le dije que podía pagarlo en una semana.

— No es fácil Tyler.

— Son solo dos meses. Puedo reunir eso.

— ¿Y quién reúne los 2mil dólares que perdió ayer?

— No fuimos nosotros.

— Somos los únicos jovenes ¿Crees que va creer en nuestra inocencia?

Tyler la observa, entiende lo que dice su amiga. El hombre que les dio un lugar para vivir no es el tipo más agradable que existe. No hay opción, sabe tanto como ella tienen que buscar otro lugar a donde ir si quieren seguir viviendo en este país.

— No podemos irnos lejos del bar. —le recuerda Tyler, mientras corren por los pasillos.

Huir por las escaleras que dan a la calle es un peligro pero lo hacen. Cierra los ojos y repite las palabras de su amiga. "No mires abajo".

Chico de Alquiler // JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora