El cliente inusual.— No tienes que protegerme siempre, mamá, soy mayorcita para tomar mis propias decisiones. - le intento explicar. Ella niega con la cabeza y yo bufo desesperada, moviéndome de un lado para otro, debido a la impotencia. Necesito buscar algo que pueda descargar mi ira.
— ¿Enserio crees que te voy a dejar que vayas sola?, si cuando estabas con Eros te rompiste la nariz y tuviste un esguince, un esguince, ¡por amor de dios Evelyn! - solo bufo y me cruzo de brazos.
— Me voy a casar y no me dejas ir a trabajar, ¿enserio? - alzo las cejas y extiendo mis manos para que vea que es algo ilógico y que yo tengo razón. Ella me mira desafiante. Mi madre es muy terca. — Porfavor, mamá, estaré bien, enserio. - me arrodillo frente a ella y pongo mi mejor cara de pena. Se me da bien , no lo voy a negar.
— Está bien, pero alguien te va a tener que traer, no puedes volver sola. - wow, no esperaba que aceptara, tan pronto. Asiento, supongo que me podrá traer alguien del trabajo.
* Horas antes*
Tengo que ir a trabajar, tengo que ganar dinero, tengo que conseguir que mamá me dejé ir. Con ese pensamiento me levanto de la cama. Voy hacia el baño, me saco el pijama, abro los grifos y dejo que el agua fría relaje mi cuerpo, lo consigue unos minutos, pero solo el simple hecho de tener que hablar con mi madre sobre un tema que ella se niega, me pone los nervios a flor de piel. Pero necesito ir al trabajo, porque si no voy me produce el doble de estrés. Dejo que el agua caliente moje mi piel y cierro el agua.Salgo y me enrollo en una toalla. Hago mis necesidades primarias y una vez lista voy hacia mi habitación. Me saco la toalla y busco la ropa que voy a ponerme hoy. Me decido por una blusa blanca con unos pantalones vaqueros y unos tenis. Salgo de mi habitación, con los nervios a flor de piel.
Allá vamos, esto es peor que una película de terror, para que luego digan, no hay nada que dé más miedo que tener que proponerle algo a una madre que segurísimo se va a negar.
Y me adentré en la boca del lobo.
*Actualidad*
Me voy corriendo a mi cuarto, no vaya a ser que se arrepienta o algo. Me saco la ropa, ya que no puedo llevar esa ropa, en ese restaurante son estrictos con la vestimenta. Tanto que hay un vestuario propio del restaurante. La vestimenta consiste en una falda de tubo gris con una camiseta clásica y una pajarita roja. Los zapatos son negros. Me la pongo y veo a papá esperando con las llaves del coche en la mano.
No es un coche de última generación, pero si lo ves con buenos ojos, es bonito. Eso sí, es muuy viejo. Le cuesta arrancar, papá siempre tiene que encenderlo tres veces, antes de poder arrancar. Cuando escucho el rugido del coche al encender, suelto un suspiro de alivio.
La razón por la cual no me han despedido, es que la jefa es una viejecita, la cuál es un amor, es pura ternura esa mujer. Es una señora muy amable. Pero su hijo, desde que rechacé salir con él, me tiene rencor. Intento siempre pasar de él, siempre pero con Nil, es difícil hacerlo, ya que es como si fuera el rey del restaurante, le encanta llamar la atención. Una de las razones por las cuáles no salí con él. Otra es Eros, si lo sé, está mal que no me dé la oportunidad de conocer a nuevos chicos, pero ¿qué puedo hacer si me gusta él?
Estoy segura de que Nil intentará cualquier cosa para que su madre me eche y no lo puedo permitir.
Cuando me doy cuenta ya estamos cerca del local, le doy un beso a papá y me bajo del coche con una sonrisa, tal vez no es el mejor trabajo del mundo, muchas veces tengo que soportar a clientes molestos, que se creen superiores y también tengo que soportar a Nil. Pero este trabajo es como mi segunda casa, cuando estoy trabajando me siento en paz, conmigo misma, me encantan los balbuceos de la gente, me encanta ver a los niños reír. Son pequeñas cosas, que la gente, no tiene en cuenta, pero yo si. Cuando entro, visualizo a una rubia con ojos azules que en cuánto me ve se tira a mis brazos. Menos mal que me estabilicé a tiempo, sino ya estaríamos en el suelo. Esta rubia tarada se llama Arlet. Es muy buena niña y le tengo mucho cariño. Es mucho más bajita que yo y siempre me meto con ella debido a eso.
ESTÁS LEYENDO
Casada con mi Crush
RomanceUn matrimonio concertado. Un chico rico y una chica pobre. Él, tiene una actitud mala. Ella, no se va a quedar callada. ¿Preparados para llorar, reír, odiar? ¿Serán la mejor pareja o la peor pareja? Eso solo lo sabrás, si te atreves a adentrar...