Cap 25

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Selectividad = infierno.

Los nervios a flor de piel, casi no he dormido, he dormido unas dos horas, cuando acabe esos dichosos exámenes, voy a hibernar toda mi vida. No me he sentido más cansada en mi vida, ni aquella vez que mi madre estuvo hospitalizada, puede compararse al nivel de cansancio que tengo ahora mismo.

A lo largo del curso me había hecho pequeños esquemas, para cuando tuviera que estudiar para esos dichosos exámenes no tuviera que hacerlo de nuevo.

Con Eros las cosas van de lujo, bueno a lo que se podría llamar "lujo". Tenemos nuestros problemas, discusiones, pero es algo normal en una pareja, cuando hay sentimientos de por medio.

Lo veía a menudo, ya que quedabamos los martes para estudiar economía.

Eros me gusta mucho, tanto que me queman hasta los huesos, con el solo hecho de rozar su piel contra mi piel. Solo espero que él tambien sienta lo mismo por mí. Aun que sé, que en las relaciones hay siempre una persona que siente más que la otra, creo que la persona que más siente soy yo. Pero se lo demuestro poco, no quiero que se crezca, menos mal que no puede estar dentro de mí, en el sentido de saber como me siento.

Hay algo que me da más miedo que Selectividad y es lo de la boda, no hay cosa que me dé más miedo. Siento que la gente se va a decepcionar, por no contarles antes esta gran noticia, no creo que se vayan a decepcionar por casarnos. Bueno a lo mejor, algunas si que se sentirán mal.

Ahora mismo, me encuentro muerta viva, no he estado, tan cansada, tan estresada, en mi vida, son las siete a.m, he dormido dos horas, en mi cabeza se repite una sola frase: "tengo que sacar buena nota, tengo que sacar buena nota, tengo que..." Me he tomado 4 infusiones, pero sigo con un millar de apuntes en la mano, estoy andando de un lado para otro, sin poder estar quieta.

Ahora mismo necesito la pelotita, anti - estrés, que he roto hace un par de horas. Me estoy mordiendo las uñas de la tensión, nunca he sido alguien de morderme las uñas, pero hasta ese método me relaja más, que el estar sin hacer nada.

— Evelyn Romina Olivers, ¿me estás escuchando? - me quedo quieta y levanto la cabeza de los apuntes que tengo en la mano, visualizo a mi madre con una expresión entre preocupada y enfadada, era una mujer que odiaba que no la escucharan, mientras hablaba. No sé en que momento ha entrado en mi habitación. Sí, tengo un segundo nombre y mi madre solo lo decía para que le prestara atención. Espero que lo que me haya dicho sea lo suficientemente importante, para despegar mis ojos de los apuntes, miro el reloj, he perdido 2 minutos. Estoy perdiendo el tiempo. — Evelyn, escúchame cariño, respira, no toda la nota es un exámen, con todo lo que te has esforzado, te va a salir de lujo, no debes repasar el día del exámen, porque te puedes quedar en blanco. Lo que tienes que hacer es responder las preguntas que te sabes más y las preguntas que no sabes ni de dónde han salido, dejarlas para las últimas, porque una vez que contestastes las que te sabes, los nervios se te pasan, las que no sabías cuáles eran, te van a salir, vas a saber responderlas. Te lo sabes todo, lo que pasa es que los nervios te juegan una mala pasada. - tenía razón en todo lo que ha dicho, dejo los apuntes a un lado, he estado las dos semanas, estudiando, repasando, lo que hemos estudiado en clase. Me lo sé todo, así que, que sea lo que los examinadores quieran.

La abrazo en forma de agradecimiento y ella me devuelve el abrazo. Mi madre fue y es siempre mi pilar fundamental, es verdad que mi padre y mi hermana son muy importantes para mí, pero mi madre es mi madre.

Me tomo un gran desayuno, porque mi madre ha insistido que para contestar a las preguntas tengo que llevar el estómago lleno. Después de desayunar, nos vamos y cuando aparca, veo a Eros, en su moto, me despido de mi madre con un beso y ella me grita "recuerda lo que he dicho, salga como salga, vamos a estar muy orgullosos de ti, cariño". Sonrío y asiento, me despido con la mano, voy corriendo hacia Eros, el cual no se ha percatado de mi presencia, porque está intentando colgar bien el casco en el manillar de la moto, para que no se le caiga.

Ese hombre es lo más tierno que he visto en mi vida, cuando llego hasta él, le doy un abrazo extraño ya que está de lado, al principio siento como su cuerpo se tensa, ya que no se esperaba el gesto, cuando escucha mi risa y capta mi olor, su cuerpo se relaja.

— Princesita, que susto me has dado, ya sabes que las muestras de cariño no son lo mío, solo me salen con pocas personas, si llegas a ser otra persona, no sabría como reaccionar. - me río, al ver su mueca de niño pequeño, se gira, deshace el abrazo y me abraza bien. Siento como su olor masculino, se mete en mi nariz, sonrío en su pecho.

— Estoy nerviosa, quiero y espero que todo salga bien. - digo en su pecho, hace suaves caricias en mi espalda con su mano. El efecto que tiene sobre mí, es increíble.

— Nos va a salir bien, hemos estudiado y nos lo sabemos bien, además es por apellidos, nos va a tocar en la misma clase. - levanto mi vista y veo como me guiña el ojo con una sonrisa divertida.

Nos quedamos así un buen rato, hasta que nos toca entrar. Deshacemos el abrazo, pero Eros automáticamente, me coge de la mano, reconfortándome, me deshago del agarre y saco los papeles, documentación etc.

Cuando vuelvo mi vista hacia mi acompañante, veo que hace lo mismo y me vuelve agarrar la mano, al sentir su tacto, me sale una sonrisa tonta, él la capta y me sonríe coqueto, desvío mi mirada, avergonzada y entramos en la universidad en donde vamos a hacer el exámen.

Van nombrando a la gente, enseñan su documentación y pasan dentro de las aulas. Veo a mis amigos y les grito "suerte". Primero pasa Eros y después de dos personas paso yo. Soy casi de las últimas. Intento mantener mi respiración a orden, pero sé que no voy a ser capaz, hasta que me den el exámen. Mi pierna no para de moverse.

Cuando nos explican las normas, empiezan a entregar los exámenes. Como dijo mi madre, hay preguntas que no tengo ni idea que contestar y voy a por las que me sé, poco a poco, voy haciendo el exámen, hasta que me doy cuenta de que solo quedamos una chica y yo. Le pego el código que me ha tocado y entrego, creo que me ha salido bastante bien.

Así fueron los 5 exámenes, Eros siempre que podía me miraba de reojo, o me daba una sonrisa recorfontante, o tocaba nuestras manos.

El primer día era el peor, había muchas asignaturas y estabas nervioso, porque no sabías que iban a preguntar, ni como era el modelo del exámen.

Al salir de la universidad, lleno de aire mis pulmones y suelto el aire, me siento muy orgullosa de mi misma, creo que voy a sacar muy buena nota.

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Bueno bueno, bueno aquí tenéis otro capítuloo personillass.

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Muchas gracias por todo de verdad, os quiero mucho, mucho, mucho. ❤️

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Os quiero. ❤️🥰

Casada con mi CrushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora