Casada con mi Crush

Capítulo 26

La traición hermano, la traición.

Habíamos acabado los exámenes de Selectividad, dentro de dos semanas, sabríamos la nota, entre esos días, deberíamos elegir que queremos ser.

Después de pasar 3 días de hibernación, (puede que fueran 5), me fui todos los días a la biblioteca, porque allí es donde hay ordenadores y bueno también hay buenos libros.

En los ordenadores no fui a buscar cosas idiotas, ni tontas, ni a jugar. Fui a buscar diferentes trabajos que me pudieran gustar y sobre todo que pudiera estudiar aquí, porque aún estaba en mi mente, el plan de destruir a la persona que nos arruinó la vida, quién le sacó la empresa a mi padre.

Solo de pensarlo me corre una rabia feroz por las venas y siento como cada uno de mis músculos se tensan. Es que es una persona que nos arruinó la vida, porque quiso él o ella, una persona que es la maldad en persona, en mi cabeza solo existe una pregunta : ¿Cómo pudo hacer eso?

Era algo realmente egoísta. Había dejado a una familia en la calle por un engaño, había dejado a un hombre sin nada de autoestima ni confianza en sí mismo, había logrado casi destruirnos, pero no lo hizo, gracias a mi hermana y a mí. Mi madre cuando se enteró y vió que papá no hizo nada, ardió en furia, quería dejarlo, pero la convencimos de que tendría que haber algo detrás, solo de pensar en ese recuerdo, mi pecho se estruja, la mirada de decepción que tenía mi madre sobre mi padre, era horrible. Parecía que solo lo quería por dinero y eso si que me rompía por dentro.

Una familia se construye con amor y con cariño, si no hay nada de eso, no puede haber una buena familia.

Era mi tercer día en la biblioteca y mis nervios iban empeorando, no sabía que hacer, mi rutina era: me sentaba, buscaba información de diferentes trabajos, me desesperaba porque no había nada que llamara mi atención y calmaba mi desesperación leyendo un libro, así durante 3 días.

Escucho vibrar mi móvil, abro la tapita y leo, es un mensaje de Eros:
"Tenemos que vernos, voy a contarle a Owen, lo de la boda y te necesito. PD: tengo que comprarte un móvil de verdad."

Los nervios me invaden, cuando empiezo a leer el principio y una risa brota cuando leo la parte final, este hombre es único, de verdad.

"Genio, ¿tengo que adivinar, donde estás? Justo mi bola mágica está reparándose :( y otra cosa, mi móvil es genial como es, no me hace falta otro. De todas formas, no te voy a dejar comprarme uno nuevo. ;)"

Unos minutos después ya recogí lo que tenía en la mesa y mi móvil vibra en ella, me gano unos "shh" de  la gente, avergonzada cojo el móvil y veo que es Eros:

"Ups, se me había olvidado de que tenías la bola mágica reparándose. Estoy en la cafetería Ross a unas calles de la biblioteca. Porfavor ven ya, estoy nervioso."

Si fuera lo bastante mala, llegaría tarde, pero es que Evelyn Olivers, señores y señoras es un amor de persona. Así que me doy prisa, voy ojeando los diferentes locales, es algo que siempre he hecho y en más de alguna ocasión me he tropezado, algunas personas se tropiezan con el móvil en la mano y otras mirando locales.

Estoy a unos metros de la cafetería y veo un letrero gigante que pone "se necesita fotógrafo/a." La fotografía es algo que siempre me ha llamado la atención.

Me debato en si debería entrar o no y al cabo de unos segundos, entro en el pequeño local. En la pared hay montones de fotografías preciosas, sobre paisajes, gente feliz, animales, insectos... me quedo observando las imágenes hasta que llego al pequeño mostrador donde hay una señora alta, con el pelo negro enredado en un gran moño perfecto, unas diminutas gafas, pintalabios granate, una falda negra y una blusa azul. Está ojeando una revista. Toso intencionalmente para llamar su atención y la mirada que me echa, por encima de sus gafas, me hace dar un escalofrío.

— Perdona, es que he visto el cartel que tienes en el escaparate y creo que estaría interesada. - le doy una sonrisa amable, sin mostrar los dientes y me echa una mirada de arriba a abajo, mientras enarca una ceja.

— Ajá... ¿tienes algún título en fotografía?

— ¿Hay que tener algún título en fotografía? - me la quedo mirando sorprendida y ella da un bufido molesta.

— Estos jóvenes de hoy en día se piensan, que pueden hacer todo sin estudios. LA FOTOGRAFÍA ES ARTE, ¿CÓMO SE TE OCURRE ENTRAR AQUÍ SIN ESTUDIOS DE FOTOGRAFÍA? - me sobresalto al escuchar como eleva su tono, me encojo en mi lugar.

— Perdón... no tenía ni idea.

La mujer se relaja un poco y mueve los hombros debido a la tensión, vale tengo que medir mis palabras con ella.

— Tienes que hacer un curso y luego puedes trabajar en fotografía. - se frota la frente y yo asiento.

Observo la hora en el reloj de mi muñeca y veo que es tarde, Eros me va a matar.

No sé si decirle adiós o hacer un gesto con la mano, ¿los fotógrafos tendrán una manera especial de despedirse? Siento nervios, porque no sé que hacer ante esta situación. Me la quedo mirando y la señora me mira también fijamente, como ninguna tenemos una gran devoción por querer hablar, le hago una seña y ella me asiente como modo de despedida.

Salgo del local y apuro el paso. Llego hasta la cafetería, cuando entro, las paredes están pintadas de color marrón y hay pintadas, pequeñas rosas en algunas partes, como si fuese la tierra y las rosas. Tiene un ambiente muy rústico. Visualizo a Eros y a Owen sentados en una mesita al fondo. El primero al verme me mira acusatoriamente, si las miradas matasen, estaría bajo tierra 100 metros.

Me acerco a la mesa y Owen me sonríe divertido. Frunzo el ceño y miro interrogante a Eros, quién nega con la cabeza. Asiento y arrastro la silla haciendo que chirrien las patas, me gano algunas miradas molestas de las personas que están sentadas alrededor, las cuáles parecen estar molestas, porque he interrumpido sus animadas conversaciones.

Cuando me siento, miro a Eros y miro a Owen, así repetidamente, no sé que está esperando, tengo todos los vellos de punta. Toso intencionadamente y Eros me mira nervioso, me lo quedo mirando y guio mis ojos hacia Owen. Veo como traga saliva y ruedo los ojos. Luego soy yo la dramática.

— ¿Qué os pasa tortolitos? - se nos queda mirando y una sonrisa traviesa, aparece en su rostro. — ¿Te has dado cuenta de que me prefieres a mí antes que a él, gatita? Has tardado mucho más de lo que...

— No es nada de eso imbécil, es sobre mmm... Nosotros dos... eh... - Eros nos señala y su tartamudeo me está poniendo mucho más nerviosa. Muy pocas veces tartamudea, solo cuando no sabe bien que decir.

— Que nos vamos a casar. - suelto sin pensarlo dos veces, Owen abre los ojos tanto que parece que se le van a salir de las órbitas y Eros me mira asombrado, me encojo de hombros y sonrío inocentemente.

Owen está en un estado de shock, nos mira uno al otro, dirige su vista hacia mi mano y frunce el ceño.

— Ajá, muy graciosos, casi me lo creo. - nos miramos Eros y yo, luego de unos instantes lo miramos y Owen nos mira desconfiado con una mano en la barbilla. — ¿Y tu anillo?

— Bro, es un matrimonio de conveniencia, lo decidieron nuestros padres, por eso me junté tanto a ella. - algo en mi pecho duele, porque sé, que si no fuera por eso, no nos habríamos conocido.

— Bueno, si no lo quieres mucho, puedo ser tu amante, gatita. - Eros gruñe molesto y niego con la cabeza divertida. Con lo orgulloso que es, eso le molestaría y más si es Owen, que es como su hermano.

Seguimos hablando, Owen seguía con sus chistes y Eros gruñía como un perro rabioso, yo me reía de ambos.

Tenía la esperanza de que mis amigos reaccionaran tan bien como Owen ante la noticia, aún que no sabía si iba a tener esa suerte.

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Aquí tenéis el siguiente capítulo espero que os guste mi gente.❤️

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Os quiero mucho.❤️

Lo siento por no poder actualizar antes, pero como he explicado por instagram, la universidad es dura y toma la mayor parte de mi tiempo. 💔

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