⚠️Advertencia: Este capítulo contiene escenas de sexo. ⚠️
La nueva mascota.
Siempre he imaginado mi vida perfecta, sin malos momentos y todo bonito y perfecto, pero me he dado cuenta de que ese tipo de vida no existe. Además la vida pueder ser perfecta a pesar de todas las mierdas que te puedan pasar a lo largo de la misma. En la vida te van a suceder cosas buenas y cosas malas y tienes que aprender a afrontarlas. Algunas veces la vida te hace pasar momentos díficiles, pero ten por seguro que después de eso habrá buenos momentos. La vida es como una montaña rusa, un día puedes estar cayéndote al vacío y al siguiente puedes estar en el punto más alto. No voy a mentir fue un golpe duro lo de Dos, pero es mejor así. A veces la gente tiene una careta y no nos damos cuenta de sus intenciones hasta que al final abrimos los ojos. No creo que lo que me ha pasado con Dos sea una revelación ni mucho menos, me he dado cuenta gracias a las circunstancias que han sucedido a mi al redor.
Hablando de mi niño rico las cosas van bien, después de lo que pasó ayer nos merecíamos pasar momentos juntos, pero aquí me encuentro viendo Netfix y comiendo patatas fritas. Se fue hace más de una hora. Me dijo que me mantuviera despierta, pero entre la manta que da calorcito y la película que es una mierda, me está entrando el sueño. Bostezo por quinta vez, miro la hora en el reloj y veo que marcan las 21:00. Me froto con la mano el ojo y me levanto porque sé que, si me quedo ahí, me quedaré dormida. Siento como todos mis músculos crujen al estirarme. Recojo la manta y llevo las patatas a la alacena. Tengo sed. Voy hacia la nevera y en un vaso me pongo Coca-Cola, bien fría.
— Por lo menos tú no me fallas. - le digo al vaso que tengo en la mano. Al darme cuenta de lo que he hecho, me doy con la mano en la cabeza. No debería hablar con un vaso y tampoco debería hablar sola. Aunque no puedo evitarlo.
Cuando me acabo la bebida escucho la puerta abrirse. Visualizo desde mi posición quién es y es nada más ni nada menos que Eros. Cierra con el pie la puerta y frunzo el ceño. ¿Por qué no lo hace con la mano? Le doy un vistazo de arriba a abajo y observo que tiene las manos tras la espalda. Él en cuánto me ve una sonrisa divertida se le asoma, aumentando aún más mi curiosidad. Arqueo una ceja. ¿Qué lleva tras la espalda?
Me quedo mirando sus brazos y cuando intento moverme retrocede un paso, dándome a entender de que no quiere que me acerque. Lo miro curiosa y él se aclara la garganta para decir: — Bueno... te he dejado sola toda la tarde... -me cruzo de brazos fingiendo estar molesta.— Pero ha sido por una buena causa...
— Claro, seguro que sí.
— Te prometo que quiero estar todo el tiempo que me queda a tu lado.
— Basta, eres un cursi, ¿lo sabías? - intento mantenerme seria, pero una sonrisa tonta me delata. A pesar de que sea un cursi, me encanta.
— Tú me haces ser cursi.
Elevo las cejas: — Eso ha sido muy cliché. –suspiro, mientras pregunto curiosa: — ¿Qué es lo que tienes detrás de ti?
— Oh a eso iba, pero no me dejaste acabar. Me ha dicho una amiga muy especial... - instantáneamente pienso en Arlet. Esa perra no me ha dicho nada. — Que te gusta mucho lo que tengo detrás de mí.
— A saber que es. - lo miro desconfiada.
— ¿Quieres saberlo?
— Sí, quiero saberlo.
— ¿Segura, segura?
—Sí.
— Puede que te estés imaginado lo que no es...
— Eros ya está bien. - lo miro con un puchero en los labios. Él se acerca a mí y me da un pico en ellos.
— Vale, vale... - me muestra la dichosa caja y observo que tiene agujeritos. Miro hacia la caja y hacia Eros. OH DIOS MÍO. NO PUEDE SER. ¿ES...?
ESTÁS LEYENDO
Casada con mi Crush
RomanceUn matrimonio concertado. Un chico rico y una chica pobre. Él, tiene una actitud mala. Ella, no se va a quedar callada. ¿Preparados para llorar, reír, odiar? ¿Serán la mejor pareja o la peor pareja? Eso solo lo sabrás, si te atreves a adentrar...